Entrevista de Angélica Guzmán Miralles
Imagen de cabecera: Semáforo emocional
Un ojo certero, una mirada diferente, una visión propia. La vida, su pasión; la fotografía, su vida; su pasión, el mundo. Porque Ángel Hernández es un hombre a una cámara pegado; una cámara superlativa. Siempre con ella a cuestas ha recorrido medio planeta para mostrarnos, desde un punto de vista particular, una realidad claramente mejorable. Imágenes conmovedoras, bellas, personales que siempre cuentan una historia. Ahora, este fotógrafo comprometido nos narra sus experiencias a través de su trabajo. El pico del Ángel es un libro que plasma el recorrido no sólo del profesional sino también del hombre tras el objetivo
¿Recuerdas qué fue lo primero que fotografiaste?
Pues, la verdad es que no, no lo recuerdo. Cuando miro algunas fotos antiguas que saqué siendo apenas un chaval, veo claramente que no las hacía como los demás; el encuadre y la escena ya tenían un protagonismo propio aunque yo no lo supiera, no fuera consciente. O igual sí y no lo recuerdo. Debe de ser que me estoy haciendo mayor…
¿Te has planteado dedicarte a la fotografía profesionalmente?
¿Profesionalmente…? No estoy seguro de qué quieres decir con esto. Creo que nunca he sido “profesional” de casi nada. Eso sí, lo que hago siempre va acompañado de una gran seriedad y de gran responsabilidad, al menos desde que soy “adulto”. Supongo que poder vivir de los ingresos que obtengas por realizar una actividad que te guste debe de ser la leche, pero creo que serán pocos los que disfruten de este privilegio, pero sí, claro que me gustaría…
¿Qué es para ti lo más difícil de fotografiar?
Soy un capturador de lugares y de momentos, autodidacta y con apenas formación en fotografía, aunque muy apasionado por lo que hago. Con las profundidades de campo no me llevo demasiado bien, pero creo que voy mejorando poco a poco. Un buen fotógrafo, seguro que tiene claro los temas de la velocidad y del diafragma en cada momento, aunque yo, después de tantos años… Sigo con dudas…
¿Qué nos cuentas en tu libro El pico del Ángel?
El Pico del Ángel…, toda una experiencia. Nunca pensé que pasarían todas las cosas que me han pasado con la publicación de este libro: las experiencias, el aprendizaje, las emociones, los contactos, la reacción de las personas (las cercanas y las menos cercanas). Más de mil quinientas horas de trabajo, mi primera maquetación de un libro, visitas a las librerías, algunos programas de radio y algunas preguntas en el aire, ¿estará bien?, ¿gustará a la gente?
¿Qué te gustaría fotografiar que no hayas hecho todavía?
Me gustaría retratar a una persona capaz de poner orden en el caos, de igualar lo desigual y de alumbrar las zonas oscuras, cambiar el mundo haciéndolo más justo. Me gustaría fotografiar escenas de un África próspera donde no existieran el hambre ni el sufrimiento. Captar las luces del amanecer de un día especial en que los seres humanos hubieran aprendido de sus errores y abrieran la puerta a un mundo mejor, a un mundo diferente…
A la izquierda Cometocino patagónico a la derecha Agonía en la Valla
¿Qué es para ti tocar techo como fotógrafo?
Creo que la fotografía, al menos como yo la entiendo, no tiene techo, no tiene suelo y no tiene paredes. Es una manera particular de ver el mundo, de transitar por la vida dejando constancia de lo que te conmueve, de lo que emociona como persona, y un escaparate para mostrar y compartir tu sensibilidad con los demás, siempre aprendiendo…
¿Cuáles son para ti los mejores fotógrafos de la historia?
Un buen amigo fotógrafo, Miguel Ayuso, me habló hace años de Ansel Adams y me encantó su fotografía, aunque me cuesta discernir entre la fotografía y el estilo de vida del autor (no sé cuál me apasiona más). También conozco el trabajo de Linde Waidhofer, impresionante, y recuerdo con cariño a Bakartxo Aniz Aldasoro que, con su ilusión por la fotografía y su estilo propio, despertó algo que me hizo plantearme la fotografía de otra manera. También podría hablarte de fotografías famosas muy interesantes, pero no sabría decirte quiénes son sus autores.
¿Cuál ha sido la imagen de la que más orgulloso estás?
Creo que eso es como preguntar de qué hijo te sientes más orgulloso, difícil, ¿no? Pero sí es cierto que hay algunas de las imágenes, por los recuerdos o las emociones, que te resultan especiales. Tu primera foto expuesta, algunas que te hacen revivir momentos únicos; incluso se podría decir que me sorprendo a veces con imágenes olvidadas y reencontradas que consiguen hacerme viajar en el tiempo.
A la izquierda Desayuno en Antofagasta a la derecha Puente colgante
¿Qué no harías nunca por dinero?
Me viene a la cabeza un momento de mi viaje por Argentina. En un punto de la Ruta 40, nos encontramos con una escena dantesca, acaba de ocurrir un accidente y nos detuvimos a presenciar una situación muy dura. Estoy con mi cámara colgada al cuello y la “excitación” es indudable. Son unos minutos en los que en mi mente se genera una duda “moral”. Son unos minutos tensos en los que pienso “podría tomar alguna imagen, incluso robarla dada la situación…” No toqué la cámara; pensé en qué utilidad podrían tener y no se me ocurrió ninguna. Nunca fotografiaría algo que no tuviera sentido para mí.
Más información en http://elpicodelangel.com/
Esta entrevista ha sido publicada en el número de abril-mayo de 2012 de ExPERPENTO: