Firmax: She’s not me


En She´s not me publicamos voces de mujeres. Es una sección de opinión. Si te ofende, piensa en por qué te ofende. Y no nos lo cuentes.

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Ellas hacen historiaYo le duro lo que usted me cuideTips para la operación bikiniEl dinero y los cojonesLas tetas

25 de agosto de 2023

Ellas hacen historia: #seacabó

Reyes Muñoz https://www.instagram.com/rys_experpento/

Sé de fútbol lo mismo que de recogida de mejillones: nada. Lo mío con el fútbol es parecido a lo que le pasa a la mayoría con la natación sincronizada, el patinaje y la gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos. Veo los partidos de la Selección y los festivales de Eurovisión por una cuestión muy básica, quizás aprehendida de la infancia con los chistes del inglés, el francés, el alemán y el español. Si ganamos, pues mejor, me pongo contenta, y si perdemos, me da igual. Nótese el uso de la primera persona del plural, es decir, de quien se arroga el éxito de quien se lo curra.

Vi la final del Mundial de fútbol femenino porque además de lo anterior, las que jugaban eran mujeres. No vi ninguno de los partidos anteriores. Tampoco vi ninguno de la selección de fútbol masculina, así que intuyo que no llegaron a la final. Dicho esto, me lanzo a escribir este artículo porque la cosa no va de fútbol, va de machismo. Va de violencia contra las mujeres. Va de violencia invisible contra las mujeres. Va de algo que hemos sufrido todas.

Pese a no saber nada de fútbol, sabía quien era Rubiales. Mi primer acercamiento a este personaje fue a cuenta de Piqué y Qatar. Lo vi en un total del telediario, muy por encima, sin prestar mucha atención, y pensé: «De dónde habrán sacado a este fenómeno». Rubiales me dio entonces mucha grima y mucha rabia, la misma rabia y grima que me provocó la primera de ‘Torrente’. (Digo la primera porque las otras no las he visto).

El fulanito dice que no dimite. Estoy flipando con el discurso, pero mucho más fuerte que cuando empezaron a viralizarse las imágenes de, uno, el sujeto tocándose la pilila al grito de «chúpamela» (Rubiales es un tipo que cuando la jugadora española marca un gol no grita «viva», ni «gol», sino que dice al equipo contrario, también de mujeres, «chúpamela» mientras se toca la pilila y hace movimientos de embestida); y dos, el sujeto agarrando a una jugadora de fútbol y plantándole un beso en la boca mientras dice (y leo los labios), «dame un beso». Lo de agarrarle la cabeza me parece muy, muy violento, diría que incluso más que el beso posterior.

El discurso de Rubiales del «no dimito» me retrotrae a una secuencia de ‘Airbag´ en la que Santiago Segura hace de político pedófilo y declara, cuando es detenido: «la culpa es de los padres que las visten como putas». Me surgen tres preguntas. Dos son: ¿De dónde sacaron a ese personaje? y ¿quién lo puso ahí? Porque el fenómeno no traslada una imagen de inteligencia, sapiencia y elegancia que suponemos como características básicas en alguien que se dedica a asuntos de representación y relaciones públicas. Podría buscar la respuesta en google, pero no me da la gana. La tercera pregunta es ¿quiénes son los que le aplauden?

Entre los que le aplauden reconozco a Vilda porque vi el partido de la final y sé que es el seleccionador del equipo. Repito, el tipo que aplaude efusivamente las palabras de Rubiales es el mismo que ha estado entrenando a las jugadoras y ha compartido con ellas vestuario. Rubiales dice: «No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir. Iré hasta el final» y Vilda aplaude. Dice: «El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a una hija. Y no hay posición de dominio». Y Vilda aplaude. «El falso feminismo es una gran lacra en este país. Esto es un asesinato social». Y Vilda aplaude. Y si aplaude, debemos entender que Vilda comulga con lo que dice Rubiales.

Y de ahí surgen otras cuestiones: ¿Dónde demonios han estado metidas esas mujeres? ¿En qué nido de serpientes se ven obligadas a currar? ¿Con qué peligros? ¿Qué habrán tenido que escuchar? ¿Cuántas veces se habrán callado para no perder la oportunidad de ganar este Mundial? ¿A qué precio personal y laboral han ganado este Mundial? Una búsqueda rápida me lleva a una carta que quince jugadoras de fútbol escribieron en 2022 a la Federación quejándose de que las cosas en la gestión del equipo no iban bien. La prensa, entonces, habló de motín y de pataleta infantil. De esas quince, seis volvieron a la Selección, lo que fue traducido en clave de «se les pasó el berrinche».

Lo de la vida, los limones y la limonada.

Si cambiamos limones por cerdos y limonada por salchichas, igual lo que está sucediendo sea el principio de algo mucho más importante que ganar un Mundial de fútbol. Quizás las mujeres de la selección están haciendo historia, otra vez, pero una historia en clave universal, no solo deportiva. No me parece tan mal que este mundial se recuerde por esto y no por la estrella: es historia del feminismo, de los derechos, de la denuncia contra la violencia estructural. Veo a periodistas rasgándose las vestiduras, hablando de la mala imagen que da Rubiales al fútbol español. Paso de Rubiales, a ese lo veo ya con cara de salchicha (y a Vilda también). Fijémonos en el gran ejemplo que están dado Jennifer Hermoso y sus compañeras de equipo, unidas al grito de #seacabó.

No voy a hablar de valentía. Todas somos valientes y cobardes en la medida de nuestras posibilidades. Lo de «a la fuerza matan» de toda la vida. Las jugadoras son ejemplo en su confusión. A todas nos ha pasado que vivimos situaciones en las que no sabemos por qué, pero nos sentimos mal, violentadas, con ganas de invadir Polonia, de arrancar cabezas, de pisar cuellos y no sabemos por qué si «no ha sido para tanto». Lo vivimos en el médico, en la clase de gimnasia, en una llamada a la administración, en una reunión de trabajo, conduciendo o haciendo la compra. Su confusión y su piña me inspira sororidad a tope. Por eso es tan importante el #seacabó de Alexia Putellas y el respaldo sin fisuras de todas las compañeras a Jennifer Hermoso. Y casi seguro que de todas las deportistas y en el mundo del futuro, de la totalidad de las mujeres (incluso de aquellas a las que el finado ha puesto de excusa para eludir su dimisión). #SeAcabó.

Firma e imagen: Lilomacarrone

1 de julio de 2021

Yo le duro lo que usted me cuide

«Yo le duro lo que usted me cuide, yo le hablo como usted me trate y le creo lo que usted me demuestre».

Despierto una mañana, después de haberme llevado una decepción y me topo de frente con esta cita de Frida Kahlo en Instagram. Salvando el hecho del “miedito” que da que aparezca algo que solamente estaba en mi cabeza y que en ningún momento había verbalizado (todo muy a lo Black Mirror), me hizo reflexionar bastante.

Esta cita se atribuye al límite que Frida pone a Diego Rivera.

Haciendo una síntesis de la situación, Diego, marido de Frida Kahlo, es la gran definición de NARCISISTA (persona que tiene un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás). En este caso, además de tener un ego que no le cabe por la puerta, tener un trato regulero hacia las mujeres y ser un encantador de serpientes, Diego le es infiel constantemente a Frida, llegando incluso a tener sexo con Cristina, la hermana menor de esta.

Esta frase que la KHALO deja para su legado, se utiliza para ejemplificar los límites que se deben poner a las relaciones de amor romántico.
Sin embargo, aquella mañana (en el estado emocional que yo me encontraba) me hizo ser consciente que es una frase aplicable a cualquier tipo de vínculo: laboral, familiar o de amistad. Es un aprendizaje que deberíamos interiorizar, convirtiéndose casi en un mantra.

En la mayoría de los casos ponemos mucho cuidado en las relaciones de amor. Pensamos que son las únicas en las que tenemos el poder de tomar decisiones, puesto que si se decide mal, se sale mal parado. Estamos completamente alerta a cualquier daga amorosa que pueda hacernos sangrar. Levantamos una fortaleza alrededor del corazón, a la mínima brisa que atisbe dolor.

Sin embargo en el resto de las situaciones se aguantan carros y carretas. Frases como «es trabajo y aunque lo odie, me aguanto porque tengo que pagar las facturas», «a la familia se le perdona todo» o «en el fondo somos amigos» son bastante habituales para calmar la ansiedad que produce una situación tóxica. Según dice el refranero español “mejor malo conocido que bueno por conocer”. Esta expresión nos ata a darnos mil excusas para alimentar el miedo a soltar y el vacío que eso conlleva en tu interior. Nos cagamos de “susti” porque enfrentar esta situación supone un cambio que no estamos dispuestos a encajar. Pero amigos ¿no os habéis dado cuenta de que la vida es constante CAMBIO?

Por ello el consejo que la maestra Frida nos regala es: allí donde no te cuiden, no te traten bien o no te demuestren es mejor no quedarse.

  1. Deja ese trabajo en el que no se valora tu opinión y te sientes invisible.
  2. Suelta a ese amigo que infravalora tus emociones diciéndote que eres demasiado dramático.
  3. Huye de ese amor que te contesta a los mensajes pero nunca es el primero en escribir.
  4. Corta con esa familia que no te acepta tal y como eres.

Y me diréis: Lilo eso es poner la casa patas arriba. . . Pues claro que sí, esto es una apuesta fuerte porque supone un cambio de conciencia. Poner límites genera que queden atrás muchas cosas que creías importantes para ti. Sin embargo, debemos entender que estos puntos no son vitales para los demás, estos cuatro puntos que te enumero son necesarios para ti mismo. ¿Por qué?

Por una simple y sencilla razón: nadie te va a respetar si tú no te respetas a ti mismo. Y seguirás instalado en la queja y el lamento porque no ves que la solución siempre has sido tú.

No está de más decir que, si no te ves capaz de enfrentarlo tú sola, siempre puedes recurrir a la ayuda de profesionales que te irán guiando en el camino. Pero en definitiva, el resumen de esta frase de Frida es que poner limites a los demás es la primera regla del amor propio.

Palabra de Lilo.

Tips para la operación bikini

Firma e imagen: Lilomacarrone

10 de junio de 2021

¿Quieres que te revele el truco exprés para un cuerpo de playa?

Pues estás de suerte, porque en este artículo te voy a enumerar todo lo imprescindible para lucir fantástica estas vacaciones. Vas a necesitar dos cosas básicas: Un bikini (susceptible a cambio por un bañador o desnudo en caso de playa nudista) y un cuerpo. Si quieres añadir otro ingrediente que se torna bastante útil, podrías usar crema protectora con aroma de coco efecto purpurina. ¿Lo tienes? Pues es así de fácil, sencillo y para toda la familia.

Llega el mes de Junio y nos entra el pánico. Me he dormido en los laureles y los michelines van a quedar al descubierto. La piel de naranja es parte de un pastel de zanahoria que has echado a tus muslos y ese bikini que te compraste online durante el confinamiento, peligra con no quedarte como a la modelo de la foto.

¡SEÑORES BASTA!

Si el mundo está cambiando a una velocidad abrumadora, no podemos seguir con las mismas dinámicas prestablecidas. Sobre todo si son comportamientos tan tóxicos. Si estamos viviendo una revolución, llevémosla hacia la liberación completa del ser. Una salida 360 del Matrix. Acabemos con esta esclavitud de querer tener un cuerpo 10. Hagamos que el movimiento “Body Positive” no sea algo que nos suene a anuncio empoderador de compresas. Desterremos esa idea de tener que cambiar y ponerse a punto para el verano. Amemos nuestras imperfecciones, porque eso es lo que nos hace únicos. Hagamos un culto a nuestro cuerpo real y no intentemos ser otras personas.

El deporte y mantener una alimentación sana, es importante, pero no nos equivoquemos: estos dos factores están relacionados con mantenerte viva, no delgada. No olvidemos que, vivimos en una sociedad que premia e idealiza personas enfermas. ¿Y por qué digo enfermas? No tengo nada en contra de las personas delgadas sanas, pero a menudo vemos en lo medios de comunicación y en redes, que la influencer de turno (que luce espectacular en la foto) termina admitiendo que tiene un desorden alimenticio por el cual sufre física y emocionalmete.

Alrededor de 400.000 personas padecen en España algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA), de los que 300.000 son chicos y chicas de entre 12 y 24 años, siendo la tercera causa de enfermedad crónica en la adolescencia, según datos de la Fundación Fita y de la Asociación española para el estudio de estos. Para que nos entendamos, las personas que sufren esta enfermedad en España, es equivalente a llenar cuatro veces un estadio de fútbol. ¿Muy loco, no?

Por el contratio se considera modelo curvi a mujeres con tallas 40 ( es decir la media común) como a LORENA DURÁN. Tengo que admitir que la primera vez que ví a esta chica, no podía creer que estuviera etiquetada como modelo curvi. Yo miraba y remiraba su Instagram (pensando que me había equivocado de cuenta) para poder entender, que una mujer preciosa con un cuerpo espectacular, pudiese ser considerada gorda…

Debemos entender que es el mundo diciéndole a la gente que un cuerpo normal es un cuerpo demasiado grande para ser una belleza de portada de Vogue. Por lo tanto hay que crear una liga B donde tengan cabida. Así se convierte la lucha por parecerse a ese canon de belleza prestablecido, en una obsesión constante y agotadora. Y en el peor de los casos, a recurrir a la cirugía estética, con el riesgo mortal que supone una anestesia general. Ahora todas quieren ser KARDASIAN. El mensaje que se manda a través de esa belleza irreal es: Si luces así tendrás éxito y felicidad. Entonces ¿A SOFÍA LOREN o MARILYN MONROE habría que considerarlas “curvi”, por no llamarlas gordas? Cuanto menos me parece un planteamiento absurdo.

Citando a la misma Sofía “nada hace más hermosa a una mujer que creer que es hermosa” Por eso ama tus estrías por encima de todo, ellas son la prueba del paso del tiempo y eso quiere decir que estás viva. Ama tus michelines porque ellos te recuerdan aquella cena en Italia donde probaste el mejor tiramisú del mundo. O quizá esos gin-tonic con amigas donde el tema principal de conversación era la risa. Pero sobre todo ámate mucho a ti misma, vas a pasar el resto de tu vida contigo, hasta que la muerte te separe. Mírate al espejo para ver que eres maravillosa.

El dinero y los cojones para las grandes ocasiones

Firma: Pistolas

11 de noviembre de 2020

No sé si es la edad, la pandemia, las canas o qué, pero me puede el desconsuelo. Se supone que somos más modernos, tenemos la mente más abierta y vemos más allá de nuestras naricitas, ¿seguro?

Me he dado cuenta de que cada vez me cuesta más relacionarme con el género masculino. Ya lo dice Penny JayG «desde que soy feminista follo menos».

Creo que tengo un radar bastante desarrollado para cazar gañanes, y tengo por lema no mezclar fluidos con ellos, y menos si además son fachitas. Pero a la que me descuido el señor más progre y moderno con el que doy, me cuela una machada de las que se me queda el ojo cuadrado.

Está con el que quedas para cenar y después de una cita maravillosa y divertida, al pedir la cuenta te suelta: «pagamos a medias, que como eres feminista, no te vayas a ofender». ¿En serio? ¿Me voy a ofender porque pagues una cena? ¡Me ofende que creas que tienes que pagar siempre! ¡Y que vengo a cenar gratis! Que, a ver, no tengo problema en que me inviten a cenar, a no ser que piensen que eso, automáticamente, me convierte en parte del menú a degustar.

También tenemos al papi sexi cuarentón y enrollado, que dice con orgullo que su hija de siete años es feminista. Que te cuenta que la ha criado en un entorno inclusivo, porque para él es fundamental. Añade que el lenguaje hace realidades, que lo que no se nombra no existe, y que el género es un constructo social y que miaumiau hace mi gato, miau miau… Todo esto mientras conduce su cocharro como buen macho alfa. Yo desde el asiento de copiloto floto y una pequeña lágrima se escurre por mi mejilla (suena León Benavente). Salgo del dulce sueño cuando se nos cruza un coche. Y un «zorra, pedazo de zorra» sale de la boca del papi inclusivo, mudado a señoro en una décima segundo. Por si consultas el diccionario de la RAE, conviene que sepas que «zorra» no es sinónimo de «astuta», de nada.

También existe el moderno de pueblo que te copia una idea, la plasma y no te cita. Solo te dice: «con tu permiso». ¿A cuál te refieres? ¿Al de hacer tuya una idea ajena y lucrarte por ella? Porque ese no lo tienes y no lo has pedido. Lo has dado por hecho, como tantas cosas. Desde luego es que soy una exagerada, y me enfado por nada… ¡pues menudo carácter gasto!

Lo que más tristeza me da, es que penséis que el feminismo solo nos viene bien a nosotras, y os subáis al carro pensando que os necesitamos como aliados. La verdad es que no, nos necesitamos como parte de un equipo. Sois vosotros quienes necesitáis del feminismo… para dejar de haceros hueco por la fuerza y el dinero. No necesitamos que nos invitéis a cenar, que tengáis más dinero que nosotras, que nos compréis nada, ni que nos compréis. Tampoco necesitamos que nos protejáis de peligros, porque la mayor parte de los peligros a los que estamos expuestas las mujeres, los generáis vosotros desde el machismo.

Ni enseñar las tetas

Firma: Pistolas

26 de agosto de 2020

Ya lo dice el refrán, cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira al dedo. Eso es lo que les ha pasado a las chicas de Teta&Teta, y en general, lo que nos sucede a las mujeres cada vez que nos reivindicamos.

A estas alturas, se me hace raro que no estéis al corriente de lo que ha pasado, pero por si acaso, os cuento.

Instagram ha cerrado la cuenta de Teta&Teta, por considerar que tiene un contenido inapropiado, que puede herir sensibilidades, por no decir, masculinidades frágiles. Las chicas de Teta&Teta, desde su cuenta sin ánimo de lucro, luchan por visibilizarnos, normalizar nuestros cuerpos, las tetas, grandes, pequeñas, caídas, turgentes, tuberosas…

Muestran la cara menos rosa y edulcorada del cáncer, normalizando la «putaenfermedad», sin lazos, sin guerreras, ni vencedoras ni vencidas, solo mujeres atravesando por una enfermedad lo mejor que pueden.

Por si fuera poco, a través de otro proyecto que se llama “A las olvidadas”, se acuerdan delas mujeres que están privadas de libertad. Organizan recogidas de libros, aquellos libros que regalarías a una mujer que está en la cárcel, y ellas son las encargadas de hacérselos llegar.

En pleno agosto, decidieron lanzar una encuesta preguntándonos a nosotras, las razones que nos condicionaban a la hora de hacer topless. Y ganó por goleada la incomodidad que sentimos ante las miradas indiscretas de los señoros. Señalaron el comportamiento rancio con este texto:

“A los mirones, a los pervertidos, a los degenerados, a los cerdos. A los que unas tetas en la playa calientan más que el sol. A los que nos escanean el cuerpo con el mismo descaro con el que se tumban boca abajo. A los que nos convierten en mobiliario sexual, nos enjaulan y transforman la arena en rocas. A los que confunden liberación con insinuación. A los que ignoran que nuestra libertad acaba donde empieza su mirada. A los que lo saben y aún así sudan. A los que nunca se cuestionan nada. A los que piensan: si estás incómoda es tu problema o si enseñas, miro. A los retrógrados (Mercurio: a ti no). En general, a quienes miran y miran y no se miran por dentro. Por favor, haced por formatear la bragueta y el cerebro, que estamos en la era del #metoo; que hay mucha información, que la hipersexualización de la mujer nos lleva donde nos lleva, a veces a la tumba. Por favor, menos Pornhub, más feminismo para principiantes. Que solo son dos tetas. Vosotros también tenéis. Justo encima de vuestro ombligo”.

Si las castigan a ellas, nos castigan a nosotras, a todas.

Ya sabemos que tiran más dos tetas que dos carreras, y que si decidimos enseñarlas es solo para captar la atención de los hombres, nosotras que no somos nada sin ellos. Nuestros cuerpos no nos pertenecen, están a su servicio y al de la maternidad, y si ellos no son capaces de no mirarnos las tetas en la playa o en la piscina, pues está claro, nos las tenemos que cubrir. Pobrecitos míos, son tan primitivos. Si es que ya lo decía Cuerda: “Un hombre en la cama, es un hombre”.

Pueden cancelarles la cuenta, pero no nos pueden callar a todas.

Se os olvida que somos más de la mitad del planeta, y ahora hemos entendido que si nos tocan a una nos tocan a todas. El divide y vencerás ya no nos lo creemos, y cada mujer es una hermana más, no una rival. ¡Suerte en la lucha, señoros!

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