Entrevista de Rebeca de la Sierra
Si pensamos en alguien que inventa flores de colores, lunas en cuarto menguante o gotas de agua, a la cabeza nos viene Agatha Ruiz de la Prada. Entre los productos de la diseñadora encontramos cuadernos, rotuladores, muebles, etcétera, que llevan su sello. También hay una importante gama de cosméticos, que va de perfumes a geles, pasando por vaselina para los labios.
Y aprovechando las fechas navideñas hablamos con ella, convencidos de que la conversación puede ser sumamente esclarecedora para aquellos que no saben nunca qué regalar. Otro matiz: si de perfumes no entiendes, o si después de oler quinientos tienes la pituitaria abrasada, elige la flor. Quedarás estupendamente.
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«A lo que normalmente una persona más quiere del mundo, es a sus hijos, y cuando son niños a casi nadie se le ocurre vestirles de negro, y esto es porque los quieres, porque deseas que sean muy felices».
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Los perfumes de Ágatha Ruiz de la Prada además de oler bien, llaman muchísimo la atención ¿Cómo surge la idea, por un lado, de hacer una línea cosmética y por otro, de darles esa apariencia?
Yo creo que todo diseñador del mundo y yo desde hace muchísimos años, tenía el sueño de hacer un perfume. Yo estuve contentísima cuando saqué mi primer perfume, que fue Corazón. Ahora ya tengo siete perfumes y muchos más productos, porque tengo colorterapia, tengo las vaselinas, tengo champús… y la verdad que estoy supercontenta con todo.
Los perfumes femeninos son Agua, Corazón y Flor…
Sí, por ejemplo, acabo de presentar Corazón y Flor en Moscú, porque tiene más de dos mil puntos de venta en Rusia. También lo hemos presentado en México, en Portugal, en China.. Bueno, pues poco a poco, este año vamos a hacer un gran lanzamiento en Francia y en Italia.
Quizás llama más la atención lo de Rusia, porque parece que es una línea tanto por el formato como en lo relativo al olor, muy latina ¿no?
Sí, pero lo que ocurre es que lo mío es muy fácil, porque al ser un corazón, una flor o lo que sea, eso le puede gustar a un japonés, o a uno de Angola. Ellos, sin saber quién es Ágatha Ruiz de la Prada, saben que el formato les gusta, porque yo creo que son símbolos universales.
Yo puedo imaginar a qué huele el agua, también tengo una idea de lo que puede ser una flor… pero ¿el corazón a que huele?
El corazón yo creo que es el más fácil de todos. El corazón olería a lo más sexy del mundo.
Los demás hacen olorterapia y usted se inventa la colorterapia. ¿En qué consiste?
La idea es que el color, y eso es de algo de lo que yo estoy completamente convencida, te ayuda a ser más feliz. A lo que normalmente una persona más quiere del mundo, es a sus hijos, y cuando son niños a casi nadie se le ocurre vestirles de negro, y esto es porque los quieres, porque deseas que sean muy felices. Luego tú puedes hacer las locuras que quieras con tu propia vida.
¿No hay gama de perfumes para hombres?
Ahora mismo he sacado Lío, que es mi primera colonia para hombres, que va como un tiro y que estoy sumamente contenta con ella.
Usted recomendaría un perfume para regalar porque, una de dos, o conocemos demasiado a la persona o nos lo regalamos nosotros mismos…
Yo creo que en mi caso, regalar un corazón o regalar una flor, es una cosa muy sencilla, porque es un poco el mensaje lo que estás dando ¿no?