Acido fólico, un libro de Lidia Herbada


Texto de Reyes Muñoz

Cuando en la Casa del Libro de la calle Orense hacía cola para que Lidia me firmara el libro, me dediqué a toquetear todo lo que había por el camino. Me puse a ojear la contra de Mad Women, un ensayo de Jane Maas. Leí la frase “Primero el trabajo, luego el marido y después los niños” y sentí un escalofrío. Mi frase sería “Primero el trabajo, luego el trabajo y después lo que no me ha dado tiempo a terminar en el trabajo. Error de sistema”.

Lo anterior tiene que ver con que tengo claro que si Lidia Herbada no fuera la autora de Ácido fólico jamás hubiera comprado el libro. Creo que vivo en un universo paralelo al de las mujeres retratadas en él. No soy público objetivo: cuando las madres me hablan de niños o cuando mis amigas entran en lo sentimental, en mi cabeza se instala automáticamente el hu há de Chimo Bayo en versión extendida. Y Ácido Fólico me ha hecho pensar en si no sufro algún tipo de sociopatía.

La protagonista, Berta cuenta su situación personal íntima. Acaba de romper con un tipo que la ponía los cuernos y una buena parte de sus amigas está quitando pañales o en camino de hacerlo. Se siente sola y es carne de clavo ardiendo. Por tanto, el libro se centra en los dos temas de conversación que me producen urticaria. Y a pesar de todo me lo he leído del tirón, a ratos he sentido pena de Berta, en otros me he reído mucho y en algún momento sí que me he sentido retratada. Así que Ácido Fólico me ha gustado, siendo yo lo opuesto a su público objetivo. Me hubiera sorprendido más otro final, en plan, Berta se hace bordar una camiseta en la que se puede leer la célebre frase de Dolo Beltrán “soy del montón y no estoy de rebajas” o la otra «Y gané el concurso de solteros con recursos». Pero entiendo que el que plantea la autora es el lógico.

Lidia maneja muy bien las palabras. Cuando descubrí su estilo gracias a sus colaboraciones en ExPERPENTO, era incapaz de imaginarme como sería un libro suyo. Es más, con tanta intensidad a la hora de lanzar temas en una frase, no creía viable la posibilidad humana de superar los diez folios sin explotar. Y lo hace. Y no se repite. Y cada párrafo es fresco. Y no explota. Y la admiro. Lidia Herbada es una metralleta, ya no del leguaje o de las ideas, sino de los conceptos. Con lo difícil que es eso.

Confió en que a vosotros Ácido fólico también os guste. Se lo recomiendo a todo el mundo, y en especial a las madres recientes y a los paparazis domésticos. Queridos, peguntar por novios, por bodas, por embarazos…  si no os dan pie, es de mala educación.

Más información: http://lidiaherbada.com/

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