Antes: «Triángulos»


Entrevista de Reyes Muñoz
Fotos de Joaquín Calle (c)

ATENCIÓN ACTUALIZACIÓN: El jueves 5 de octubre Antes estará presentando su disco «Triángulos» en Moby Dick Club. Toda la información del concierto aquí: https://www.facebook.com/events/1629927657051842

Hache Navío (bajo), Simón Cordero (batería) y Fumanjoe, (guitarras y voz tanto en la banda como en esta entrevista) son los tres componentes de Antes, cuyas vidas musicales discurrían libres sin saber que algún día se cruzarían y formarían las aristas de un triángulo. Y Triángulos es el título de su debut, un compendio de canciones energéticas cargadas de mensajes tóxicos, y que en conjunto, conforman un artefacto que destila calidad. Si les dejan, este verano arrasan con todo.

Puedes escuchar el disco completo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=HfKmjpu8NKs

Triángulos es un disco que está entre lo raro y lo hipnótico. Esa balanza es difícil de nivelar. ¿Don pusisteis el límite?
Ha salido así. Triángulos viene de que somos tres y entre los tres hacemos todo. Esas canciones están escritas con propuestas de los tres, todo está hecho entre los tres. Ninguno puede decir, no me gusta esto o lo otro del disco, porque nos afecta a los tres. Si nos ponemos límites, la cosa cae, se pierden vértices y el triángulo pierde fuerza. Nos dejamos llevar, nuestras influencias son muy parecidas y lo que ha salido en el disco es puro y natural.

Hablo de límites buenos, porque es muy fácil saltar la frontera que separa la genialidad de la fricada…
El punto friqui lo quitas cuando lo que se canta por debajo es pop. Cuando haces algo tan elaborado, cercano al rock progresivo, si lo que cantas, lo puedes hacer con una guitarra acústica y lo que tienes es una canción pop, pura y dura, no hay punto friqui. La parte más rara de nuestra música la arreglamos con la voz.

También la batería tiene un peso importante. La mayoría de los grupos la relegan a marcar el ritmo y poco más.
Hay muchas partes que son obligadas. En vez de pensar en acompañar al bajista, que es lo que normalmente se hace, acompaña en momentos al riff de guitarra. Además le hemos dejado a él que decida. Simón es un batería muy creativo, él estaba acostumbrado a hacer curros de músico de sesión y por eso, con su banda necesita explorar lo que le apetece hacer. En directo se hace solos… No es solo la parte rítmica del grupo.

“Nos dejamos llevar, nuestras influencias son muy parecidas y lo que ha salido en el disco es puro y natural”

El disco lanza un mensaje musical y otro vocal. No hablo de lo que decías antes, sino de que las melodías son revitalizantes y las letras muy dañinas…
Al final, el disco tiene mucho de rock, y todo lo que tiene rock, tiene mala leche. Sobre las letras… si hubiéramos querido tener más mala leche, nos habríamos ido más a la política, pero creo que nos habría acercado a un rock diferente. Nuestra mala leche se mueve en dos vertientes. Una es la de las cuestiones de pareja, porque todos hemos tenido relaciones muy dañinas, y en algunas canciones hemos introducido mensajes directos y concretos, y la otra vertiente, es la de las relaciones humanas. Hablamos de lo banal que es el individuo, de lo alienados que estamos. El rock nació para ser reivindicativo. Hay muchas formas de serlo. Puedes tender a lo político o puedes cantar cómo ves a las personas.

En «Nadie va a venir a salvarnos», por ejemplo, os despacháis a gusto, pero si lo oye alguien que no sabe castellano, pensará que es una canción alegre.
Sí. Digamos que el rock empieza normalmente con acordes menores y tienen de por sí un tinte triste. En esa canción, la melodía y la armonía son muy alegres, y hubiera servido para cantar algo happy, pero no. La música tiene puntos de Police o de los Foo Fighters, pero lo que estamos diciendo es lo que dice el título… que nadie va a venir a salvarnos, así que si quieres ser mejor persona, empieza por salvarte a ti mismo.

Con «Animales» y con otros temas, estamos condenados a no alcanzar más que la punta del iceberg. ¿No os planteáis hacer soliloquios para explicar de qué va la historia?
Me acuerdo que en un disco de Jarabe de Palo, encontrabas el título de las canciones y entre paréntesis una frase corta. Con ese subtítulo entendías perfectamente de qué iba la canción. En las redes sociales estamos explicando de qué van algunas canciones, y a la gente como que la cabeza le hace un «clac». Pero las letras son para que cada uno las entienda como quiera. Nosotros pensábamos, antes de lanzar el disco, que habíamos hecho buenas letras, pero a toro pasado, lo que estamos viendo, es que hemos hecho unas letras cojonudas. «Animales» habla de que somos lo que somos y de que los animales no se preocupan por sus sentimientos, sino que se dejan llevar. Cualquiera puede hacer su interpretación y adaptarla a sus vivencias. Una vez preguntaron a Bumbury sobre esto y contestó algo así como que las canciones están ahí para que la gente se haga su película y ya está. Creo que eso es bonito.

Ojo con «Algo por ti». ¿Cuál es la intención de esa canción?
Es una canción que escribí pensando en un amigo que se casó y no se tenía que haber casado. Ahora está bien, pero pasó unos cuantos meses muy perdido y bastante jodido. Yo creo que muchas veces nos quejamos de vicio y si miras siempre hay alguien que está peor ¿no?

¿Y los ritmos?
«Algo por ti» puede calar en el público indie por el estribillo, pero al final es una canción de rock alternativo, tiene un inicio que va por lo progresivo y tiene un final muy loco. Ahí se resuelve todo de lo que hablábamos antes. Cuando la compuse con la guitarra, recuerdo que me salió todo rodado. No estuve pensando: aquí hago un cambio de ritmo, aquí otro, aquí otro… cuando lo haces de manera matemática, suele salir bien, pero cuando sale solo, al revisarlo piensas: ¿pero cuántas cosas he hecho yo aquí? Y te lo comes, como un filete.

«Simétrica» es una paliza con un final inesperado.
Antes de llevarla al disco y producirla, la canción iba a terminar igual que empieza, con la guitarra acústica y con la voz. Al final decidimos hacerla como ha salido en el disco por temas de producción. La letra y el estribillo, están dedicados a la genética simétrica de las mujeres. Por mucho que uno sepa que tiene que dejar una relación toxica, ahí sigue.

¿Pero tan mal te ha ido?
Es que en las canciones no necesariamente hablo de cosas que me hayan pasado a mí. Si tuviera que hablar de mi vida y mis peculiaridades, no saldría casi nada. Falleció mi madre, y de eso podría escribir muchísimo, pero sería un cansino. Entonces, abro los ojos y miro a mi alrededor y también los abren los demás. La mayoría de las canciones parten de propuestas de los tres, o es idea de uno y entre todos la desarrollamos…

“Los tres llevamos mucho tiempo tocando, tenemos la cabeza llena de influencias. Teníamos claro por dónde ir desde el primer día que nos juntamos”

¿»Simétrica» tiene relación con la imagen que habéis usado para el disco? Por la toxicidad, digo.
La imagen del disco no es fortuita, pero casi. El primer single iba a ser «Héroes», las fotos son del vídeo. Iba a estar ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Los grabamos en Súper 8. Cuando llegaron los rollos, estaban velados. No había nada. Y teníamos todas las fotos hechas ese día, con máscaras. Decidimos usarlas y más adelante volver a grabar el vídeo.

«Héroes» es quizás el tema más cuidado, más mimado del disco.
Es una canción para nuestros antepasados. Es una canción que todo el mundo debería escuchar pensando en sus abuelos, en sus bisabuelos… en las generaciones que hicieron más por nosotros de lo que nosotros haremos nunca, ni por la nuestra ni por las generaciones futuras. Gracias a ellos tenemos derechos y libertades y se lo queríamos agradecer en modo canción. Por eso es la que parece más cuidada, aunque sea fortuito.

Sois una banda para tocar en directo.
Funcionamos muy bien ahí. Es un disco que puede gustar a mucha gente y la clave es que se empiece a hablar de Antes. Creo que eso va a suceder cuando estemos de gira, porque la gente va a ver un directo muy potente, muy solvente y va a escuchar lo que hay en el disco: verá como tres tíos son capaces de meter toda esa cera. Eso es divertido.

No parece un primer disco. ¿Cómo habéis llegado a crear un artefacto tan ácido de la nada?
Es que tampoco tenemos veinte años. Los tres llevamos mucho tiempo tocando, tenemos la cabeza llena de influencias. Teníamos claro por dónde ir desde el primer día que nos juntamos. A Hache, el bajista, lo conozco desde hace muchos años y él fue quien formó la banda. Y con el batería, Simón, fue un flechazo inmediato: el primer día que hablamos, teníamos los instrumentos en el coche y dijimos: «vamos a subir y probamos algunas ideas».

¿Cómo lo habéis grabado?
Está grabado rápido. Está grabado en pistas, pero en tiempo récord. De lunes a sábado los instrumentos y las voces en dos días. Creo que eso también forma parte del sonido del disco, de su magia.

¿Terminamos con «Desconexión»?
Trata de cuando uno se cruza con una diva en su vida y acaba pensando «pero yo que hago con esta tipa». El de «Desconexión» es el segundo vídeo que hemos sacado. Es quizás la canción más cañera del disco y de la banda, con una gran parte instrumental al final.

Mucha más información en https://www.facebook.com/Antesmusica/

Lee la entrevista en nuestra edición en papel de mayo-junio de 2017:

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