Entrevista de Covadonga Carrasco
Estuvimos hace unos meses en la presentación de su libro Eso no es amor, destinado a adolescentes, pero del que los adultos podemos sacar infinidad de lecciones. Marina Marroquí es feminista, trabajadora social y la heroína de los chavales que acuden a sus talleres. Porque Marina sabe lo que es la violencia de género en primera persona, pero también sabe lo que es salir de ese infierno y tender la mano a los que la sufren ahora. La educación es su principal caballo de batalla, habla claro, por eso los chavales la escuchan, en su mismo idioma. Hablar con ella te hace reflexionar, mucho, sobre la sociedad en la que vivimos y hacia dónde nos dirigimos.
Eso no es amor fascina y horroriza a partes iguales porque nos demuestra que los adolescentes no están recibiendo la educación que de verdad necesitan.
Pero si no se la damos, cómo la van a tener. Trabajo con todos los colectivos, formo a parte de la Policía Nacional, médicos… Y nadie tiene esa ansia de interiorizar y esa mentalidad crítica como los adolescentes. Pero si no les damos la información, y no les damos las herramientas, la culpa no es suya, la culpa es nuestra.
La educación sexual en la adolescencia
Igual el problema es que dar educación sexual, de verdad, puede generar conflictos tremendos por parte de determinadas asociaciones…
Esa es una de las principales cuestiones por las que no hay una asignatura, por la que se intentó hacer y enseguida se desmontó. Probablemente esa sea también la principal razón por la que, cuando entra un gobierno nuevo en este país, lo primero que hace es cambiar la ley educativa. Hay muchísima gente a la que no le conviene que haya una nueva generación crítica y que pueda gestionarse o pensar sobre lo establecido.
He dado talleres a unos sesenta mil chavales, ningún colegio católico me ha llamado. El 99,99% de los institutos a los que yo voy son públicos, que la inmensa mayoría de las ocasiones es por ilusión propia por la que quieren llevar a su centro un taller de este tipo, haciendo malabares económicos, que la educación pública, ya sabemos cómo está, y haciendo un esfuerzo brutal.
Hice Eso no es amor porque no puedo cambiar la ley educativa, pero soy educadora y sé qué guía didáctica se necesitaría. Muchos de los profes lo cogen y organizan su asignatura de igualdad, tal cual el libro. Porque es para eso, es lo que yo sé hacer.
El libro sin duda es completísimo, trata todos los temas de los que necesita hablar un adolescente.
Este libro nace del taller de violencia de género que yo hago con los chavales. Y el taller es en su idioma, es muy impactante y eso les abre. Lo que yo me encuentro es un porcentaje de chavales con falta de autoestima sólida, construida, que al final es muy fácil tanto para chicos como para chicas que esta sociedad la desmonte, porque no construimos una autoestima sana. Para chicas además es muchísimo peor, porque en los chicos aún tienen una autoestima interna, pero para las chicas la autoestima es externa. Y yo parto de eso.
A partir de ahí me encuentro el bulling. Existe también un proceso demasiado largo a la hora de identificar tu identidad sexual, porque no se naturaliza cuando empieza a gustarte alguien, sea quien sea, sino que tienes que pasar por lo que la sociedad te dice, por lo que no quieres, con todas las frustraciones, miedos y traumas que puedes llevar por el camino. Es absurdo.
Me encuentro con un montón de chicas de quince años que me dicen: “Bueno en el sexo no pasa nada, te estás quieta y dejas que pase”. No podemos permitir que esta generación aprenda que el sexo es eso, porque van a violar a esas mujeres quinientas veces y nunca van a denunciar una violación, porque no saben que lo es.
Cuando el porno es la escuela sexual de los adolescentes
Si además tenemos en cuenta que la angustia y la frustración vital forma parte de la adolescencia, sumándole ese plus…
En la adolescencia la falta de autoestima existe de por sí. Los miedos, las inseguridades, existen de norma. A eso le sumas el bulling, que es 365, 7 días a la semana, 24 horas al día, todo el año… No es como antes que te ibas del colegio y “descansabas” el fin de semana.
Pero es que hay algo aún más grave: el uso de las relaciones sexuales se está organizando una sociedad en la que se están normalizando las violaciones y los chantajes sexuales.
Por ejemplo, yo tuve que desarrollar un taller exclusivamente de eso, porque se detectó que en un instituto, se estaban pagando los favores académicos, como el «el déjame los apuntes» o el “déjame copiarme en un examen”, con felaciones por parte de ellas. Cuando me puse a escarbar ahí, con todos los talleres que yo uso, descubro que es una norma.
Y esto es porque no estamos enseñandoles lo afectivo-sexual. Ellos aprenden lo que es la sexualidad con la pornografía y no solo ellos, las mujeres también hemos roto muchísimos tabús, también consumimos porno para aprender qué es el sexo. Nosotras consumimos esa pornografía violenta en la que te tienes que dejar penetrar por cinco, en la que te tienes que estar quieta, en la que tienes que hacer que no quieres, no quieres… y es que en realidad no quieres. Y esto es muy peligroso, no solo por lo que el porno está haciendo en hombres, que está convirtiéndolos en depredadores sexuales, sin sexo normalizado, sino por lo que está haciendo en ellas, que las está enseñando a que ese es su papel en el sexo.
Me encuentro con un montón de chicas de quince años que me dicen: “Bueno en el sexo no pasa nada, te estás quieta y dejas que pase”. No podemos permitir que esta generación aprenda que el sexo es eso, porque van a violar a esas mujeres quinientas veces y nunca van a denunciar una violación, porque no saben que lo es.
Tengo el taller de prevención y detección de violencia de género y he tenido que desarrollar el taller de prevención y detección de chantajes sexuales, y el libro tiene un capítulo por cada problema que yo me iba encontrando con los chavales, pinceladas, pero que son problemas que hay que abordar porque los tienen y los adultos no los escuchamos.
Cuando yo cuento que un chaval a partir de los 10 años consume pornografía todos los días, la madre se me echa las manos a la cabeza. ¿Qué te crees que hace con el móvil? Y ve una pornografía muy violenta. Yo se lo digo de cachondeo, pero es verdad que no es una pornografía como la nuestra de “butanero toca la puerta”. No es así. Los videos más vistos y los que ellos consumen son del tipo: “padre abusa de su hija mientras duerme”, “hermano viola a su hermana mientras se ducha”, “cinco obligan a una persona a tener sexo”, o violaciones escenificadas…
En una sociedad que creemos que va avanzando, resulta aterrador que estén sucediendo este tipo de cosas.
La potencia sin control no sirve de nada. Del mismo modo que aprenden el sexo con porno violento, aprenden que los celos son una muestra de amor… cuando analizo algunas de estas relaciones adolescentes me encuentro que son lo que ahora llaman “relaciones tóxicas”, pero no nos engañemos, en la mayoría de los casos, a medida que creces y vas evolucionando, aprenden lo que es el sexo con su pareja por ensayo y error, aprendes que los celos no son muestra de amor, etc. Entonces, aunque tengan esa educación de base la mayoría de los adolescentes no van a violar en manada, no nos volvamos locos. Pero el problema es que muchos que no lo harían de otra manera, sí lo están haciendo. Y cuando la ley encima lo avala o lo minimiza… Ahora parece que, si no te violan seis, no te violan.
Hoy precisamente salía una sentencia en la que se aplicaba la pena mínima a una chica discapacitada “porque no se había resistido lo suficiente…”
Ya hemos puesto el listón muy bajo, si te violan seis sí, si te viola uno no es violación. El hecho es que se concibe que si tú no quieres, si no te apetece tener relaciones sexuales, tu pareja puede violarte…
Cuando yo cuento a los chavales que mi maltratador me pegó, me quemó, me violó, muchos de ellos levantan la mano y me preguntan: “Pero, ¿cómo que te violó si era tu novio?”. Ellos no conciben eso. Yo se lo explico claro, si al terminar el sexo no tienes una sonrisa de oreja a oreja y es el momento más feliz de tu vida, es que te han forzado y no has querido. No hay que darle más vueltas. Parece que hemos llegado al punto de que nos conformamos con que nos violen sin dolor.
“Todos los chicos desde los 8, 10 años sabéis cómo masturbaros, pero las chicas con 16 ¿sabéis hacerlo?”. En ese mismo taller les pregunté: «¿Cuándo es la mujer la protagonista del placer en esas películas que veis?», y me encantó una respuesta: “Sí, en las películas de lesbianas…”
Da la sensación de que a pesar de que una relación sexual es de dos, son los hombres los que determinan cómo va a ser.
En un taller les plantee: “Todos los chicos desde los 8, 10 años sabéis cómo masturbaros, pero las chicas con 16 ¿sabéis hacerlo?”. En ese mismo taller les pregunté: «¿Cuándo es la mujer la protagonista del placer en esas películas que veis?», y me encantó una respuesta: “Sí, en las películas de lesbianas…”
Seguimos en un país en el que la moral sigue estando por encima de la educación. Mira lo que está pasando ahora con Pamela Valenciano. Yo lo hablo con ella y le digo: “Si tu monólogo es mil veces menos heavy que mi taller. Si a mí me pillan los de VOX, me queman en una hoguera”. Ella al final es actriz, lo mezcla todo con una teatralidad increíble, yo soy educadora y más bruta que un “arao”, le llamo a cada cosa por su nombre.
Pero eso es lo que hace que tu trabajo sea maravilloso, que hables así de claro.
Sí, pero si un pedacito de mi taller, sacado de contexto, llega a esa gente, me toca exiliarme.
Vivimos en una sociedad en la que el machismo nos ha educado a todos. La inmensa mayoría de personas machistas no son malas personas, simplemente aceptan lo establecido y no se han cuestionado nunca nada.
El feminismo
Asusta ver cómo hay mujeres que aceptan y apoyan los planteamientos de partidos como VOX.
Ser femenina no es ser feminista. Vivimos en una sociedad en la que el machismo nos ha educado a todos. La inmensa mayoría de personas machistas no son malas personas, simplemente aceptan lo establecido y no se han cuestionado nunca nada. Para mí el feminismo es poner el foco en el machismo y en las injusticias que nos rodean e irlas extirpando.
El feminismo ni concibe género ni nada. A ver, concibe género desde el punto de que las mujeres somos realmente las damnificadas. Cuando en los talleres, al final viene el típico chaval macho alfa y me dice: “Yo no quiero ser ese lobo del que se está hablando, yo no soy así”, yo siempre le digo: “Enhorabuena, te has convertido en un hombre feminista”.
En este país una de cada tres mujeres es maltratada y se denuncia una violación cada seis horas. Los estudios estiman que solo se denuncian entre un ocho y un doce por ciento de las violaciones. Al extrapolar los datos, ves que se viola una mujer cada diez minutos, y se abusa de uno de cada cuatro niños. Eso es lo que tenemos. Debemos verlo desde el otro lado: tiene que haber un hombre de cada tres que maltrate a una mujer. Esos hombres viven del privilegio del silencio, porque las mujeres maltratadas nos hemos callado. Y si hemos conseguido huir, nuestro único fin es que no vuelva a aparecer en nuestras vidas, nunca decir su nombre por si aparecía. En el momento que el feminismo gana poder, que gritamos que «no estás sola» y que «somos tu manada», «hermana, yo sí te creo»… Las voces se multiplican y se empiezan a señalar maltratadores. Y eso está asustando a según qué sectores, porque involucra a un tercio de los hombres.
Eso tiene más de doce escaños en Andalucía. Ese tercio de los hombres, también son los de Forocoches y es VOX. A mí me encantaría que se sacaran los antecedentes penales de los miembros de VOX, porque te digo yo a ti que más de un cuarenta por ciento tienen, como ellos dicen, “denuncias falsas” por violencia de género. A ellos lo que les asusta es que rompamos ese silencio.
Cuando abandonas el infierno, es porque otra mujer ocupa tu lugar en él. Y para que eso pase, tenemos que estar calladas. Si sale el nombre y la cara de un maltratador en un telediario, ya no puede engañar a otra. Yo solo intervengo víctimas en Elche y, a veces, me siento como la madame de un burdel: «si yo hablara…», porque cada víctima tiene un maltratador detrás.
Es duro eso que dices…
Internet a los machirulos les ha dado el porno y a las feministas nos ha dado Twitter. No estábamos en los medios de comunicación y ahora podemos hablar. Por ejemplo, Perra Roja de Satán llega a más gente con sus tuits que cualquier medio de comunicación. Y no la puedes parar porque no sabes quién es. Ella comenzó con su nombre real y se lo tuvo que cambiar, eligiendo además los insultos que más le decían. Es una tía increíble, con unas habilidades comunicativas flipantes que debería estar en un millón de conferencias. Las veces que he coincidido con ella, ha sido en petit comité y con lista cerrada de invitados. Parecemos la clandestinidad en época de Franco y todo para no ponerla en peligro y que pueda seguir hablando, porque la necesitamos.
La renuncia a los privilegios
Algunos hombres que son más abiertos, que están a favor del feminismo, a veces les cuesta entender determinadas cosas…
Mi ex marido es un hombre increíble, estuve nueve años con él, y es una persona súper igualitaria y maravillosa. Pero cuando se aprobó lo del orden de los apellidos, tuvo un momento ahí… Estábamos con unos amigos y yo dije, «jo qué bien porque Marroquí es un apellido que solo tiene mi familia». Él se apellida Pastor. Hay medio millón de personas que se apellidan Pastor, y recuerdo que fue la única vez en todo el tiempo que estuvimos juntos, en el que se enfadó de verdad. Le salió el ramalazo. Y es que hay ciertas cosas que aún les cuesta muchísimo.
El problema es que los privilegios, después de tanto tiempo, se han convertido en derechos. Recuerdo una anécdota que me contó Ismael Serrano, muy curiosa. Él que es uno de los principales activistas del feminismo, y me comentaba hasta qué punto era necesario que estuviesen revisándose siempre. Me explicaba que el ocho de marzo su mujer dijo que ella iba a hacer huelga y que él le dijo que no podía hacer eso, porque tenía una reunión y no podía recoger a la nena. Y claro ella montó en cólera, y él tuvo que hacer una reflexión y decir, «perdóname, si las huelgas fueran cómodas y no tocasen la fibra de todo el mundo no serían huelgas… Y efectivamente tú haces huelga y yo tendré que cancelar mi reunión». Para que veas que de forma inconsciente, les sale ese puntito…
Mientras la gente llora en el funeral de una de esas mujeres asesinadas, las que sufren violencia dicen: “Por fin descansa”. Eso es durísimo. Esas mujeres no están en estadísticas, no rellenan titulares…
La lucha contra la violencia de género
Parece que por una cuestión de educación a determinadas edades, hay cosas que va a ser muy difícil que ellos cambien.
Pero nosotras también hemos tenido la misma educación y lo hacemos, el feminismo también es revisarse.
Hablaba hace unos días con un hombre joven que me decía que si con la educación se consiguiese reducir las muertes de violencia de género a un diez por ciento, eso sería un éxito. Le contesté que no, porque no hay ese diez por ciento de víctimas hombres por feminismo.
No podemos poner el foco en las mujeres asesinadas. En este país matan poco, de seiscientas mil mujeres maltratadas, asesinan a sesenta. Estadísticamente, eso es poco. La cuestión es acabar con la violencia de género, que todas esas mujeres que están vivas y sufren maltrato dejen de desear estar muertas. Yo he sufrido violencia de género y he deseado estar muerta, porque para mí hubiese sido un descanso. Lo he hablado en alguna ocasión con otras mujeres y es duro, pero es real el hecho de que mientras la gente llora en el funeral de una de esas mujeres asesinadas, las que sufren violencia dicen: “Por fin descansa”. Eso es durísimo. Esas mujeres no están en estadísticas, no rellenan titulares…
Cuando sale una noticia de una mujer asesinada no se produce un efecto llamada, se produce un efecto salida. Los hombres no se plantean matar más, pero las mujeres que ya están al límite, sí se plantean salir de ahí. Cuantas más denuncias hay, más muertes hay. El Estado debería de tener todo un sistema de protección para preverlo. El estallido de violencia mortal de un maltratador se da cuando la víctima ya no atiende a razones, ya no cree en sus llantos, en sus chantajes, en su pena, su manipulación y se va a ir sí o sí, se ponga como se ponga. Ahí es cuando el maltratador mata y tenemos que estar preparados, porque las estamos empujando a salir sin protegerlas.
Recuerdo cuando en plena crisis salía Rajoy orgulloso, diciendo que habían disminuido las denuncias por maltrato, y yo me daba de cabezazos contra la pared porque yo pensaba, pero si es que no tienen dinero, no tienen trabajo ni recursos, ¡no se pueden ir! Y tampoco nos podemos permitir una generación que vuelva a cometer los mismos errores, que normalice la prostitución, las violaciones, etc.
A veces da la sensación de que la violencia de género a mucha gente le da igual…
Le da igual sí y no. Hay un montón de mitos y mentiras como lo de las denuncias falsas, lo de que denuncian para cobrar la ayuda, para quedarse con la casa, lo de que las mujeres también maltratan… Todos tenemos amigos o cuñados que han tenido una denuncia falsa… Yo de verdad no creo que sean malas personas todas las que avalan estos falsos mitos, simplemente es gente que no se cuestiona nada, porque como decíamos antes, cada vez que llega un gobierno nuevo, cambia la educación y nunca llega a haber gente con espíritu crítico.
Sin embargo, eso sería mucho más barato que montar una red de soporte para las víctimas.
Si es por dinero, con todo lo que nos cuestan las mujeres maltratadas, con todo su estrés post traumático al sistema sanitario, pagaríamos todo eso. Hasta que una mujer detecta que es maltratada pasa por momentos de dolor de cabeza, de malestar, trastornos del sueño, ansiedad, depresión… Sin entrar en roturas de tímpanos, de brazos… Eso es una pasta. ¿Cuántas mujeres toman antidepresivos en este país? Muchísimas y es porque no son felices en sus casas. No les da la gana. No es una cuestión de dinero.
Muchas mujeres pasan de la violencia psicológica a ser asesinadas, y es que todos los maltratadores son susceptibles de ser asesinos y su última herramienta es la violencia extrema y no les va a importar utilizarla si tienen un estallido de violencia y su víctima al alcance.
Existe otro tipo de maltrato menos visible que es el psicológico. No es necesario que nos pongan una mano encima.
Un maltratador eficaz, eficiente nunca le hace falta levantar la mano. La violencia física es un fallo en el modus operandi del maltratador. Solo lo utiliza como última herramienta cuando te quieres ir o ya no te crees sus mentiras. El maltratador es un manipulador, un chantajista profesional. Lo que quiere es que agaches la mirada. El quiere insultarte y humillarte y que con llantos le perdones. Busca esa superioridad.
La sociedad sí que ha puesto una línea roja ahí. La sociedad entiende que si te pega no te quiere. Por eso es un fallo para ellos llegar a pegar porque entonces se destapa el maltrato. Si la pegas, «te la quitan» y se te acaba el chollo. Ya tienes que encontrar a otra, volver a manipularla, volver a engañarla… Y anular a un ser humano es un trabajo de artesanos. Se tiran años anulando psicológicamente, con manipulación diaria. A medida que pasan los años se les complica la historia, porque no es lo mismo anular a una de quince que a una de cuarenta.
Muchas mujeres pasan de la violencia psicológica a ser asesinadas, y es que todos los maltratadores son susceptibles de ser asesinos y su última herramienta es la violencia extrema y no les va a importar utilizarla si tienen un estallido de violencia y su víctima al alcance.
El papel de VOX en la violencia doméstica
Parece que esto no va a terminar nunca y que a veces se da un paso hacia delante y tres hacia atrás. Con la aparición de estos partidos que han decidido que matar mujeres no es algo importante.
Yo estudié a VOX en la carrera, como grupo neonazi español. Hay una serie de documentales que yo estudié donde salen los líderes que ahora vemos, en los que daban palizas a homosexuales en los noventa. Y si creemos que no va a haber revueltas, que no va haber palizas a mujeres… Actualmente, en las manifestaciones la policía sólo nos rodea, No carga contra nosotras, ¿seguirá siendo así si el gobierno cambia?
Somos unas ilusas si pensamos que no nos van a volver a violar. Ellos usan la estrategia del maltratador, alzar mucho la voz para que agachemos la cabeza. El problema está en que cuando una mujer se empodera de verdad, puede subir mucho el tono, pero le va a dar igual.
Existe también la creencia de que las víctimas de violencia de género son mujeres sin preparación o muy débiles emocionalmente.
La Marina versión maltratada no es la Marina que ves ahora. Aquella no podía hablar en voz alta, miraba al suelo todo el tiempo, no podía mantener una conversación. Recuerdo un día en el supermercado. Hacía como un año que había sido maltratada y fui a comprar atún y después de dar vueltas durante cuarenta minutos, vino un chico a preguntarme si estaba buscando algo, y me fui llorando porque no pude contestar: «Atún».
Nadie puede imaginar viéndome hoy, la persona en la que ese maltratador me convirtió. Cuando vienen a hablar conmigo mujeres maltratadas, me encantaría tener una tele o una bola mágica para mostrarles cómo van a ser dentro de un año. Eres una versión que jamás imaginaste ser.
Todas tiene un potencial, una base, son eclipsantes, que igual el problema es ese, que ese tipo de mujeres son un reto para el maltratador. Encontrar una personalidad muy fuerte y anularla.
Un día, una chica de 13 años muy cabreada, me dice: “El problema es que nos enseñáis el feminismo cuando ya tenemos doce o trece años, no antes”. Me estaba reprochando la cantidad de años que había perdido como mujer… Y me pareció maravilloso
Escuchar a los adolescentes
Tengo la sensación de que a veces no nos tomamos en serio a los adolescentes. No les escuchamos que quizá es lo que realmente necesitan.
Los adolescentes tienen un potencial increíble en este país, pero no estamos sabiendo canalizarlo. En lugar de sacar lo mejor de ellos con las herramientas que tienen a su alcance, estamos abocándolos a la dependencia de las redes, a no tener una vida social más allá de todo eso, en lugar de ayudarles a sacar el máximo partido.
No imagináis lo que es trabajar con adolescentes, es duro es muy difícil, yo trabajo en centros penitenciarios y es más complicado llevarte al huerto a los adolescentes que a los presos, pero es tan increíble lo que aprendes. Un día, una chica de 13 años muy cabreada, me dice: “El problema es que nos enseñáis el feminismo cuando ya tenemos doce o trece años, no antes”. Me estaba reprochando la cantidad de años que había perdido como mujer… Y me pareció maravilloso. Le tuve que explicar que nuestra generación lo habíamos descubierto entre los veinticinco años y los treinta.
Estamos viviendo un momento mágico que no se va a poder parar. Igual nos cuesta mucho dar pasos hacia delante, pero va a ser casi imposible dar pasos hacia atrás. Los machitrolls están muy tranquilos porque, aunque nos oyen amenazar con el 8M, saben que dura veinticuatro horas. La cuestión es, ¿y si todas esas mujeres que salen a la calle ese día, no se van después a su casa y se quedan en la calle…
Estamos siendo demasiado civilizadas, porque con declaraciones como la de Casado con la ley del aborto, que da a entender que tenemos que parir mano de obra barata… Yo ahora estoy embarazada de siete meses, de la persona a la que quiero y en condiciones económicas con las que lo puedo mantener. Pero cada día doy a gracias por no haberme quedado embarazada de mi maltratador, que era su único fin.
Atiendo a muchas mujeres con hijos y sé que ellos lo utilizan porque es la mejor herramienta que puede tener un maltratador para tenerte siempre cazada y siempre hundida, para poder hacerte daño… A las chicas embarazadas de un mes o de dos, les tengo que poner la opción del aborto encima de la mesa, porque no hay malformación más grande para un niño que nacer con un padre sin corazón.
Tenemos que seguir pidiendo perdón por alcanzar lugares en los que hace tiempo que debíamos estar…
El otro día leía un artículo que hablaba de eso, del “síndrome del impostor”. Tienes la sensación de que en el fondo eres un fraude, de que se van a dar cuenta de que en realidad no eres tan lista. Cuando estoy por ejemplo sentada en una mesa con Soledad Murillo, pienso: «¿Qué hago aquí? No puedo compararme a su nivel académico ni a su inteligencia…», y luego son precisamente esas personas las que me mencionan a mí en sus ponencias, sin saber que estoy sentada allí. Nos pasa a todas, nos cuestionamos una y otra vez que no nos lo merecemos, sin embargo, un hombre rara vez va a cuestionarse algo así. Él lo vale, nadie es mejor que él y de ahí no lo mueves nunca. Machismo social.
Ayer precisamente comparaban dos titulares: “Manuela Carmena, cómo va a rendir con 79 años”, y otro de Andalucía “Imprescindible a sus 79 años, nadie puede reemplazarlo”… Nos esforzamos mucho más de lo que ellos lo harán nunca pero, aun así, no nos lo creemos. Y es el efecto Pigmalión, de profecía autocumplida. No conseguimos muchas cosas porque no creemos que valgamos para hacerlo.
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Aquí, información sobre «Eso no es amor»: https://www.planetadelibros.com/libro-eso-no-es-amor/249373
Marina Marroquí en Twitter: https://twitter.com/marinamarroqui