«Invencible», Jorge Calvo


Entrevista de Covadonga Carrasco
Fotos cortesía de La Portería de Jorge Juan
Hasta 20/11 – Teatros del Canal – Info práctica: https://experpento.com/event/invencible/

Jorge Calvo ha hecho de todo: series de televisión como Manos a la obra o Isabel, películas como La punta del iceberg o Cachorro, teatro tanto en la esfera underground¡Qué maravilla! o Las huérfanas– como en la gran escena on –La cena de los idiotas o Luces de Bohemia o El eunuco–. Los más grandes de este país han tenido la oportunidad de medirse con él sobre las tablas. Jorge Calvo es un todo terreno, una máquina de hacer arte. La suya es la foto de un hombre del Renacimiento.

Suma y sigue… hace música, escribe, dirige… Invencible es nuestra oportunidad para entrevistarlo, y la vuestra para ir a verlo.

Cuando vimos el reparto de Invencible lo primero que pensamos fue «¡Qué maravilla!»… Nótese la intencionalidad del juego de palabras… ¿Cómo llegas a este proyecto?

Llego porque Maribel Verdú y Pedro Larrañaga vieron la función en Londres y al salir del teatro pensaron en mí. Pedro es el productor de la obra y los dos me habían visto hacer La cena de los idiotas y el personaje, aunque es muy distinto, por físico y por un par de matices, se parecía y me lo ofrecieron directamente.

Tus fans tenemos un poco de miedo… Con el éxito que estás teniendo en montajes como Invencible no sabemos si vas a seguir haciendo cabaret underground.

He combinado las dos cosas siempre, he estado haciendo series de televisión de máxima audiencia y lo he ido alternando con el mundo underground que me gusta, pero no me gusta tanto vivir en él, me gusta más vivir en el otro, que me permite comer mejor, e ir allí de visita. Tengo un poco de alma underground y lo disfruto y lo comparto con gente a la que sé que le encanta, pero me vuelvo después al otro mundo en el que se puede vivir en mejores condiciones.


Vamos que el camaleonismo es más por una cuestión física que psíquica…

No, en realidad he sido siempre muy ecléctico, no tengo prejuicios con nada y eso me permite navegar en diferentes lugares. Igual me gusta hacer a Valle- Inclán que me gusta hacer un cabaret o teatro comercial… Tengo la suerte de que en mi profesión me gustan muchos géneros, ni quiero limitarme a uno pudiendo disfrutarlos todos…

Pero es que no eres solo actor, escribes canciones, diriges teatro…

Sí, me decía un compañero director una vez que yo era un creador. Y la verdad es que me gusta mucho la palabra. Me gusta actuar y me gusta escribir un espectáculo o dirigirlo. Escribía los ¡Qué maravilla! y hacía la dramaturgia… eran shows que parecían muy simples, pero que sin embargo estaban muy pensados. Hace dos años hice también El difícil equilibrio que era un homenaje a ese mundo underground y del cabaret más pobre y también lo escribí y lo dirigí yo.

«La obra nos dice que a las personas no hay que juzgarlas por lo que hagan o por sus gustos, porque cualquiera puede ser un buen tipo».

Cuéntanos un poco quién es Pablo, en Invencible.

Pablo es un perdedor, un tipo que vive en un pueblo de las afueras de Madrid, que tiene tres hijos, dos hijas y un hijo. Es cartero y no le gusta nada la vida que lleva, le parece aburridísima. Es un hombre que además tiene unos valores muy lejanos a los míos, que le gusta mucho el ejército, que ve mucho a La Roja, que le preocupa mucho que España pierda…

Fue cocinero en un barco en el ejército y esa es una de las cosas que más le han gustado en su vida. Por otro lado su mejor amigo es un gato, él por su gato mataría… tiene ese punto animalista que le hace un poco contradictorio. Que sea tan lejano a mí es lo que realmente me lo hizo tan atractivo.

Tampoco puedo contar mucho más, lo mejor es venir a verlo. La obra nos dice que a las personas no hay que juzgarlas por lo que hagan o por sus gustos, porque cualquiera puede ser un buen tipo. La gente suele hacer las cosas con buena intención, otra cosa es que nosotros pensemos que están equivocados o no. Un tipo futbolero no tiene que ser un bruto. Puede ser mucho más sensible que otro que pasa el día escuchando música clásica mientras lee libros. Tenemos que buscar un poquito más en el interior de las personas.

«Tengo la sensación de que hay gente que me reconoce desde un lugar solo, porque quizá no me identifico con ningún lugar concreto».

En Invencible el reparto es para quitarse el sombrero. ¿Cómo te enfrentas a eso y cómo lo hacen ellos contigo?

Es que en Madrid empecé a trabajar con Paco Rabal, así que fue como… ¿Hola qué tal? Con Maribel había trabajado ya en dos películas, a Natalia también la conocía y con Jorge había trabajado en el montaje que se hizo de Luces de Bohemia en el María Guerrero que dirigió Lluís Homar. No es ninguna sorpresa.

Tengo la sensación de que hay gente que me reconoce desde un lugar solo, porque quizá no me identifico con ningún lugar concreto. Por eso hay quien me conoce del cabaret y se sorprende al verme hacer luego este tipo de cosas y al revés, los que me han visto en el María Guerrero me ven en algún cabaret y dicen: «Ah ¿pero es que esto también lo haces tú?». Para mi es algo muy normal.

Invencible es una comedia con muy mala leche que refleja perfectamente una situación que se ha convertido en más común de lo que un país puede soportar. Del cielo al infierno sin anestesia… ¿Qué reacción tiene el público?
Hemos hecho dieciocho funciones ya y las reacciones son muy curiosas. Son dos matrimonios muy distintos que se juntan para conocerse. No tienen absolutamente nada que ver.

En el patio de butacas el público se ríe de unos y no de otros, hay quien sufre con unos y con los otros no… Pero al final lo bonito es que muchos que se sienten identificados con unos, de pronto se dan cuenta de que también se identifican con los otros. Es muy inquietante porque pasas de estar riéndote de uno o queriéndole a odiarle o pasando un mal rato porque le están tratando mal y a los cinco minutos disfrutar porque le están tratando mal. Es un viaje emocional bastante curioso.

Convéncenos de que no podemos dejar de ir a verte y disfrutar de Invencible.
A mí no hay nada que me guste más en un teatro que me hagan reír, que me hagan llorar, que me emocionen… Y si me hacen reír y llorar al tiempo, mejor todavía. Y eso es, por lo que hemos visto, lo que conseguimos en esta obra. Y cuando además después de una hora y veinte minutos de pronto piensas: «¡¿Ya se acaba?!», es que merece la pena. Eso también ocurre aquí. Y eso es lo mejor que os puedo decir de una función interesante en la que se puede pasar un rato divertido y bastante completito.

 

Sobre «Invencible»

Invencible se ha convertido en uno de los estrenos más importantes de la temporada teatral.

Es un texto que desde el punto de vista de la comedia nos pega un buen repaso sobre la situación del país. Invencible nos pone un espejo para que veamos cómo nos comportamos cuando salimos de nuestro círculo de confort y tomemos conciencia de lo que eso conlleva. Se trata de un montaje perfecto para arrancarnos los prejuicios de raíz. Además el reparto de la obra no podía ser mejor: allí están Maribel Verdú, Natalia Verbeke, –actualmente sustituida por Pilar Castro– Jorge Bosch y Jorge Calvo.

Más información: http://www.teatroscanal.com/espectaculo/invencible-torben-betts/

Enlace directo a este contenido en la edición en papel (noviembre-diciembre 2016):
http://issuu.com/experpento/docs/experpentonoviembrediciembre2016/24?e=2897458/40330307

Anterior J.J. Muñoz Rengel: "El gran imaginador"
Siguiente Anna Muylaert: "Madre solo hay una"