Adrià Collado: miedo en el «Kilómetro 31»


Entrevista de Covadonga Carrasco

El estreno de KM31 en México ha sido, sin duda, uno de los «pelotazos» más importantes de los últimos años. Rodada en 2005, en su primer fin de semana en cartel se situó en el primer lugar del ranking de recaudación consiguiendo 1.450.000 euros y 370.000 espectadores y ha superado, con semejantes cifras, a grandes producciones como El Laberinto del Fauno. Estamos ante un film que parte de una de las leyendas urbanas más extendidas, la del fantasma que se pasea por las carreteras de medio mundo, y que explota al máximo el terror psicológico.

Esta es la carta de presentación de un film con el que Adrià Collado rompe -momentáneamente- con los papeles de vecino que tan popular le han hecho en España. De la comedia pura al terror inspirado en los grandes clásicos como El resplandor, El exorcista, El ente y La semilla del diablo. Adrià sorprende con un registro completamente distinto, y demuestra, una vez más, que se maneja bien en cualquier género.

¿Qué fue lo que te atrajo del personaje de Nuño para aceptar el papel en KM31? Me gustó que Nuño sufría una evolución notable. Es un tipo muy noblote, muy pragmático, pero que poco a poco, con una serie de elementos que se van sucediendo, va rompiendo su mundo de creencias. Este conjunto de cosas hicieron que fuera inevitable que dijera que sí a la película.

Alguna vez has comentado que la solución para el mal momento que vive el cine español serían las coproducciones. ¿Crees que todos los actores están dispuestos a participar en coproducciones o que están más seguros haciendo películas aquí? Yo sí creo que todos o casi todos los actores están dispuestos a hacer coproducciones, porque además de que la producción tiene más dinero, la película suele hacerse en otros países, con otras culturas y eso te enriquece a ti como persona y como actor. Sí es cierto que hay veces que coproducciones europeas, a lo mejor por el tema del idioma resulta más difícil, pero en mi caso todas las coproducciones que he hecho han sido experiencias positivas y es positivo también para la cinematografía.

¿Dónde te sientes más cómodo o dónde se trabaja mejor, aquí en España o en el extranjero? Yo no he visto mucha diferencia, la verdad. Depende más del tipo de producción en la que participes, si es pequeña pues será igual de pequeña en España que en Francia, y las dificultades serán muy parecidas. En el caso de KM31, por ejemplo, el director ha hecho de todo, ha sido guionista, atrezzista… todo lo que se pueda hacer en el cine, lo ha hecho. Era gente muy preparada, entonces ha sido fácil.

El personaje de Ágata (Iliana Fox) se encuentra entre el mundo de los vivos y el de los muertos ¿Tú crees en fantasmas? En general no. La verdad es que no he tenido ninguna experiencia con fantasmas, pero me daría demasiado miedo. Intento no pensar en ello porque entonces… lo pasaría muy mal. ¿Esta pregunta es de coña, no…?

En la cartelera hay muchas películas que se califican de thriller psicológico o de miedo, pero en su mayoría dejan bastante indiferente al espectador, no llegan a provocar impacto. ¿KM31 nos hará dar algún salto que otro en la butaca? Espero que sí. Lo que pasa es que yo tengo un problema: a mí normalmente no suelen darme mucho miedo las pelis, y si a eso añadimos que eres tú el que te ves en la pantalla, pues es difícil tenerse miedo a uno mismo. Pero por la reacción que he visto en los estrenos de Londres y México te aseguro que a la gente a la que le asuste las películas de este género, sí va a dar más de un «gritito»…

Los registros de tus personajes han sido muy diversos a lo largo de tu carrera -Mensaka (1998), Sobreviviré (1999), El Corazón del Guerrero (2000), Buñuel y la mesa del rey Salomón (2001), Cámara Oscura (2004)…- ¿Cuál es el papel que aún no has hecho y que te gustaría interpretar? Muchísimos. Lo bueno y lo malo de ser actor es que la carrera no tiene nunca fin. Cuando empiezas, lo que quieres es trabajar, en lo que sea, pero como actor; después empiezas a ganarte la vida con esto, haces tele, luego quieres hacer cine, más tarde quieres papeles con más profundidad, mejor escritos. Así que me faltan muchísimos, todos los papeles del mundo, por interpretar.

Consciente del mal momento que vive el cine español, sumido en esa «crisis crónica» de la que se habla desde hace años, Adrià Collado se siente afortunado por poder compaginar varios proyectos… La productora de La que se avecina me ha dejado un poco de manga ancha como para poder hacerlo. A lo mejor sí que me gustaría tener más tiempo para prepararme los personajes en cine, pero como tampoco es un momento espectacular en la industria española y no hay tantas películas por hacer, pues también se tiene que vivir…

La televisión ofrece la oportunidad de ser reconocido con mayor facilidad, sin embargo, ¿no tienes miedo de que se te encasille en alguno de los personajes o que algún papel pueda llegar a quemarte? En principio no. Estuve cuatro años casi en Aquí no hay quien viva y sí que es verdad que la gente te conoce por la calle por el papel de Fernando, pero he seguido haciendo cine y el público es lo suficientemente maduro como para diferenciar una cosa de otra. Igual, para no encasillarse, lo que hay que dosificar son las apariciones en los medios, y sobre todo que se sepa cero de tu vida. Que sólo sepan de ti cuando vayan a ver una película o cuando te ven en la televisión. Yo creo que no llegas a encasillarte a no ser que te nombren el actor del año, y pegues el petardazo. Yo voy haciendo mi trabajo, mis películas, mis series, pero no soy el rostro del año, ni quiero serlo, así que no tengo ese miedo.

¿Ser un hombre atractivo es un hándicap a la hora de demostrar que además se es un buen actor? Yo con mis canitas y mi tripita de treintañero ya me ruborizo con estas cosas… Ya no tengo edad… Está claro que si mides un metro veinte es lógico que no hagas de jugador de basket. Lo normal es que te den papeles que se acerquen más a tu perfil. Pero el trabajo del actor también es intentar romper con las barreras, siempre que te deje el guión o el director. Para evitar el encasillamiento lo ideal es hacer personajes que se escapen un poco de lo que pueda reflejar tu persona.

Adrià Collado es un hombre con inquietudes. Se involucra de manera total a la hora de comenzar un nuevo proyecto. Con Aislados, una pequeña producción, participó en casi todas las fases de producción del rodaje, lo que le sirvió, como él mismo reconoce, como «una gran experiencia». Sus proyectos van más allá de la interpretación. Junto con su hermana abrió hace algunos años un restaurante «Osakana» de comida japonesa en Barcelona. Reconoce que no tiene demasiado tiempo, pero cuando puede, se acerca por allí. Sólo nos queda acercarnos al cine y disfrutar de su último estreno. Quizá a la salida nos apetezca algo de shushi…

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