Cycle: «Weak on Rocks»


Entrevista de Vicente Martín

Cycle, quienes eran unos auténticos desconocidos hasta hace un año, han pasado a ser una de las apuestas más seguras y originales del panorama musical. Reeditan su contundente Weak on Rocks, ahora ampliado en un CD extra de interesantes remezclas y un par de canciones nuevas.

Estuvimos viéndoles en su espectacular renacimiento en la Sala Aqualung el pasado 19 de octubre: ritmos contundentes, unos poderosos acordes de guitarra, lascivia, amor, crítica social… en un contexto de cabaret tecnológico que dejó al público alienado. Hablamos con David Kano, creador y productor del grupo.

¿Cuál es el origen del nombre del grupo?

‘Cycle’ viene de ciclo. Y ciclo en audio es lo mismo que un hertzio, es la mínima expresión de un sonido. Es la máxima razón por la que somos Cycle. Luego, también hace referencia al rollo cíclico de la música y, yéndonos un poco más allá, hace también alusión al ciclo de la vida, al Tao y el rollo zen.

Aunque se os reconoce como un grupo madrileño, realmente sois un grupo muy heterogéneo ¿cómo os conocisteis?

Empecé yo con la base electrónica. Conocí a Luke, coincidimos un día y nos gustó. Después yo conocí a La China. La China empezó a hacer coros y a trabajar, la conocía de cuando hacía teatro y también se incorporó. Y por último Carlos, el guitarrista, es mi socio y bueno, quería que tuviera un poco más de rollo eléctrico y entró haciendo distorsiones, y también se quedó.

Una reedición de vuestro primer disco Weak On Rocks, es muy buena señal, ¿las ventas han ido mejor de lo esperado?

Sí, se ha agotado todo. Ha ido bastante bien, se ha agotado todo lo que se había planchado y se ha vuelto a hacer.

De hecho, para celebrarlo, habéis realizado un concierto presentación en Aqualung, donde no cabía ni un alfiler, ¿consideráis que sois una alternativa de calidad en el panorama musical español?

No creo que seamos una alternativa a nada, realmente. Creo que somos otra propuesta de todas las propuestas que hay. Sí es cierto que a lo mejor hayamos abierto cierta brecha en el panorama musical, en el sentido de que no hay muchos grupos de electrónica y cantando en inglés que estén funcionando en España. Entonces sí que creo que podemos ser una pequeña puerta abierta a grupos y a artistas que hacen música, digamos, de estilo más minoritario.

Este verano ha sido «movidito» en cuanto a actuaciones, cómo ha sido el recibimiento del público fuera de España?

Ha sido la hostia… yo me quedé loco porque Berlín –estuvieron allí en la Feria del PopKomm en septiembre– está a muchos kilómetros de España, y me sorprendí cuando vi que la sala estaba llena. Cuando fuimos a Milán, al Audiovisia Festival, lo mismo: un castillo, un fiestón, un festival increíble, con montonazo de artistas muy buenos, consagrados también, de varios estilos… y cuando llega nuestro concierto vemos que el sitio se llena… es alucinante. Hoy me ha llamado un amigo de Londres, para decirme que ha pasado una en un coche al lado suyo escuchando nuestro disco… Y alucino. También me han dicho esta semana que en Rock&Pop, una de las emisoras más potentes de Argentina, estamos sonando por allí, cuando la compañía no ha hecho nada… Simplemente hice una producción en el estudio a unos argentinos y les regalé el disco y uno de ellos creo que pasó una copia a la emisora ésta.

Entonces lo que está funcionando con vuestro disco es el boca a oreja…

Totalmente. Hay mucha gente que dice que Cycle tiene mucha imagen, que ha habido mucho marketing… y yo alucino. Realmente a Cycle no nos han puesto un estilista, nadie nos ha vestido para las fotos de la promoción, ni para las fotos del disco… cada uno se ha vestido como le ha dado la gana. Nunca le he dicho lo que se tienen que poner, ni La China ha recibido consejo de nadie… La China se ha puesto lo que ha querido y todos hemos hecho lo que hemos querido…

Por lo que os presentáis como realmente sois…

Totalmente. Y después, pues sí, la compañía ha sacado un disco y ha invertido su dinero, ha hecho un póster y su historia. Pero realmente lo que ha funcionado con Cycle ha sido el boca a boca. Ha habido muchas ventas, pero también muchas descargas, la mayoría han sido descargas. Los ordenadores de mis amigos que tenían el disco cuando lo sacamos me decían que cada vez que se conectaban tenían que cortar a la gente porque les bloqueaba el ordenador, de bajarse el disco. El disco está colgado, aunque no es gratis, pero la mayoría de gente se lo ha bajado. Me jode mucho que mi trabajo sea gratis para todo el mundo, pero ahora mismo yo no puedo luchar contra un gigante, más que nada por el contenido que tiene el disco. Yo bajo cosas de internet porque oigo mucha música, pero lo que realmente me gusta me lo compro, por lo que también compro mucha música. La música que bajo, como trabajo con la música y la calidad de la bajada es tan mala, la utilizo sólo de un modo didáctico, no comercial.

Vuestro estilo musical encaja más con los conceptos tecnológicos de la vieja Europa; para la gente que no os conoce, ¿cuáles son vuestras influencias?

En el cóctel de este disco he sacado influencias de todo tipo, desde música de finales de los ochenta como de finales de los noventa, break… también hay mucho rock, hay mucho pop en todas las estructuras y en todo el desarrollo de las canciones y quizás haya también un toque de punk. De influencias hay un abanico bastante grande, pero he intentado actualizarlo al sonido de hoy.

La connotación sexual de las letras se manifiesta en una puesta en escena muy atrevida, ¿notáis que el público de los conciertos de lo que realmente está pendiente es de «La China» o no?

Pues no. El público está muy pendiente de La China porque La China es un pedazo de artista. Pero yo creo que va a partes iguales la gente que lo flipa con el trabajo de La China y con el trabajo musical. Es normal que se fijen en La China porque es un pedazo artista, es guapísima, hace su trabajo de la ostia, tiene mucho arte y tiene mucho futuro además: está descubriendo muchas cosas y está creciendo, yo la veo crecer día a día y es algo que me enorgullece. La gente también descubre la música cuando tocamos en sitios con muy buenos equipos y alucinan con el tema de la contundencia y la presión que tienen. Normalmente se suele descuidar un poco el factor musical y yo soy técnico de sonido y necesito que suene todo perfecto.

Sí porque además vosotros en directo tenéis un sonido impactante, gracias a la unión entre los dos amplificadores Marshall de 150 Watios con la Gibson Special y la maravillosa ejecución de los secuenciadores. Sin embargo, hay gente que es reacia a esa unión ¿qué les diríais para revindicar vuestro mérito?

La gente clásica del rock tiende a ser bastante escéptica cuando hay una mayoría de elementos de electrónica. Como realmente yo creo en la música y no en el medio, creo que el disco está transmitiendo el mensaje a mucha gente. Y hay mucha gente a la que le está gustando lo que está oyendo. El final es la música y no el medio… y sí en este disco hemos utilizado muchos medios tecnológicos como puede que en el siguiente disco no o como en el siguiente disco a lo mejor es todo tecnológico. Yo en lo que me fijo es en el sentimiento que quiere transmitir un tema o una canción.

Uno de los momentos más culminantes de vuestro directo es la versión de More de Sisters Of Mercy, ¿cómo influyó este grupo en vuestra música?

Pues influyó como han influido infinidad de grupos más. Tampoco es que sea un fan, o sean mis ídolos. Fue un grupo que dijo mucho cuando lo pinchábamos a finales de los ochenta y es un pedazo grupo que me ha gustado siempre. Ha sido un tributo a Sisters como lo podía haber hecho a muchas otras bandas, pero Sisters siempre le he tenido un cariño especial y estoy muy contento de que ellos se lo hayan llevado. Y elegí More como podía haber elegido cualquier otra canción.

¿Y cuáles son vuestros ídolos?

Yo no tengo ídolos. Tengo mucha gente que admiro, pero ídolo suena muy grande…

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