Texto de Reyes Muñoz
A lo largo de su literaria carrera, Alex Cross ha reventado la vida a los peores bichos del mundo. De hecho, su creador, James Patterson –La hora de la araña, El coleccionista de amantes– es uno de los escritores de suspense más premiados y vendidos del mundo.
En esta ocasión Cross se enfrenta al Carnicero, sicario de oficio y sangriento violador en su tiempo de asueto. Patterson vende como nadie personajes polarizados e historias conocidas. Cross es entrañable, es un tipo duro a la par que familiar, y para más inri, tiene el corazón roto. Por su parte el Carnicero es un psicópata repugnante. A lo largo de las páginas del libro, Patterson echa leña al fuego y el amor que sentimos por Cross crece proporcional al odio por el Carnicero. Como decimos, el final es predecible, lo que no resta intensidad al libro. Sabemos que Cross cazará al malo, pero no sabemos cuándo ni cómo lo hará. Por tanto, la lectura febril se basa en nuestro deseo de venganza. Y para eso hay que llegar al final del libro.
Hace poco se estrenaba en La mente del asesino en cines. No he ido a verla, pero leídas algunas críticas creo que sale más a cuenta comprar el libro y ejercer nosotros mismos de directores con presupuesto cero. De hecho suele ser más interesante imaginar a que imaginen por ti.
Más información: http://www.planetadelibros.com/alex-cross-libro-70312.html
Trailer de la película:
Este libro en el ExPERPENTO impreso de Noviembre-Diciembre de 2012:
