[Los crímenes de los pasos perdidos] de Santiago Tarín


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Texto de Reyes Muñoz
Más información en https://alreveseditorial.com/libros/los-crimenes-de-los-pasos-perdidos

El libro de Tarín es una historia del último siglo a través de criminales, atracadores, sanadores, estafadores, quinquis y desgraciados; y también es una lección de redacción periodística. Os confieso que no sé si las historias que cuenta son interesantes o están muy bien contadas.

El autor llegó al salón central del Palacio de Justicia de Barcelona —conocido como los pasos perdidos— por casualidad. O eso cuenta. Le mandaron a cubrir un tiroteo, y a partir de ahí, comenzó a recoger notas de todo aquello que le llamaba la atención. Pero lo cierto es que el primer capítulo es un homenaje a su padre —o sea, que de casta le vino al galgo—, que en su día le habló de «el Mula», un delincuente que comenzó robando conejos y acabó dejando tras de sí un reguero de muertos. Y todo porque quería pasar un rato de intimidad con su pareja, esposa de su hermano, con la que convivía en un piso atestado de gente.

La historia de un superdelincuente de Mataró —que nunca existió— que lideraba a una banda internacional compuesta por miles de catalanes delincuentes, la de un corredor de comercio que tras ser abducido por los extraterrestres se convirtió en especialista biocibernético cuántico hográmico neurofocal o la de Hernando Toro, un colombiano que en la cárcel se descubrió como fotógrafo y que actualmente, es un retratista muy cotizado; son solo tres de una colección de relatos que podrían inspirar películas y series.

En cuanto a la narración, nos quedamos con la que se refiere al caso de Rafael Bueno Latorre. Estamos ante lo que decíamos al principio: ¿es interesante su historia o está muy bien contada? Lo peculiar es que el tipo se escapó y no se sabe si está vivo o muerto, pero su relato está salpicado de personajes que como Dieguito el malo, nos colocan en momentos sociales e históricos que nos dicen que los tiempos pasados no fueron mejores.

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