«Yo soy mi propia mujer», la historia del ‘otro’ Berlín


Texto de Covadonga Carrasco
Fotografias cortesía de Ricardo Barrull
Todos los sábados y domingos de mayo en Theatre for the People

Suelo repetir hasta la saciedad que el teatro es una experiencia emocional (alguien en esta redacción suele cachondearse bastante con la frasecita en cuestión) pero cuando nos encontramos con montajes como el texto adaptado de Yo soy mi propia mujer, dirigida por Adán Black y protagonizada por Ricardo Barrull, es complicado definir las sensaciones que provoca únicamente así, porque la cosa está a otro nivel…

Un texto de semejante intensidad, que surje de las conversaciones de Charlotte von Mahseldorf, una anticuaria y coleccionista alemana transexual, creadora del impresionante Gründerzeit Museum que sobrevivió a los nazis y a la Stasi, y el escritor norteamericano Doug Wright, premiado con el Pulitzer en 2004, no es poca cosa.

La historia de Charlotte es fascinante. Un espíritu libre, apasionada por la belleza y que sobrevivió a un padre violento no solo con ella, de la que no toleraba su travestismo, sino también con el resto de la familia, a la durísima represión nazi y posteriormente a la comunista y a las presiones de la Stasi, mostrándose siempre abiertamente trans.

Sin embargo, Ricardo Barrull y Adan Black se atreven y no solo eso, lo convierten en algo que parece sencillo. Error, el trabajo que hay detrás, tanto en su adaptación como en la lección interpretativa y a nivel vocal de Barrull, no son algo común. Además de actor, Ricardo es tenor y controla perfectamente la respiración y la carga de emoción que requiere el texto en cada momento. Pasa de un personaje a otro y del español al alemán como si no le supusiera ningún esfuerzo.

Nada más lejos de la realidad, sentado en una silla durante todo el espectáculo, vestido de negro, solo en el escenario, es capaz de llevarte a cada uno de los escenarios que plantea el texto y sentir el miedo, con los gritos de los soldados de la SS o de la Stasi o la locura y la libertad en las fiestas en la Mulackritze.

Todo en este montaje es extraordinario, Barrull es Charlotte, es Wright, es todo aquel que participa de la vida de uno de los personajes más interesantes de la historia de Berlín.

No siempre acudir a una sala es sinónimo de disfrute, y mucho menos si hace que te pegues un viaje como el de Yo soy mi propia mujer. Enredarnos en contar más sobre esta obra no sirve de mucho porque por más que queramos contar, es imposible describirlo.

Hay que vivir la experiencia. Si estáis buscando algo que ver en Madrid, no tengáis dudas, Yo soy mi propia mujer es un 10 sobre 10.

Más información en: https://www.theatreforthepeople.com/es/home

Anterior Estreno en exclusiva: La casa de los ingleses «El mesías»
Siguiente «Snakeskin Jacket» de Juan Pérez Agirregoikoa