En Orbajosa con Karina Garantivá y Miranda Gas


Entrevista de Arantxa Hernández
Fotos de David García http://www.david-g.com/

Dar un paseo por Orbajosa, el pueblo que Benito Pérez Galdós utilizó para contraponer al personaje de Pepe Rey en su visión de la sociedad española, puede ser algo complicado. Por eso, antes de seguir vagando por las calles de este lugar imaginario, hemos decidido buscar compañía: Karina Garantivá y Miranda Gas. Ellas, que ya han pasado muchas noches en el mundo de Doña Perfecta, son las mejores guías para descubrirnos un poco más del montaje del Centro Dramático Nacional en el teatro María Guerrero de Madrid.

¿Cuál es vuestro personaje en la obra y cómo lo describiríais?
Karina: Interpreto a Rosario, la hija de Doña Perfecta, una joven que vive en un mundo que ha construido su madre para ella dentro de Orbajosa, un mundo en el que nada se cuestiona, todo obedece a reglas fijas. Cuando aparece Pepe Rey toda esa construcción se tambalea, Rosario representa el amor y la búsqueda de la libertad. Es un personaje que conecta con la pureza que todos tenemos dentro y que nos lleva a tomar decisiones importantes en nuestra vida.
Miranda: Mi personaje es Pepita, la menor de las hermanas Troya. Describir el personaje aislado del conjunto no tiene interés ya que el peso y la fuerza de las Troyas está precisamente en su unidad y coralidad. Son huérfanas, muy pobres, tienen mala reputación y no forman parte del viciado engranaje social de Orbajosa: viven en el lado oscuro, casi tétrico. Son, sobre todo, grandes observadoras y en este montaje se ha aprovechado este aspecto para convertirlas también en narradoras. Podríamos decir que a pesar de ese carácter siniestro, su mirada es transparente, analítica y sincera; tienen poco que perder y eso les da cierta libertad. Tienen algo de la figura de las Parcas…pero el destino tiene poco que ver en la historia que nos cuentan.

¿Cambia la percepción del personaje desde la primera lectura hasta que llegáis a representarlo? ¿Cómo es ese proceso?
Karina: Sí, ya lo creo que cambia, aunque al final del proceso permanece una intuición primera. Se trata de un apasionante proceso en espiral. Además, el trabajo del director Ernesto Caballero se caracteriza por poner en cuestión las ideas preconcebidas, eso hace que aparezcan aspectos insólitos de la obra y de los personajes.
Miranda: Estoy de acuerdo, sí cambia. Se van descubriendo cosas… pero en este caso en concreto me gusta darme cuenta de que aquella primera impresión que tuve al leer la novela, aquella sensación que me costaba (y me cuesta) explicar vale mucho más de lo que pensaba.

¿Tiene algo especial representar un clásico como Doña Perfecta? ¿Es más fácil llegar al público que con un texto actual?
Karina: Los clásicos lo son porque nos siguen diciendo cosas que nos afectan. Si no, no serían clásicos, serían obras anticuadas de un relativo interés histórico-museístico. No es este el caso, en Doña Perfecta está planeada buena parte del imaginario que conforma nuestra sociedad actual.
Miranda: No creo que tenga que ver con que el texto sea clásico o actual, la cuestión es que llegue y pienso que esta Doña Perfecta llega de un modo muy directo, lo cual no significa que cada espectador la reciba y digiera del mismo modo. Saber que existe ese juego es lo que hace especial participar en este proyecto, más allá de que sea un clásico o no.

Doña Perfecta:
Doña Perfecta. María Guerrero. 02/11-30/12
En las entrañas del CDN y bajo la dirección de Ernesto Caballero, la adaptación de la obra de Benito Pérez Galdós coge color. Y ese es un proceso que los más curiosos podemos seguir desde casa. En un videoblog los actores nos invitan a dar un paseo por las calles de Orbajosa para conocer la historia de Pepe Rey y Rosario. La versión establece una relación entre el momento en el que fue escrita –1896–, la óptica que Luis Buñuel intentó llevar al cine en la posguerra y el presente. Un círculo de fechas que enseña los cambios de la sociedad española. Igual descubrimos que hemos sabido maquillarnos mejor que Doña Perfecta.

La adaptación del director, Ernesto Caballero, nos hace viajar desde la actualidad hasta el siglo XIX, ¿tantas similitudes hay entre la obra de Pérez Galdós y hoy día?
Miranda: Sin duda. Viendo, o leyendo la obra, me da la escalofriante sensación de que no solo hay cosas que no cambian sino que todos contribuimos a que nuestra historia se convierta en una especie de cuento de nunca acabar, que se va repitiendo y en el que se van cumpliendo (y olvidando) ciclos casi idénticos, y eso nos llega a parecer, no solo normal, sino natural.
Karina: Efectivamente se trata de una metáfora escénica que alude a la involución en muchos aspectos de nuestra vida política y social. Estamos retrocediendo en el tiempo a toda velocidad. Cuando mis padres tenían mi edad sobrevolaba en el aire un deseo de regeneración, la música, el arte, todo parecía indicar que íbamos hacia otro lugar, ahora me encuentro una sociedad más conservadora, más puritana, más individualista y lo que es peor, muchísimo más salvaje.

Si no me equivoco, no es la primera vez que trabajáis con Ernesto Caballero en la dirección. ¿Qué es lo más fácil de trabajar con él?
Karina: Ya trabajé con él en La fiesta de los jueces y en la última producción de la CNTC. Es un director que viene a los ensayos a hacerse preguntas, a descubrir, y eso es maravilloso porque si estás disponible para entrar en ese juego llegas a desentrañar cosas que ni tú misma sabías que tenías.
Miranda: Tengo la sensación de que confía en que el actor entiende y siente la historia y el código tal como él lo plantea y a partir de ese punto le da la libertad de construir su personaje, con toda la responsabilidad que eso implica.

Y esta vez estáis dentro del Centro Dramático Nacional, ¿cambia de alguna manera la forma de hacer teatro dependiendo de quién envuelva un proyecto?
Miranda: Supongo que sí, pero si hablamos de CNTC y CDN hablamos de muchos parámetros en común. Para contestar esta pregunta a fondo habría que comparar «casas» mucho más alejadas.
Karina: Para mí no cambia, como artista lo que me motiva no tiene que ver con quien envuelva el proyecto sino con lo que queremos contar con ese proyecto, intento siempre dar el 100% y trabajar en proyectos que me ayuden a crecer.

Tenéis personajes totalmente contrarios, pero en el fondo ambas –Rosario y Pepita Troya– se fijan en Pepe Rey. ¿Qué tienen de distintas las miradas de una y otra hacia ese «extraño» que llega a Orbajosa?
Miranda: Pepita Troya no puede pretender ser la esposa de Pepe Rey. La situación de Rosario y la de las Troyas es muy distinta, pero no olvidemos que en el fondo las cuatro son mujeres y seguramente de una edad parecida: sus ensoñaciones y fantasías, en un momento dado, podrían ser parecidas, ¿por qué no?… pero jamás su realidad.
Karina: Para Rosario, Pepe Rey es la encarnación de un ángel que siempre ha estado esperando. El ángel del progreso y de la libertad. No lo ve como a un ser extraño sino como a alguien anhelado.

¿Y de su relación con Doña Perfecta?
Karina: La relación de Rosario con su madre es apasionante, la ama profundamente y cuando descubre su verdadera cara llega a odiarla pero prefiere cuestionar su odio antes que a la propia madre, es algo enfermizo.
Miranda: Doña Perfecta no tiene relación con las Troyas aunque tal vez en alguna ocasión haya contribuido en su mantenimiento por «compasión», poco más. En el texto las Troyas mencionan que Doña Perfecta es muy buena… no creo que lo piensen, simplemente no tienen un pelo de tontas y saben lo que les conviene decir.

Karina habla de Miranda:
«Me encanta la alegría de Miranda, soy fan de su espíritu siempre abierto y creativo, es una actriz con un gran talento e intuición».
Miranda habla de Karina:
«Tengo la sensación de que Karina no da por terminado su trabajo, sigue buscando noche tras noche y eso es algo muy positivo»3

Durante años se ha considerado esta obra una «novela de tesis» sobre toda la dualidad social española, para vosotras ¿cuál es la moraleja o aprendizaje que os deja Doña Perfecta?
Karina: Que la hipocresía y la doble moral conducen finalmente a la catástrofe tanto individual como colectiva.
Miranda: No creo que moraleja o aprendizaje sean palabras apropiadas para este montaje… que funciona más bien como una especie de espejo…dicho esto yo diría: colorín colorado, este cuento no ha terminado…

Y por último, ¿cuáles son vuestros próximos proyectos?
Karina: Mi próximo proyecto será Naces, consumes, mueres: el gran mercado del mundo un espectáculo que habla de la crisis, de la falta de oportunidades y de nuestra rebeldía frente a este panorama que nos encontramos, se trata de un proyecto independiente creado por el Colectivo Primas de Riesgo y financiado mediante el Crowdfunding a través de las redes sociales e internet.
Miranda: El próximo montaje en el que voy a participar es una adaptación de la película Maridos y mujeres de Woody Allen, que va a dirigir Alex Rigola en la Abadía, en el que además tendré la suerte de volver a trabajar con Israel Elejalde (Pepe Rey) y Alberto Giménez (Don Inocencio, el penitenciario)3
Entrevista de Arantxa Hernández.

Más información: http://cdn.mcu.es/espectaculo/dona-perfecta/

Mira el video sobre la obra:

Esta entrevista es la portada del ExPERPENTO noviembre-diciembre de 2012:

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