Texto de Marshall
IO Interactive vuelve a la carga con una secuela de lo que fue tal vez una de las propuestas más personales y criticadas de la actual generación de juegos.
La historia nos sitúa en Shanghai. Allí Lynch, el loco del dúo, convive con su pareja felizmente. Un trabajo le vuelve a unir con su compañero de crímenes. Un error fatal les conduce a ambos a una huida desenfrenada por las calles de la ciudad china.
El título es una ensalada china de tiros que intenta imitar el estilo de cine Hong Kong, pero dirigido por un videoaficionado. Al parecer se han corregido los fallos que hundieron en la miseria a la primera parte, tales como la inteligencia de los enemigos, coberturas y el sistema de puntería. Ahora los enemigos se escudan en todo lo que encuentran, e intentan flanquearte: parecen ansiosos por matarte. Las coberturas han mejorado pero acaban siendo un estorbo. El sistema de puntería no llega a ser preciso. Todo eso, junto con las repentinas caídas del personaje por los disparos, se convierte en el pan nuestro del juego.
Sorprende la calidad gráfica: ¡Ha empeorado con respecto a su antecesor! Esto sólo se justifica por la cantidad de enemigos en pantalla a la vez y el tratamiento tan particular de cinta de video, con grano y sucia. Tal vez sea lo mejor, ya que añade personalidad al título.
En el apartado multijugador, poco hay que reseñar: no ofrece nada nuevo.
Kane & Lynch 2 se presentaba como la cura de los defectos de la primera parte y se ha quedado en un incesante tiroteo de película de serie B. Esto le mantiene en un título medio de acción en tercera persona de los que tanto gustan hoy. Nada nuevo bajo el sol. De este sí que podríamos decir aquello de que segundas partes nunca fueron buenas.