Texto de Ramón Martínez Rodríguez-Osorio
Coincidiendo con el centenario de Peter Pan llega a las pantallas españolas Descubriendo Nunca Jamás (Finding Neverland), película inspirada en las experiencias que hicieron a James M. Barrie escribir esta historia de fantasía e imaginación.
La historia se sitúa en la refinada sociedad eduardiana de la Inglaterra de principios del siglo XIX. J. M. Barrie (Johnny Depp) es un afamado escritor escocés afincado en Londres que, aburrido de sus últimas obras, siente la necesidad de buscar una nueva fuente de inspiración. La casualidad hace que tro-piece con la familia Llewelyn Davies: cuatro niños huérfanos de padre y su madre (Kate Winslet). Poco a poco, las relaciones entre ellos se van estrechando y, gracias a la ima-ginación y a las ansias de aventura de los niños, Barrie encuentra la inspiración que buscaba para reflejar ese ideal del niño que se resiste a crecer y vive en el mágico mundo de Nunca Jamás. Sin embargo, no todo es un camino de rosas: Barrie debe luchar contra la conservadora sociedad inglesa, las reticencias de su productor (Dustin Hoffman) para estrenar la obra y la oposición de la abuela de los niños (Julie Christie) a la relación de Barrie con su hija, cuya personalidad encarna el Capitán Garfio en la obra.
La película no es ni mucho menos infantil, y en algunos momentos adquiere unos tintes dramáticos que nos obligan a echar mano del pañuelo para enjugar unas justificadas lágrimas.
Descubriendo Nunca Jamás es la tercera película de Marc Forster, director que ya había destacado por su anterior trabajo en Monster’s Ball. De todo el excepcional reparto, cabe destacar al protagonista, Johnny Depp, que interpreta magistralmente al excéntrico creador de Peter Pan. Depp ofrece una gran variedad de registros dramáticos, así como un acento escocés muy acertado. También destaca el joven Freddie Highmore, que da vida a Peter, el niño en el que está inspirado el personaje de Peter Pan.
Descubriendo Nunca Jamás se presenta como una clara candidata en la carrera hacia los Oscars, con más que posibles nominaciones a los mejores actores masculino y femenino, mejor película y mejor escenografía (la recreación de los Jardines londinenses de Kensington es más que sobresaliente).