Entrevista de Covadonga Carrasco
Imágen de Blanca Galindo
Uno de los grupos que más sorprendió el pasado año y que poco tienen que ver con lo que estamos acostumbrados a escuchar en el panorama indie nacional. Klaus&Kinski lanzan su segundo trabajo Tierra, Trágalos. Escuchen y juzguen ustedes mismos… A nosotros nos ha gustado mucho.
Sois una de las revelaciones de la escena indie nacional ¿Tiene esto algo que ver con el título de vuestro nuevo trabajo Tierra Trágalos…?
Alejandro: No. No llegamos tan lejos. Podría haberse llamado así el primero,si se nos hubiera ocurrido y nos lo hubieran pedido los cuerpos.
Los grupos actualmente más que de la venta de discos vivís de los conciertos. ¿Supone esto una mayor responsabilidad en los directos?
A.: No creo que eso haya cambiado mucho con respecto a hace 10 años. Imagino que la gente intenta ser simplemente lo más honesta posible.
Marina: Si lo comparamos con el mundo empresarial, nuestro público son nuestros clientes. Siempre es una responsabilidad hacer bien algo por lo que te pagan.
Tenéis una especial habilidad para ser sinceros en los conciertos y soltar más de una frase que digamos… no es «políticamente correcta» ¿Puede ser esta sinceridad parte del secreto del éxito? El público os siente como gente de lo más cercana…
M: Es que somos personas normales. A mí me encantaría saber cosas personales de la gente de los grupos que me gustan; a qué se dedican de lunes a viernes, cómo han venido, si les gusta el hotel, etc. Me gustaría poder mantener ese misterio también, pero siempre he sido un poco bocazas.
¿Hasta qué punto pueden influir las críticas, tanto positivas como negativas en el proceso de elaboración de un nuevo disco como Tierra Trágalos?
A: Creo que no mucho. Cosas que algunos nos objetaban están igualmente presentes o más: que si muchas canciones, que si la voz tan suave… Y las buenas supongo que simplemente te pueden generar más seguridad en ti mismo, como a cualquiera, pero vamos, tampoco es que te cambien la vida.
M: Afectan, un poco, a la autoestima, pero poco a la manera de trabajar.
Juegos de palabras, refranero español, humor negro… ¿la gente entiende realmente de lo que habláis o se queda en la superficie?
A: Espero que sí… O al menos los que las lean. Supongo que habrá gente a la que le dará igual y se quedará sólo con el tiroriro. Pero vamos, no es plan de hacer una encuesta. O mejor, un comentario de texto. A entregar el lunes.
Muchas de las críticas que reciben los grupos indie nacional son por su innata capacidad para dar la sensación de que «van de intensos». ¿Qué os parece esta actitud?
A: Nosotros queremos, pero ponemos fatal la cara de intensidad. Lo que no sé es si se entiende intensidad cuando simplemente se quiere decir «flipamiento».
Tierra Trágalos es la máxima expresión del eclecticismo hecho disco. ¿Ha ido con premeditación y alevosía o ha salido solo?
A: Se supone que sale solo pero como la gente y la prensa no para de decírnoslo, pues cuesta que se nos olvide, porque es evidente, al menos en estos dos discos. Salió el primer disco y lo del eclecticismo nos sorprendió que sorprendiera, y ahora ya no nos sorprende que sorprenda aunque ya no es sorpresa.
El año pasado participasteis en el Día de la Música, una buena forma de presentar a grupos de calidad de una forma original. ¿Repetiríais? ¿Qué tal fue la experiencia con Cuchillo?
A: Sin duda. A mí me parece una iniciativa cojonuda, pero claro, la gente dirá que qué van a decir éstos. Pero está muy bien, al margen de que a la gente le gusten más o menos los seleccionados. Más que por lo de los fastos del día de la música y todas esas zarandajas, lo es porque se hace una especie de festival y se juntan grupos a experimentar en estudio. Y con Cuchillo muy bien.
Con sinceridad… qué les diríais a todos los que se quejan de que no os entienden cuando cantáis…
M: Les preguntaría si entienden lo que dicen Sigur Rós. Está bien que se quejen, pero el grupo es así y nos gustaría que nos aceptaran tal cual.
A: Luego no critican cuando alguien dice cuatro paridas en wachu-wachu.