Lapido: Formas de matar el tiempo


Texto de Javier Luna Roldán

Atrás quedó el Lapido de 091. Y para confirmación, su séptimo disco. Aunque no es de extrañar que queden buenos restos de su etapa más canalla, de esa figura histórica que crearon. Perdura y perdurará la producción literaria crítica, laboriosa y con una pizca de intelectualidad que recorre los diez cortes de este álbum. Un trabajo con un sello de autor que comenzaba hace, exactamente, catorce años –al igual que las fichas de dominó en la portada, que se mantiene en pie– con «Ladridos del perro mágico».

Respaldado por su banda habitual de directo, Lapido confía en su propia producción con el riesgo (ninguno, en este caso) que conlleva.

Nos recibe, José Ignacio, entre sinuoso e intenso para recrearse en un estribillo pausado que reactiva «Un día de perros». Esa energía primera encontrará de nuevo su hueco con afiladas guitarras, que en «Cuando por fin» recorren acertadas el vigor instrumental sobre piezas de rock de carretera tanto como en «La ciudad que nunca existió». Y esto es solo casualidad en un disco puramente acústico, donde el medio tiempo pesa –»Cosas por hacer»– o magnifica mediante la delicadeza en canciones como «Al azar».

Más información en http://www.joseignaciolapido.com/

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