Los archivos secretos de Arizona Baby


Entrevista y fotos del interior de Fernando de Torres Valenti
Fotografía de portada en papel de Thomas Canet

Nos reunimos en las oficinas del sello Subterfuge con Javier, Rubén y Guillermo, aunque es Javi quien contesta a casi todo y revela a través de algunas de las pistas más características, las entrañas de un disco variado, singular y arriesgado que rezuma buenas referencias. Una apuesta que solo se puede hacer desde la confianza que otorga el camino recorrido.

Con tanto despliegue de recursos e ideas, es de obligado cumplimiento el comenzar preguntándoos por el proceso de grabación.
Hace tiempo que yo grabo demos en casa, tengo algún que otro programa. Todo empezaba como un concepto y luego se consolidaba y se rehacía en el estudio. Ha habido más preproducción. Los grupos ahora no tenemos los presupuestos de antes, y hay que llevar los deberes muy hechos. También la banda está bastante consolidada, con la formación que ves aquí, Guille, Rubén y yo. Eso también nos ha dado seguridad para probar cosas sabiendo que tampoco se va a desdibujar la identidad del grupo.

Ya desde la primera escucha surge una larga lista de buenas influencias…
Sí, de grupos que oímos de toda la vida. No siempre puedes incluirlos a todos, en unos discos se asoman más unos colores y en otros surgen otros. En este se suman muchos, es más variado, más abierto. La verdad es que sale, te pones a tocar y sale. Es algo inconsciente.

«Real Lies» es una intro contundente, con regusto grunge o de principios de los noventa, una de vuestras principales influencias en el primer autoeditado.
Sí. La base de esta canción surgió de un riff que había estado probando. Rubén y yo empezamos a improvisar y salió una jam que se quedó en el cajón. Un día mirando pistas dijimos «vamos a construir un tema con esto». Los tres definimos toda la estructura, y pusimos orden a lo que realmente era una improvisación caótica. Fue un germen, una pequeña semilla que parte de una improvisación que pertenecía a la época del primer disco, en la que había muchas reminiscencias de ese tipo de ritmos. Luego puedes dudar de si un tema así pegará con otro folky, o si la gente lo pillará, pero esas cosas nos preocupaban más antes. El disco supone un punto de inflexión. Es como decir «ya sabéis de qué vamos, sabéis lo que somos, vamos a dejar que fluya».

arizona_secretfilesSECRET FILES: el disco de la aceptación
«Este disco ha sido mucho más permeable a las ‘apariciones’, a las influencias. Creo que es porque cada vez nos sentimos más seguros, como músicos y como personas. No sé si se puede llamar madurez. Al entender quién eres, no te da miedo probar cosas. La gente sacará las conclusiones que quiera. Es una aceptación. Cuando eres joven huyes de referencias para validar tu propuesta. Este disco es más de ‘a ver que nos sale’, incluso con el art work de la portada, que ya lo ves, es muy personal, no es referencial de nada. Las letras son sencillas, es un disco sobrio, no nos hemos puesto a pensar en paisajes que evoquen, sino en que sea la música la que evoque en sí misma».

Os desprendéis de ese filtro de folk más primigenio, más desértico y western. El resultado es un paisaje semejante y familiar, pero que suena a los setenta…
Es cierto, nos gustan las formas de música… ¿muy viejunas? y muy arraigadas, pero también somos fans de la década de los últimos sesenta y principios de los setenta. Es un segmento de años en los que hay una música increíble en todas partes, no solo en América. Dejamos surgir esas cosas. Cada vez nos dejamos llevar más por instinto y nos interesa menos teorizar. Tampoco buscamos la fórmula perfecta. Una vez que sale, sí que puedes decir: «pues a mí me suena de este rollo», pero a priori nunca se hace una plantilla. Es cierto que en otros discos todo ha sido más unidireccional, ha ido más de la mano. Aquí todo es como «ueeee».

Aún así sigue existiendo un hilo, esa sencillez cruda y efectiva tan vuestra que encontramos en pistas como «Here today, gone tomorrow» junto a un atrezo de los Beatles.
Ese tema me parece muy gracioso, porque después de haberlo hecho, comenté que era un poco como el oriente del grupo America, que siempre ha estado muy presente en nuestro santoral. Tenían la de «I need you», una canción con un rollo muy Beatles, muy tipo «Something» de George Harrison… quizá es heredera de esa línea de canciones.

«Time to go» es sin duda el tema del disco que más marciano me ha parecido. Y eso que se asemeja más que muchas otras, pero solo con esos punteos funkies se desmarca totalmente.
Sí, es como Arizona Baby a la vieja usanza. La aparcamos porque no tenía el flow necesario. La reconstruimos los tres desde la base y acabó cogiendo el punto. Rubén y yo ya teníamos pensado ese contrapunto a la guitarra rollito boogie soul, para mí un poco country funk. Había grandes grupos de ese estilo, con esa mezcla de lo muy blanco con lo muy negro. Como escuchamos de todo y picoteamos mucho, yo creo que si planteas como base tener libertad se ven muchas más cosas que tú llevas dentro de serie. No fue, «vamos a ponerles un uniforme a las canciones para que todas vayan vestidas más o menos parecidas». No. Es una fiesta de disfraces.

«Word after word»…, el corte final del álbum, tiene un tono mucho más solemne comparado al resto, ¿es un tema reivindicativo resignado?
Sí, es una especie de protesta en forma de resignación existencialista, igual que cuando cedes a la obviedad de que un día te vas a morir. Conecta mucho, aunque suene muy existencial, con las visiones futuristas estilo 1984, o con la película El séptimo sello de Ingmar Bergman. El mensaje de esa película es básicamente que si te preocupas mucho, no vas a ser feliz. Ves a un personaje inteligente y sensible atormentado por todo y por otro lado está el campesino que parece que solo trabaja y está con su familia. El primero está mejor considerado que el segundo, pero, ¿quién es más feliz? Es la resignación de aceptar que somos uno más de la masa, pero felices. El tono es solemne, pero en el fondo el mensaje es positivo, aunque joda renunciar a lo elevado y quedarse en lo terrenal por miedo a las grandes cuestiones. De todas formas y aunque sé que son respuestas muy típicas de compositor… es un significado abierto… que cada uno entienda lo que quiera… y yo no doy respuestas, solo planteo preguntas.

arizonababyEL DIRECTO
«Nos gusta mucho la energía del power trío, de los tres juntos tocando como cabrones. Daremos más uniformidad a las canciones. Es interesante lo de cogerlas, quitarles los disfraces y ver cómo tiran. Simplificamos algunas cosas, pero hacemos más intrincadas otras. Por ejemplo, Rubén tendrá que hacer cosas con la guitarra más complejas de las que ha hecho en el disco. Mola porque tenemos que esforzamos en ir al grano y no quedarnos en lo ornamental. Las canciones cambiarán del disco al directo, pero también cambiarán del principio al final de la gira. Eso nos motiva, están vivas, no las tocamos de forma mecánica, las reinterpretamos todos los días».

¿Cómo vislumbra Arizona Baby el futuro inmediato?
Seguiremos a lo nuestro. Estamos al tanto de las cosas pero somos más observadores que participantes. Como oyentes estamos pendientes de todo, en Murcia o en Wisconsin. Pero intentamos que el entorno no nos influya. Somos partícipes de la escena pero no seguimos convencionalismos.

La entrevista sigue una deriva hacia lo trascendental, y pronto nos encontramos charlando del sonido generacional, las máquinas de estudio, teorías en torno al conductivismo de Pavlov… Sin duda la conversación ha arrojado haces de luz al rico entramado que compone Secret Fires.

Más información: https://www.facebook.com/thearizonababy

Lee la entrevista de portada en el ExPERPENTO en papel de octubre y noviembre 2014:

Enlace: http://issuu.com/experpento/docs/experpento_oct2014_issuu/1

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