Entrevista de Mar Ibañez
Los Fancy Free vienen directos desde México D.F. y nos presentan su nuevo larga duración Out Of Place estos días, mientras demuestran que siguen tan divertidos e irreverentes como en su primer trabajo Menonita Rock. El carismático Martin Thulin y sus compañeros vuelven a la carga con su particular psychedelic punk, más coloristas que nunca y de la mano de Mushroom Pillow aquí en España. Hemos podido hacerles unas preguntas para ir descubriendo poco a poco qué se esconde tras el sonido cargado de adrenalina de estos mexicanos.
¿Por qué elegisteis el nombre de Los Fancy Free?
Pues, aquí en México hay un montón de bandas de rock’n’roll de los años sesenta, Los Rogers, Los Hooligans, Los Beatnicks, que todos usaban nombres en inglés, «los» más algo en inglés. Y creo que Los Fancy Free le quedaba bien al grupo porque somos unos pseudo-anglosajones perdidos en el trópico… Además todas estas bandas me encantan, inventaron el garage sin darse cuenta, querían sonar a rock gabacho o inglés pero tocaban tan mal y desafinado que fueron punk antes de inventarse el nombre.
Empezasteis en Labrador, ¿cómo acaba un grupo mexicano en un sello sueco?
Yo, Martin, crecí en el sur de Suecia. Nací en Chihuahua, en el norte de México, en una comunidad Menonita, pero mis papás me llevaron a vivir a Suecia a los 5 años. Volví a México a los 19.
¿Cómo nace la actual formación después de los cambios de miembros?
Pues, para el primer álbum de Los Fancy Free, Menonita Rock, (que fue editado en Europa por Bungalow, Berlín) ya me había quedado solo: tanto el bajista como el baterista se fueron a vivir al extranjero y tuve que resolver el álbum solo, por lo tanto el sonido quedó un tanto electrónico: me vi obligado a secuenciar el bajo y la bataca. Si escuchabas los demos del álbum sonaban mas a Sonic Youth que a electro. ¿Cuál fue la pregunta? Ah pues, ahora somos los hermanos Navarrete, Julio y Carlos, Carlos Icaza y yo (Martin Thulin). Creo que lo fundamental aquí es que somos amigos y unos clavadazos de música, todos escuchamos y coleccionamos música de todo tipo, siempre tratando de encontrar cosas todavía más locas y viajadas. Somos un cuarteto típico de rock, batería, guitarra, bajo y vocales.
Decís que no queréis más música pop o rock. ¿Qué queréis?
Más dinero para comenzar. Y segundo justicia social. En la canción Copycat del álbum Out of Place canto justamente eso: «No quiero más música rock o pop», ¿a que me refiero? pues mira, hoy en día tocamos con los mismos instrumentos y amplificadores que se usaban en los años 50. Hubo una explosión creativa en los años sesenta: casi todos los estilos actuales de rock y pop se inventaron en los 60. Hasta el Heavy Metal, el primer álbum de Black Sabbath es del 69… Entonces, ¿qué caso tiene seguir escribir más canciones de rock o pop? ¿Acaso no es un formato un tanto limitado ya? Con toda la onda de bandas nuevas de neo-new wave se confirma esto, hasta el punk se ha vuelto música folklórica… Los Fancy Free no son la excepción.
¿Cómo definiríais vuestro sonido sin usar etiquetas tipo funk, psicodelia…?
¡Híjoles, sí está difícil definir a un sonido de un grupo sin comenzar a poner etiquetas!. Como ya había mencionado antes, nosotros somos coleccionistas de música, y nuestro sonido es el fruto de esto. Yo, desde la secundaria escuchaba muchas bandas psicodélicas, West Coast Pop Art Experimental Band, United States of America, The Velvet Underground, Electric Prunes, etc. He sido fan de Bowie desde los seis años. Roxy Music y Brian Eno. The Stooges. Kraftwerk. Y me tocó vivir el punk y el electro pop en su momento por mi hermana mayor, crecí con The Cure y Siouxie and The Banshees, después todo el noise rock de Sonic Youth, My Bloody Valentine, Spacemen 3, Suicide, Loop. Creo que el sonido de los Fancy Free es la mezcla de todo eso.
Vuestro sonido ha ido evolucionando de algo más electrónico a la actual psicodelia, ¿a qué se debe ese cambio?
Se debe justo a lo que he mencionado antes: me tocó terminar el primer álbum solo, ya que se habían ido los demás miembros a vivir a Nueva York y Europa. Aparte estaba yo reviviendo toda mi infancia en aquel momento y quería hacer lo que entonces era imposible, mezclar el punk con el electro pop. Hubo gente que lo hizo pero sin mayor éxito (comercial al menos), Fad Gadget y Pete Shelley por ejemplo.
Decís que os inspiran las cosas zafadas, ¿en qué sentido?
Hay gente que usa drogas, yo no (mi religión no lo permite… jajaja). Pero necesito inspirarme y la música zafada te hace viajar. Y vivir en un sitio tan zafado como la Ciudad de México te lleva más allá. Un periódico mexicano nos describió como «una banda que canta en inglés pero respira el D.F.». Una de mis bandas favoritas es The Residents, de hecho en el primer álbum de nosotros hay un sampleo de ellos.
¿Cuánto tardáis en preparar un tema?
¿La música? 10 minutos. Las letras, nunca las termino, tardo años.
Tenéis un blog y un myspace. ¿Es importante para vosotros estar en contacto directo con vuestros seguidores?
Tenemos una web que muy raras veces visitamos www.losfancyfree.com. Está bien bonita, pero para todos los que quieran estar en contacto directo con nosotros: www.myspace.com/losfancyfree. Y obviamente nos pueden visitar en la página de nuestra disquera en España, www.mushroompillow.com
Después de haber estado de tour, ¿habéis encontrado diferencias entre el público de América del Sur, del Norte y el europeo?
La verdad, hay muchas diferencias, a veces puede haber mucha diferencia entre un lugar y otro en una sola ciudad. Creo que España es un lugar muy divertido para tocar, y pasan cosas locas, me acuerdo de una tocada en Barcelona, una chica me agarró los huevos y no los soltó, comenzó a apretarlos al ritmo de la música… En Madrid terminé desnudo en un sofá mientras el público bailaba en el escenario. Quería llorar al día siguiente, tenía los pies llenos de vidrios. Pero les prometo que no volverá a pasar, ya no soy un niño, soy un adulto, y me comporto como uno… jajaja.
Out Of Place es el título de vuestro álbum. ¿Os sentís así vosotros?
Totalmente. Fuera de lugar. Unos adictos de la música anglosajona en el trópico, ¡por favor! Me imagino que estamos viviendo en México lo que The Stooges vivieron en el Gabacho en los años setenta, siendo totalmente fuera de lugar. (¡Uy sí!, como si tuviéramos el talento de The Stooges…) Además somos unos chavos bien buena onda, y por lo tanto siempre nos quieren ver la cara, como si fuéramos unos pendejos.
¿Es difícil hacer algo fuera del pop comercial en un país como México? ¿Cuesta más obtener reconocimiento y darse a conocer?
Para comenzar, yo siempre he dicho que el mejor nombre para un grupo de rock mexicano sería Ten Years After, pero ya hay una banda que se llama así. Creo que no entienden mucho lo que estamos haciendo la verdad, pero también hay que tomar en cuenta que es un país muy grande, 100 millones de mexicanos, y tenemos fans muy entregados, pero en general las cosas pasan 10 años después aquí. Pero también están cambiando las cosas: nuestra disquera aquí en México, Noiselab, saca muchísimas bandas de hoy; Interpol, The Libertines, Bloc Party, etc, etc. A la larga creo que va a cambiar mucho la escena aquí.