Texto de Iván Moreno
Segundo disco para este joven cantautor ovetense de 29 años, cronista de lo cotidiano, la noche y los problemas y situaciones que viven los jóvenes de su generación.
Con unas marcadas influencias de cantautores tan relevantes como Ismael Serrano o Quique González, con el que ha compartido escenario en varias ocasiones, el disco navega por la senda del pop-rock con una banda, Los Chicos Listos, que se sustenta en los estándares de grupos de rock americanos como Tom Petty and the Heartbreakers o The Wallflowers.
El álbum lo forman 13 temas por los que pasan todo tipo de «Chicos listos», «Perdedores sinceros» e «imitadores de Elvis» con el nexo común de las historias sencillas de amor y desamor con un marcado acento de rock urbano como si estuviéramos delante de un alumno aventajado «estudiante» de la carrera de grupos musicales como Burning o Marea.
El primer single se titula «Palabras gastadas de amor» y es una balada en la que en todo momento puedes pensar que estar escuchando a Ismael Serrano. Los temas que más sobresalen son los que introducen una «novedad», musicalmente hablando, como «El rey de la noche» con un fraseo hip hop que le otorga carácter al tema, o «El último vals», canción autobiográfica con una buena letra que mezcla nostalgia y desilusión a partes iguales, con melodía a lo Neil Young.