El panorama musical español arremete con una bocanada de sonidos frescos con el nuevo disco de Pastora, el segundo que presentan como trío y uno de los trabajos más esperados de la temporada.
Se dice que el primer disco, si tiene éxito, es el del nacimiento y que el segundo es el de la consolidación. Pastora presenta, para esta gran cruzada, un trabajo arriesgado, que ahonda en su esencia original. Las letras son de Dolo Beltrán, la música de Caïm Riba y las composiciones visuales de Pauet Riba. Pastora va más allá de lo musical y en esta ocasión, y como idea pionera en España, junto al disco encontraremos un DVD con trece montajes, uno para cada canción, que se adentran en el concepto de videoarte. Pauet crea todo tipo de imágenes, en las que masas deformes se mezclan con otras más reconocibles. Una delicia que nos llama a comprarnos el disco en una tienda y no en una manta.
Sobre las canciones, decir que encontramos sonidos jazzy en Archivo de palabras, programaciones dance para Invasión; Desolado es puro pop, funk en Tengo, coros discotequeros en Día tonto, guitarra española en ¿Y qué pasa si soy del montón?, sonidos acústicos en Los bichos, electrónicos en Mundo interior y sumergimiento en la lengua catalana, con la sensual y eterna Planetes Marins… Hay más, pero no hay hueco para contarlo. Una característica común a todos los temas es que, como ocurriera en el trabajo anterior, las letras de Dolo nos sacan a la calle y ahondan en lo más sencillo (y complicado) de la «vida moderna».