Entrevista de Angélica Guzmán Miralles
Fotografía cortesía de GIG´N´TIK Music
¿Qué ocurre si mezclamos sensibilidad, frescura, elegancia, sencillez, talento y profesionalidad a partes iguales? Pues que nos sale Russian Red. Pero Lourdes Hernández es mucho más que eso; es además una de las mejores voces del panorama musical. La niña tímida de los labios rojos que se convierte en tempestad cuando sube al escenario se vuelve persona de nuevo al bajar, con sueños, proyectos y opiniones. Acostumbrados a verla tras una guitarra, se nos hace extraño encontrarla sin nada que la parapete. Sin protección, sin tapujos, sin maquillaje: con ustedes, Russian Red.
¿Qué se siente al ser la mejor voz de la música española?
Bueno, no sé… Supongo que eso será así, a lo mejor, para algunos y para otros no y, por más que yo no soy muy del relativismo, supongo que hay cosas que sí son relativas [risas] y yo no me puedo considerar tal cosa y no puedo analizarlo de esa manera. No puedo opinar.
¿Cuándo decidiste que querías dedicarte a la música?
Me decidí cuando ya estaba dedicándome a ello. Mientras grababa el primer disco y estaba de gira al principio, pensaba que iba a ser todo mucho más anecdótico y que luego iba a retomar mi carrera e iba a trabajar como cualquier otra persona y cuando ya estaba a finales de la gira del primer disco supongo que ya ahí tuve que decidir si quería seguir girando y grabar otro disco. Ahí fue cuando dije, vale, pues sí, aquí sí que me dedico a esto.
Estabas estudiando Traducción, ¿verdad?
Sí.
Tus temas suelen ser muy intimistas ¿no temes encasillarte?
La verdad es que no. Cada uno desarrolla su propio estilo a través de las cosas que sabe hacer y la mirada que tiene sobre la vida y ésta es la mía a la hora de hacer música. No significa que yo sea así todo el rato, de hecho soy una persona bastante pava a la que le gusta mucho reírse. Las canciones dan salida a una parte de mí que está ahí.
¿Crees que en España se hace música de calidad?
Creo que sí pero no en los circuitos de públicos mayoritarios.
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FUERTEVENTURA… «…Me fui quince días sola hace unos dos años y no me quería llevar la guitarra ni nada, intenté no estar en contacto con la música. Tampoco quería llevarme el ordenador. Quería estar desconectada, ponerme a prueba. Me llevé solamente unos libros y me iba a nadar, estaba en silencio todo el rato porque no conocía a nadie. Fue un momento de introspección y al final, al año siguiente, que fue cuando ya me puse a grabar el disco, me di cuenta de que ese viaje había sido mucho más significativo de lo que yo pensé cuando volví. Al final lo pasé un poco mal y sin embargo, al cabo de un año me di cuenta de que había sido un viaje muy importante» |
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Dos discos de gran éxito ¿no tienes miedo de lo siguiente?
Todo lo contrario.
Te lo habrán preguntado mil veces, pero ¿por qué música en inglés?
Bueno, porque de pequeña escuchaba sobre todo música en inglés y era la que más me llamaba la atención y la que más me gustaba. Yo lo explico por ahí porque a la hora de coger la guitarra y hacer las canciones me salía directamente en ese idioma, aparte de que me gusta mucho y, bueno, estudié Traducción también porque tenía una pequeña pasión por el lenguaje.
¿Con qué artista te gustaría colaborar?
Pues me encantaría colaborar con Alan Sparhawk, del grupo Low. Me fliparía porque soy muy fan. Por más que ya llevara escuchándolo algunos años, el último disco se ha manifestado muy revelador y ahora mismo son un grupo de referencia muy fuerte.
¿Alguna vaca sagrada?
No sé, igual Marianne Faithfull.
Qué prefieres ¿conciertos en salas o festivales?
Prefiero lugares cerrados, lugares donde, de alguna manera, se queda todo más recogido. No te voy a negar que en bastantes festivales me lo he pasado de maravilla. Son situaciones distintas. Al aire libre, la energía se diluye y hay un montón de gente. En un lugar cerrado el vínculo que se establece entre la gente que escucha y la gente que hace la música es absolutamente distinto.
¿Por qué un pseudónimo, por qué no tu nombre real?
Me parecía que tenía mucho más sentido, tampoco me lo he replanteé demasiado. Me parecía más romántico tener un pseudónimo, me hacía gracia pensar que, si algún día hacía música, tendría un nombre distinto al mío.
¿Prestarías tu música para la campaña de algún partido político si te lo propusieran?
No lo sé. No creo. Para un partido político no, no, no. ¿Para apoyar una campaña política? No, no, no.
Te habrán hecho miles de entrevistas. ¿Cuál es la pregunta que más odias que te hagan?
Mmmh… Pues odio, no tanto la pregunta sino el hecho de que empiecen una pregunta como retomando momentos de mi vida profesional o musical y me cuenten qué les parezco que soy yo. Eso lo detesto.
¿Cantas en inglés porque es más fácil abrirte camino fuera?
No, no. Lo de cantar en inglés no es una decisión sino algo que fluye naturalmente. Es indiscutible que, si hago música en inglés el resto del mundo va a poder empatizar con las cosas que digo. Pero eso es un efecto secundario.
¿Qué opinas de artistas, como, por ejemplo Shakira, que lanzan el mismo disco en inglés y español para diferentes públicos?
[Risas] Me parece una locura, de verdad. Me parece muchísimo trabajo. El objetivo está superclaro: vender.
¿Pensaste alguna vez que llegarías tan lejos?
No, la verdad es que no y además siempre que sucede algo, como ir por primera vez a un nuevo país, siempre pienso que ya no vamos a llegar más lejos [risas]. Es como que ya hemos tocado techo. Para mí realmente no hay ninguna meta final ni a ningún sitio al que quiera llegar pero, cada cosa que va sucediendo que es mejor que la de antes, ya estoy contenta y conforme.
¿Dónde te ves en diez años?
Uff, antes pensaba que tenía las cosas más claras [risas]. Supongo que volviendo a casa. De aquí a un tiempo quiero irme fuera y no sé cuánto voy a estar pero quiero que sea un periodo largo.
¿Cómo describirías este último disco?
No es un disco conceptual de nada. Es una pequeña colección de canciones que cuentan un poco mi situación sentimental en el momento en que las escribía. Hay como dos partes: una que yo creo que es la pérdida del amor y otra que es volver a creer en él. Lo describiría así.
¿En qué se distingue este disco del anterior?
Bueno pues en que básicamente el proceso de creación ha sido mucho más largo desde el momento en que empecé a componer las canciones hasta que hice un acercamiento a lo más puramente musical en las maquetas y después llegué a grabarlo con la gente con la que lo hice, que también es básicamente la diferencia fundamental: el sonido que tiene y la gente que ha colaborado en el disco.
¿Qué es lo próximo que planea Russian Red?
Hasta que acabe el año estaremos girando fuera de España. Aquí nos quedan poquitos bolos. Estoy grabando maquetas para el próximo disco. Así que dentro de un año seguramente ya estaremos dando guerra de nuevo.
¿Adelantarás algo en tus conciertos?
¡Ay! No, no. Lo aprendí de la primera gira: tocábamos canciones nuevas porque no había repertorio suficiente para hacer un concierto. Así que iba cantando canciones nuevas que luego no incluí nunca en el disco porque les cogí muchísima manía [risas]. Así que prefiero que no me pase eso.
¿En qué se diferencia Lourdes de Russian Red?
Russian Red es esa parte de mí que hace música pero yo soy Lourdes y yo soy Russian Red. La imagen que doy a través de la música es lo que tú decías, algo más intimista, más melancólico.
¿Aprende una de la otra?
No sé cómo explicarlo. A veces pienso si debería tomarme el esfuerzo de demostrar lo que soy y a veces pienso que no pasa nada. En la intimidad ya saben cómo soy, ya soy yo en todo mi esplendor. Supongo que sí, que hay una retroalimentación entre mi yo arriba del escenario que crece profesionalmente y mi yo fuera del escenario que crece y madura a nivel personal.
¿Por qué el nombre de una barra de labios?
Pues porque me gustaba mucho como sonaba y me gustaba mucho el color y fue el único pintalabios que tuve durante un montón de tiempo y me parecía bastante cercano a mí.
¿A qué cantante no versionarías jamás?
Nunca se puede decir de esta agua no beberé porque luego, al final, siempre le puedes encontrar la vuelta a las cosas pero, vamos, yo, por ejemplo no me veo versionando a Andy y Lucas, por ejemplo. Es un ejemplo bastante extremo.
¿Cómo definirías el estilo de Russian Red?
Yo creo que los dos discos han sido una búsqueda tremenda de estilo. Yo tenía mis canciones con mi guitarra acústica y no me planteaba qué tipo de estilo podía tener. Participaban músicos que aportaban su visión. Ahora estoy con un grupo de verdad, es decir, me he juntado con dos amigos. Antes giraba con una banda y ahora giro en formato trío, con Pablo y con Brian. Cuando te subes al escenario con colegas lo que transmites es mucho más importante que el perfeccionismo musical. Ahora confío en ellos y grabo maquetas con ellos y ensayo con ellos. Aparte ahora que he cogido la guitarra eléctrica y compongo con ella, me siento mucho más cómoda. Hay una búsqueda más consciente de un sonido y de un estilo, pero está todavía fraguándose y creo que se verá en el tercer disco.
¿Qué puedes explicarnos de la polémica con tu anterior sello?
Bueno pues que es una pena que, en un momento dado, tengas diferencias con la gente con la que trabajas y no se trabaje de una manera honrada y tampoco uno tenga demasiada paciencia para tratar esos temas que fue un poco, en resumidas cuentas, lo que pasó.
Más información en http://www.russianred.es/es/home
Un extracto de esta entrevista ha sido publicado en el ExPERPENTO de verano de 2012: