Texto de Gema Talaván
John Cusack vuelve a las pantallas, esta vez en un melodrama. Viene abalada por multitud de premios en Sundance, Gijón o Deauville.
El tema de la película, no por recurrente -la muerte de su mujer hará que pase por el difícil trago de hacérselo comprender a sus hijas pequeñas-, deja de ser un vehículo extraordinario para las dotes interpretativas de John Cusack. Si eres fan del actor, te gustará. Pero si no quieres ver una más de lágrima fácil, no es tu película.