Entrevista de Covadonga Carrasco
Fotografías de los ensayos cortesía de Cultproject
14/12 – 07/01. Teatros del Canal.
Más información en: http://www.teatroscanal.com/espectaculo/carlota-ferrer/
Se estrena Esto no es la casa de Bernarda Alba con un reparto masculino encabezado por Eusebio Poncela en el papel de Bernarda y con una sola excepción, la de Julia de Castro. Es un montaje con música y danza. Es una propuesta con intenciones claras: la de recuperar el impacto de los dramas para mostrar la opresión femenina de la que habló Lorca. Carlota Ferrer, con la que hemos hablado, modifica el altavoz y son ellos los que sufren la violencia. Recogemos algunas de sus reflexiones.
«El control de la sociedad y la presión de las convenciones morales son los que hacen que haya sectores oprimidos».
Lorca y el heteropatriarcado
«Estamos acostumbrados a ver mujeres con problemas, con dramas sociales y hay un sitio donde eso se normaliza, en el mal sentido: deja de tener impacto. Y eso es lo que de alguna manera me lleva a pensar en la interpretación masculina. Los hombres no componen personajes femeninos, ni físicamente ni en sus movimientos. Los actores son claramente hombres vestidos de mujeres y no tiene nada que ver con el travestismo ni la transexualidad, pero sí con una conversión en la que el actor sea intérprete y se apropie de ese drama con una opinión crítica, respecto al trato de la mujer. No hay necesidad de artificio y mucho menos del ilusionismo».
«Siempre vemos mujeres sufrientes, pero no vemos hombres. Existen múltiples realidades y la opresión de muchas minorías como la homosexual, que no se tratan en esta obra. Es un hecho universal el de la privación de libertades: el miedo se contrapone al deseo. El control de la sociedad y la presión de las convenciones morales son los que hacen que haya sectores oprimidos».
«Hay una lapidación que Federico plantea y que siempre me ha parecido que pasa muy desapercibida y que es muy fuerte. Hemos normalizado cosas como lapidación o la ablación porque no nos tocan. Estos temas son de Federico, están ahí, él nos los ha regalado, no nos lo inventamos».
Víctimas y verdugos
«Lorca no solo habla de la opresión de la mujer sino del paso de víctima a verdugo. Es un poco el caso de Bernarda. Ella a veces es tratada como un arquetipo y hemos querido liberarla y mostrarla como una mujer. No deja de ser eso, una mujer oprimida que sobrevive en un mundo de hombres. Quizá no de la mejor manera, ella es causa y consecuencia y también se ha convertido en opresora».
«Hemos querido humanizar, encontrar la oscuridad de estos personajes, que no son unas víctimas bondadosas. El ser humano tiene todas estas contradicciones. En la paradoja «miedo – deseo», es la acción la que moviliza nuestro comportamiento».
Lorca y la mujer
«Que lo hagan hombres es una representación total de Lorca, porque él es un hombre que habla de las mujeres. Les pone voz. Ese recurso también fue motor para que decidiéramos que el reparto fuera masculino. Federico ha sido uno de los autores que mejor ha servido como altavoz para las mujeres, proyectándose en cada una de ellas, no observándolas desde fuera. Su problema con la maternidad, sus ansias de libertad creativa».
El casting de Esto no es la casa de Bernarda Alba
«Consigo muy buenos repartos y por tanto tengo el ochenta por ciento hecho. Porque el éxito de una función está en un buen casting y este sin duda lo es en general. Además de Eusebio Poncela e Igor Yebra, que quizás sean los más conocidos, es un elenco con una trayectoria y una formación muy amplia. Todos tienen un trabajo de cuerpo y de palabra, a la que le damos mucha importancia en esta función. Es un paisaje humano fantástico con todas sus individualidades. Hacen piña para reivindicar y tener una actitud crítica en cuanto a la opresión de la mujer en esta función».
«Es cierto que no son todo hombres. Está Julia de Castro, que interpreta a una de las hijas. Esto fue una decisión más tardía pero por las características físicas de Julia y su fuerza interpretativa, vi en ella una energía que convivía con la de tantos hombres».
El texto
«Mantenemos la fábula lorquiana intacta. José Manuel Mora y yo hemos querido abrir un poco la estructura, que no es tanto la de «Adela la heroína»: hay personajes que se han visto reforzados y aparece otra mujer. Se han incluido otros textos de Lorca y del propio José Manuel Mora, pero el hilo conductor se mantiene como la fábula lorquiana. Al plantear el espacio lo hago como si fuese una especie de museo de arte contemporáneo donde en cada escena aparece una instalación plástica entorno a las temáticas que van surgiendo».
La danza en Esto no es la casa de Bernarda Alba
«No se incorpora como escena y baile. Al montar un texto hago lo que me pide, cómo construir un universo donde tienen cabida todas las cosas sin distinción: cabe la música, cabe la palabra, cabe el movimiento porque a veces no es ni siquiera danza. Otras veces sí lo es, pero me gusta más hablar de movimiento porque es energía y emoción. La música es el hilo conductor que sostiene las emociones que ya están en esa palabra o bien porque abre un significado o porque nos movemos en una ambivalencia de significados. El resultado es crear un universo que es esa función, uno concreto, donde todo habita».
La casa de Bernarda Alba en el contexto de Lorca
«Si uno no se fija en las fechas de las obras, se ve como una evolución lógica hacia un lugar más vanguardista. El público es anterior a La casa de Bernarda Alba. Al escribir El público se da cuenta de que no ha tenido el mismo éxito que con María Pineda o Bodas de sangre. Duda entre hacer el teatro crítico pero más complaciente y más fácil para el público o hacer ese otro teatro donde eleva su poesía a lugares más difíciles de comprender».
«Plásticamente yo sitúo a Lorca donde estaba él en el plano artístico, con todas las vanguardias, lo que podía ver, lo que podía leer, la música que escuchaba. Acaba de ir a Cuba, a Nueva York, todo eso está en su cabeza aunque escribe La casa de Bernarda Alba que a priori es costumbrista. Yo lo he querido llevar a algo más universal, intento meterme en la cabeza de Federico, de todos los referentes que tenÌa en ese momento».
Revisitar a los clásicos
«Creo que todo autor se puede revisitar, pero precisamente por esa provocación que nos hace Lorca para luchar por la imaginación, nos da ese permiso. No sé si como un visionario, pensó que el suyo iba a ser un legado al que se le íbamos a poder dar la vuelta».
«A mí me gusta mucho Valle- Inclán, aunque revisar su texto con un lenguaje contemporáneo le haría perder. Hay muchas obras de Valle-Inclán que creo que están por revisitar, pero he de reconocer que soy más lorquiana».
“Los artistas no hemos venido a aleccionar sino a plantear preguntas desde todos los sentidos, desde el contenido y desde lo plástico”
Sobre Carlota Ferrer
«Yo soy clásica como directora aunque me tilden de moderna. Encuentro que lo clásico son las fuentes donde está almacenado todo el saber y la reflexión sobre muchos temas. Temas sobre los que afortunadamente no tenemos la respuesta. La tenemos que buscar y en eso estamos. Los artistas no hemos venido a aleccionar sino a plantear preguntas desde todos los sentidos, desde el contenido y desde lo plástico. Por eso creo que hay mucho de nuevo en los clásicos, porque lo leemos con los ojos de hoy. No creo que los clásicos estén muertos».
«Cada director tiene su mirada, no creo que la intención sea provocar o innovar, creo que cuando uno pone en marcha un montaje lo hace desde su mirada y sus referentes. Si eso es nuevo o no, se verá después, con el paso del tiempo».
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