[Chavela]: Carolina Román


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Texto de BiPaul
Teatro Marquina del 20 de febrero al 11 de mayo de 2025

En mi obsesión por Chavela Vargas me saltan las alarmas cuando alguien osa a tocarla. Me creo que sé más que nadie de ella, que la siento más que nadie, que me llega como a nadie. Desde que naciera para mí, la tengo guardada en mi cerebro entre plástico de burbujitas.

Miro el cartel con lupa. El montaje es de Carolina Román. De ella, en su día me interesó Adentro, que no era una obra autobiográfica pero tiraba de circunstancias propias. Está bien, son las maneras, porque no es lo mismo apropiarse de Chavela —que es mi Chavela— que convertirla en una circunstancia propia. Además, el montaje surge de casualidad, cuando por Juguetes Rotos recaló en México y conoció a María Cortina y estuvo en su casa de Tepoztlán —y más cosas que me dan una envidia bárbara:

Lo que ha dicho Carolina Román:

«Aunque haya sido un vuelo de avión el que me llevó a México, me permití volar y crear ese mundo llamado Chavela. Nunca me hubiera imaginado semejante regalo del destino. En esa gira con mi último montaje de teatro Juguetes Rotos conocí a María Cortina, amiga personal de “la señora”, quien la acompañara hasta el aliento final. Durante nuestros encuentros y a través de ella, de sus ojos, de su cariño, llegué a conocer quién era María Isabel Vargas Lizano, el ser humano que había detrás del mito de Chavela Vargas.

Al llegar a su casa de Tepoztlán miré desde el jardín a su otro amigo fiel, el cerro Chalchi al cual regalara sus cenizas, y sentí algo en el pecho, en las tripas, y tomé el valor de iniciar este camino hacia ella. Saberme con esta riqueza fue lo que me animó a escribir esta historia. Aún así y sabiendo el reto que esto supone, nada nunca podrá abarcar a tanta mujer. Lo único que sé es que todo lo que me contaron de viva voz tiene ese valor incalculable que tienen los tesoros. En estos años durante el proceso creativo fui trazando rutas dibujadas desde sus pensamientos.

En un diario inconcluso leí las sentencias visionarias que Chavela con tanta sencillez fue lanzando para dejarnos como herencia. Esta “dama de poncho rojo” que vino a cantar verdades desde ese corazón enorme y humilde, tejió una realidad con hilos de andar por casa para “apapacharnos “ en un abrazo sabio que se hará eterno cada vez que alguien quiera seguir oyendo su voz. Quiero invitaros a que vivamos juntos este tránsito de “ la última chamana”, con un lenguaje que mezcla lo cotidiano con lo divino, tal y como era Chavela».

Carolina Román

Rozalén participa en el montaje. Me encanta Rozalén. Confío en que esta mujer no hará suya a Chavela, sino que la convertirá en su circunstancia. Su única declaración en redes ha sido: «No sabéis lo que me impone todo esto». Rozalén es Chavela. También Luisa Gavasa es Chavela, que en declaraciones para Onda Cero dijo «Voy a ser Chavela Vargas. Me da mucho miedo y también me hace una ilusión tremenda». Pues nada, que tenemos a un par Chavelas asustadas ante la grandeza del mito. Y eso se agradece.

Esto es lo que sé de la obra. Una obra que, cuando escribo este artículo, nadie a visto porque se estrenará en el Teatro Calderón de Valladolid y luego vendrá al Marquina, en Madrid.

Cosas que hemos dicho de Chavela en ExPERPENTO:

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