Testo de BiPaul
Melo, Uruguay, en la frontera con Brasil. Todos esperan la visita del Papa Juan Pablo II. Al pueblo llegarán al menos 50.000 peregrinos. La televisión repite incesantemente que aquella es una oportunidad única de negocio. Todos se afanan en sacar adelante alguna idea: 50.000 brasileños inundarán el pueblo y querrán comer, beber, dormir… y defecar.
La película cuenta la historia de Beto, un traficante de tercera que entre carrera y carrera en la frontera, diseña el que él cree que será el negocio de su vida. Sus vecinos han invertido todos sus ahorros en comprar chorizos para vender a los brasieños hambrientos, y como todo lo que entra sale… el decide que el filón está en la construcción de un urinario público.
Estamos ante una revisión –no sabemos si premeditada o involuntaria– de Bienvenido Mister Marshall. Tanto Berlanga en los 50 como ahora Enrique Fernández y César Charlone nos retratan a un pueblo que teje sus sueños ante el más mínimo soplo de esperanza.
Pequeña en presupuesto y grande en contenido, nos encontramos con una producción simplemente perfecta. Virginia Méndez y César Troncoso ponen las caras a esta historia cuya dureza queda disipada por la ternura y el humor. La banda sonora y la fotografía, pese a rozar lo sublime, no roban su sitio ni a la historia ni a los personajes, simplemente acompañan. En definitiva, tenéis que verla.