Texto de Isabel Jiménez
El amor verdadero es un cuento… este es el subtítulo, casi sentenciador, de Frágil, la nueva película de Juanma Bajo Ulloa. Una película planteada como un moderno cuento de hadas en el que no falta ninguno de los personajes habituales: el príncipe, la princesa, la campesina, el rey, la bruja, el hada…
Frágil es la historia de Venus, una joven romántica y necesitada de cariño que vive con su anciano padre en un idílico y apartado valle. Venus no ha conocido el amor, o sí: a los nueve años vivió una secreta e inocente relación con un niño. Un niño que un día partió y en ese momento se declararon amor eterno. Un niño que le dio el único beso que ella ha recibido en su vida…. y un niño cuyo regreso permanece esperando durante más de quince años sin que se produzca nunca.
Venus está atada a su trabajo en el campo, a su valle y a su padre, pero cuando éste muere, decide salir a buscar sus sueños… sueños que no encuentra por su periplo viajero a la capital, del que sale desengañada y desencantada. En el camino de regreso a casa, queda fascinada por una impresionante mansión a la que acude a pedir trabajo. En ella se está rodando un superproducción de Hollywood. Y en ella, sin que todavía lo sepa, está aquel niño al que estuvo tanto tiempo esperando…
Frágil, la última película de Juanma Bajo Ulloa -director de filmes como Alas de Mariposa o Airbag-, es una historia sobre la idealización del amor, sobre el engaño que suponen los actuales cánones de belleza y los sufrimientos que pueden ocasionar en las personas.