Fotografía y texto de David García (www.david-g.com)
El mito del Don Juan vuelve a los escenarios madrileños del Teatro del Círculo de Bellas Artes. Fran Perea encarna al legendario personaje, en una nueva revisión de la obra escrita por Tirso de Molina, «Don Juan, el burlador de Sevilla». Una nueva oportunidad de presenciar las andanzas de este alabado y odiado seductor de la literatura mundial, en un montaje austero, cargado de pasión y fuerza, y donde las protagonistas femeninas cobran un especial valor.
¿Qué sensaciones te provoca el personaje que interpretas? ¿Estás más cerca de la simpatía, de la incomprensión, de la admiración…?
Me produce, por encima de todo, admiración. Es un personaje con una capacidad increíble para controlar las emociones. Con una inteligencia fascinante y un verbo seductor. Hasta en el momento en que se enfrenta a la muerte, para él supone un reto, un juego.
¿Qué es lo que más te gusta y lo que más te repele del personaje de Don Juan?
Lo que más me gusta es que es un tipo con una conciencia política muy seria. Lo que pasa es que comete varios errores desde mi punto de vista. No renegar de la alta cuna en la que se ha criado, a pesar de criticarla. Y la segunda cosa que no me gusta es el círculo vicioso en el que se mete, y del que no es capaz de salir. Y todo lo que trae ese círculo vicioso, como el maltrato a la mujer y a la amistad.
Y tú, ¿te has comportado alguna vez como un Don Juan?
Pues seguramente, yo creo que todos tenemos un pequeño Don Juan o una pequeña Doña Juana dentro.
Y siendo tan representado, ¿cómo te enfrentas al personaje?, ¿se puede aportar algo nuevo?
Es un personaje tan universal que es muy fácil caer en el estereotipo. Seductor, fanfarrón… y es mucho más que todo eso. Hay que buscar el por qué hace las cosas, que es donde está la profundidad del personaje. Es un revolucionario y un anarquista. Pero, por otra parte, es incapaz de encontrar la felicidad en nada. Y todo eso te lo da el texto y el estudio del texto.
¿Y qué hay de novedoso en el montaje?
La dramaturgia es diferente. El punto de vista desde donde se observa la función es novedoso. Las cuatro protagonistas femeninas son las que están presentes en el escenario, y son, de alguna manera, las que van contando la historia.
En una obra y un personaje tan inmortal, ¿has trasladado o identificado momentos, escenas o personajes con la época actual?
Sí, por supuesto que están presentes muchos de los valores de entonces en la sociedad actual, y muchas de las caras que muestra Don Juan. Esta función critica la clase alta, y hoy en día también habría que mirar con lupa esa misma clase alta. Hay mucha política en escena, mucha lucha de poder, y todo eso lo podemos ver en la actualidad.
Y después de interpretar a uno de los grandes personajes del teatro, ¿qué es lo que te gustaría hacer?, ¿qué va a ser lo próximo?
Yo soy una persona abierta a los retos, y que le encantan las cosas nuevas. Por lo tanto, estoy dispuesto a lo que venga. Desde muy jovencito me ha gustado el cambio y hacer cosas distintas. Lo próximo será el nuevo disco, que ya está preparado. He estado tres años trabajando en él, y espero que se lance en febrero o marzo del próximo año.