Las múltiples formas de La Sonrisa de Julia.


Entrevista de Covadonga Carrasco

Calidad, talento y magia. Esas son las primeras palabras que vienen a la cabeza después de escuchar el nuevo trabajo de La Sonrisa de Julia, Bipolar. Tres jóvenes que han logrado poner la piel de gallina con sus letras a más de uno. Hablamos con ellos y consiguieron que nos hiciéramos un poco más fans de lo que lo éramos ya.

La primera pregunta es obligada… ¿Bipolar hace referencia a alguien en particular?
Marcos: Ni se os ocurra abrir la boca ¡¡¡eh!!! (risas)
Raúl: Sí, tiene que ver con alguien… Bueno no… bueno sí…
Marcos: Bueno la verdad es que sí… Ellos me llaman Bipo. Dicen que Bi es el bueno y que Po es el malo… Tengo los dos lados. Todo el mundo puede ser definido como bipolar: no hay nadie generoso al 100% ni egoísta al 100%. Existe el frío porque existe el calor y la noche porque existe el día, los seres humanos en Occidente entendemos así las cosas. Esa canción es una exageración de mi forma de ser, ya que me llamaban así dije: «Pues voy a hacer una canción que os vais a enterar hombre…» Y la verdad es que nos encantó, tenía mucho que ver con lo que es el disco, que pasa por muchos estados anímicos. Nos pareció un buen título para resumirlo.

Han comparado muchas veces tu voz con la de otros músicos. Nosotros te hemos sacado otra similitud… A Bono (el líder de U2 no al Presidente del Congreso)
Marcos: ¡Eh qué guay! Bonita comparación. Puede que ese parecido que dices surja en el momento en el que me relajo más. Bono transmite emociones fuertes, pero con la actitud de llevar un par de cervezas encima… Yo ese punto relajado y a la vez intenso no siempre lo consigo.

Sois un grupo con una trayectoria importante sin que se os haya machacado en las radio fórmulas ¿Cambiaríais lo que tenéis ahora mismo por ser Nº1 en Los 40?
Marcos: Si alcanzamos el Nº1 siendo lo que somos, perfecto. No renunciamos a salir en Los 40, no tenemos nada contra ellos, todo lo contrario, nos han apoyado mucho.

En ocasiones de tanto quemar las canciones en la radio, la gente acaba aborreciéndolas…
Marcos: También depende de la canción. Llevo tu voz sonó muchísimo y es una canción que a mí me sigue pareciendo maravillosa. Eso es algo que tú no puedes controlar. Lo único en lo que podemos intervenir es en la creación del disco y en nuestro caso más, porque nos lo hemos producido. Nos hemos vuelto a arriesgar y hemos hecho lo que hemos querido. Tienes que hacer lo que te gusta, si luego las radios deciden que les encanta y lo ponen a todas horas, pues mejor. Lo malo es caer en la composición de temas buscando el éxito.

Parece que lo que se lleva ahora es criticar todo aquello que tiene éxito aunque sea un producto de calidad…
Marcos: Sinceramente me parece una gilipollez, y probablemente habrá gente que piense lo mismo que yo. Un grupo por ser indie no es peor que U2 porque venda mucho. Coldplay son extraordinarios y no porque le guste a mucha gente van a dejar de ser buenos. En mi opinión, el último disco es para quitarse el sombrero. Lo que no termino de entender es por qué cierto tipo de gente utiliza la música para diferenciarse socialmente de los demás. Es como si pensaran que el resto del mundo es idiota y en el momento en el que mucha gente comienza a compartir su gusto sienten que deben apartarse. Es una pena porque nosotros no hacemos música para nadie más que para aquellos a los que les guste La Sonrisa de Julia… ¿Bob Marley es comercial o no es bueno? ¿Y Police o The Beatles?

En este disco ha colaborado con vosotros un pedazo de músico como es Iván Ferreiro ¿Cómo surgió esta participación?
Marcos: Por suerte Iván Ferreiro es una de esas personas que no creen en este tipo de historias. A Iván si le gusta una canción cola-bora contigo, le da igual quién seas. Para nosotros siempre fue un referente, no sólo artísticamente sino por cómo ha llevado su carrera. Nunca habíamos tenido una relación muy profunda con él, pero siempre que hemos coincidido ha habido buen rollo y admiración mutua. Así que le llamamos, le dijimos que escuchara la canción sin ningún compromiso. Le encantó y decidimos quedar en el estudio de un amigo común, y comen-zamos a hacer un poquito lo que dice la canción, relajarnos y empezar a volar… Todo lo que sucedió allí fue muy espontáneo y la canción tomó un cariz que no esperábamos. Iván le dio un toque muy salvaje y en cierto modo parece una canción suya. No es la típica colaboración donde se nota que ha estado el productor cortando y pegando. Nos sorprendió la valentía de Iván, nunca habíamos trabajado juntos y bueno, pues… sucedió lo que muchas veces sucede en un estudio, el tío se empezó a soltar y nos dejó a todos con la boca abierta. Es una de las mejores del disco, sin duda.

¿Disfrutaremos de alguna colaboración en los directos con Iván Ferreiro?
Marcos: Todavía no lo sabemos, pero será tan sencillo como que si actuamos en algún sitio y le llamamos para que se venga a cantar Euforia, le apetece y puede, vendrá seguro. Además preferimos que no se sepa, no quiero que venga nadie al concierto solo porque actúe Iván. Lo que sí te puedo casi asegurar es que entre este año y el que viene tocaremos juntos en algún concierto.

Tenéis una forma particular de escribir canciones de amor, no son empalagosas… En este disco hay una que se llama Amor, que a más de uno le puede provocar falsas expectativas, porque la letra de la canción va justo de lo que no es….
Raúl: Aunque al final sí decimos lo que es el amor.
Marcos: Estamos cansados de escuchar canciones de topicazos. Esos temas no tienen nada que ver con el amor. En este disco ya somos más mayores y las experiencias con la pareja o los amigos son distintas. Luces de Neón habla de negarse al estancamien-to, tanto en el grupo, como en las relaciones personales. Yo que soy el que escribe las letras, he querido hablar de lo que me preocupaba, de que mi relación no se convirtiera en lo que nunca he querido convertirme yo, un «estoy contigo por no estar solo».

Los temas suenan a verdad, ¿Es ese el secreto del éxito?
Marcos: No lo sé. Creemos que merece la pena hacer las canciones que nos gustan y hablar de las cosas que sentimos. Hemos conocido grupos que no lo hacen y es horroroso: tener que defender cada noche, en verano, concierto tras concierto canciones que no les gustan. A los pobres les iba cambiando la cara y al final estaban medio enfermos. Eso acaba dañándote el espíritu.
Raúl: Además salga bien o no, tú estas orgulloso y sabes que lo has hecho como mejor has sabido. Después tampoco te puedes reprochar nada o arrepentirte diciendo: «Si hubiese hecho lo que yo quería…». Y eso está muy bien.
Diego: Y dura más tiempo. Pasan los años, escuchas lo que dicen las letras y la música que las envuelve y esa sensibilidad te sigue emocionando.
Marcos: Lo que dice Diego nos lo enseñó un productor. Él siempre nos decía que cuando grabásemos una canción no pensáramos en el próximo álbum, sino en cuando tuviéramos sesenta años y miráramos atrás. Esa es la perspectiva, hayamos tenido el éxito que sea, eso da igual. Queremos con cincuenta años poner un disco nuestro y disfru-tarlo. En cierto modo le reconozco mucho mérito a gente que hace canciones de éxito, así como si nada. Si nosotros lo intentamos, nos sale una auténtica basura seguro… aunque quién sabe, quizás dentro de unos años nos pasamos al lado oscuro y hacemos hits como churros…

Han habido muchas rupturas de grupos que finalmente han renacido como el Ave Fénix ¿Habéis sentido algo similar al haber pasado de cuarteto a terceto?
Marcos: Un poco la energía del disco viene de ahí. No es que con Curro nos lleváramos mal. Él y yo éramos los que más discutíamos, la relación que habíamos establecido no era buena para ninguno. En el segundo disco hubo mucha discusión. Compartimos mucha melancolía y mucha tristeza y se lo trasladamos a Diego y a Raúl. Desde que los cuatro decidimos que lo mejor era separarse, mi relación con ellos es mucho mejor, ahora es la adecuada… El otro día en una entrevista lo comentaba: soy un tipo controlador, tenso y tengo la suerte de trabajar con los tíos más irresponsables y de más buen rollo que he conocido en mi vida.
Raúl: Eh… ¿Gracias?
Marcos: Ya sé que no suena muy bien, pero creo que ser irrespon-sable es un don. Porque por otro lado sois muy relajados y creo que hacemos una buena combinación. Ellos hacen un contrapeso cojonudo a mis rayadas.
Raúl: Creo que eso también se nota en el disco.
Marcos: Nos ha salido una vena punk y de diversión que antes no nos habíamos atrevido a sacar. La Sonrisa de Julia, Bipolar,

Definidle a la gente el disco en una sola palabra Bipolar.
Marcos: Joder…
Diego: Yo diría enérgico.
Marcos: No vale usar el comodín del público ¿Eh?
Raúl: Yo… que es un punto de inflexión. No es una palabra pero el cambio ha sido brutal.
Marcos: A ver… con qué nos quedamos, con brutal, con cambio, con punto…
Raúl: Venga con… ¿vitalidad?
Marcos: Dinámico
Raúl: ¡Fresco!
Marcos: (Risas) ¡Joven!

Y así un rato hasta que nos despedimos de ellos. Tres personas encantadoras, llenas de ilusión y orgullosos del trabajo bien hecho pero sobre todo de la responsabilidad de haber tomado sus propias decisiones.

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