«Inocencia interrumpida» de James Mangold


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Texto de Bi Paul

Estados Unidos. 1999
Dirigida por James Mangold
En base a un libro de Susanna Kaysen
Con Winona Ryder, Angelina Jolie, Clea DuVall, Brittany Murphy, Elisabeth Moss, Jared Leto, Jeffrey Tambor, Vanessa Redgrave, Whoopi Goldberg

En su origen, Inocencia interrumpida es un libro de Susanna Kaysen. Se trata de una autobiografía y en él, la autora estadounidense contaba su experiencia en una institución psiquiátrica a los 18 años. Lo publicó en 1993. En 1999 James Mangold dirigía un film con Winona Ryder en el papel de Kaysen y Angelina Jolie a la que su interpretación de Lisa Rowe le supuso un Globo de Oro y un Oscar. Por ahí también aparecen Jared Leto y Elisabeth Moss.

El argumento

Susana Kaysen (Winona Ryder) ha intentado suicidarse y un psiquiatra amigo de la familia, decide internarla en un centro psiquiátrico. Es diagnosticada de trastorno límite de la personalidad. Allí conoce a otras internas, chicas de su edad y en el entorno general, ella es la menos enferma, o la más cuerda. Conocemos a Georgina (Clea DuVall), su compañera de cuarto y mentirosa patológica, a Daisy (Brittany Murphy), cuya historia es uno de los argumentos que cruza la acción, Polly (Elisabeth Moss) estancada en su infancia, pero sobre todo a Lisa (Angelina Jolie), una sociópata extremadamente magnética.

La película discurre entre las duras historias de estas mujeres y la vida en el hospital psiquiátrico. Valerie Owens (Whoopi Goldberg) es quien pone cara al personal de la institución.

El éxito de la película

Si bien Inocencia Interrumpida se sitúa en los años sesenta, su aparición en el cambio de siglo fue clave. Los de la generación más preparada de la historia nos hacíamos preguntas en torno a nuestro encaje en el mundo. Las noticias estaban plagadas de historias sobre botellones y consumo de drogas, sobre la anorexia y la bulimia, el mileurismo, la falta de futuro, etcétera. Si bien el sentimiento de aquella generación era la frustración, sobre todo nos sentíamos fraudulentos. Constantemente se hablaba del sacrificio de nuestros padres y nosotros no encontrábamos la manera de parecernos a esos jóvenes exitosos que dirigían bancos o inventaban cosas como internet. En aquel instante, los diversos caracteres y enfermedades, parecían dar respuesta a la generación que se hacía preguntas.

La película ha soportado bien el paso del tiempo. En parte porque no cayó en la trampa de lo peliculero, si bien el libro en el que se basa tiene un trasfondo más íntimo e intenso. Por un lado, los trastornos están muy bien definidos a base de pinceladas certeras, lo que hace que quien más y quien menos, se sienta representado por alguna de las enfermas. Podéis hacer la prueba de poner Inocencia Interrumpida en el buscador y en seguida saldrán las preguntas que se hace la gente, quizás con la idea de encontrar un diagnóstico a lo suyo. Y por el otro lado, porque no presenta el hospital como un infierno, sino como un lugar en el que lo que importan son los profesionales, que son tan humanos como todos los demás.

Vais a encontrar críticas muy contrarias al film. Y son correctas. A ratos puede resultar aburrida, un pastelón o un drama de la siesta de Antena 3. Pero lo que sí que hizo en aquel momento (y en este), es desestigmatizar la enfermedad mental (ahora me viene a la cabeza Orange is the new black, serie que nos convierte en humanas a un grupo de reclusas) y desestigmatizar el centro de salud mental, retratados injustamente como lugares sórdidos en los que los cuidadores están más locos que los internos. Esto es importante. Sobre todo para las personas que deben ingresar o para las familias que han de tomar esa decisión  con la cabeza llena de estereotipos y la culpa retorciéndoles el corazón.

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