Texto de R. Muñoz
Después de Mamma Mía! era fácil imaginar que la moda de hacer musicales sobre las canciones de los más variados artistas iba a llegar a España. Lo que muchos jamás hubiéramos imaginado es que las canciones de Sabina podían servir para hilar un espectáculo de estas características.
La responsabilidad de reconvertir en musical aquello que para el común de los humanos era solitaria escucha, es en parte de David Serrano (El otro lado de la cama), director del montaje que en una breve carta explica: «Las canciones de Sabina son algunas de las mejores canciones escritas en lengua castellana y no podían recibir un tratamiento convencional. Por eso hemos escrito una historia que pocas veces se ha visto en un musical, una historia dura, de timos, llena de mentiras y con personajes que parecen haber salido directamente de sus discos: prostitutas, delincuentes, hombres de traje gris, cobardes, héroes, canallas, colgados, apasionados y desencantados. Buena gente sin necesidad de ser gente de bien». Lo podéis ver en el Teatro Rialto de Madrid.