SCRAPLAND


Éste es el primer juego de la compañía española Mercury Steam Entertainment. Podría parecer que recalco mucho el hecho de que sea una empresa nacional, pero cuando ponéis el juego parece una superproducción extranjera, con unos increíbles gráficos llenos de efectos y luz a lo que hay que añadir una estupenda música y unos diseños de ciudades y personajes que no tienen nada que envidiar a la película Robots.

Rober.- En Scrapland controlamos a D-Tritus, un robot que llega del espacio exterior a un asteroide habitado por robots llamado Scrapland. Para poder quedarse a vivir en el asteroide, debemos tener un trabajo que nos asigna un “amable” funcionario. Se nos asigna al periódico de Scrapland como reportero. En nuestro periplo hasta la sede del periódico conoceremos a varios personajes clave del juego, incluyendo a los obispos. Los obispos se encargan de mantener un superordenador llamado “La Gran Base De Datos” que contiene las matrices de todos los robots de Scrapland y, en caso de accidente y por un módico precio, se utiliza para regenerar completamente al robot accidentado. La aventura comienza cuando el jefe espiritual de los obispos, el Gran Arzobispo, es asesinado. ¿Podrás descubrir quien es el culpable?

La vida en Scrapland es dura y te hará falta dinero para conseguir equipo, comprar “vidas extra” y más cosillas. Puedes conseguir el dinero de varias formas. Una es trabajando y entre las otras destaca hacer las misiones que nos encarga el Apostador Loco. Son pequeñas misiones que suelen consistir en echar carreras por las calles de Scrapland, cada 3 misiones podremos hacer una misión especial en la que se nos recompensará con piezas o armamento para nuestra nave. Nuestra nave se nos quedará pequeña al poco rato de jugar, pero podremos ir consiguiendo planos de piezas y configurarnos nuestra propia nave al gusto. Con ella podremos ir ganando carreras y hacernos con el mayor carrazo del universo.

Lo único malo que se le puede achacar a este magnífico juego es que cuesta hacerse con el control, nada que no se arregle jugando unas horas, pero no es tan intuitivo como el de otros títulos; y que a veces es un poco confuso moverse por la ciudad, pero también se le acaba cogiendo el truco.

Como ya he dicho los gráficos son sencillamente increíbles, llegando a tener detalles tan currados como el hecho de que el cabello del protagonista son cables de fibra óptica y las puntas siempre brillan.

En resumen, un magnífico juego y además Made In Spain, ¿qué mas se puede pedir?

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