Texto de Arantxa Hernández
Si os cruzáis con alguien ensangrentado en los cines Kinépolis, en principio, no os asustéis. El pasado Halloween llegaron –y no tienen pinta de querer irse pronto– los demonios de Cándar a la sala 18 para poner en marcha Evil Dead, el Musical, una caricatura de las películas del mismo título (que aquí recibimos como Posesión Infernal) del director Sam Raimi, cuando aún se mantenía lejos de los superhéroes arácnidos.
La historia es la misma que en la saga de serie B, pero el musical la utiliza como un gag en sí mismo; un grupo de amigos liderados por Ash va a pasar el fin de semana a una cabaña abandonada en mitad de un bosque demasiado vivo, encontrando el Necronomicon Ex Mortis. Como era de esperar al estar encuadernado en piel humana y escrito con sangre, este Libro de los muertos guarda una maldición entre sus páginas que irá haciéndose con los “okupas”.
Para acompañar el fin de semana de ensueño de los chavales, van salpicando con canciones de lo más surrealista las desgracias del grupo, con coreografías tan «naturales» como las de Dick Van Dyke en Mary Poppins o las peleas de West Side Story. Eso sí, las versiones en castellano de los temas son casi más difíciles de quitar de la cabeza que las manchas que dejan los litros de sangre en los valientes que optan por la “Splatter Zone”.
Una mirada irreverente y hasta premeditadamente “low cost” de los estereotipos de las B-Movies, jugando también con el género musical para administrar las risas durante toda la posesión.
Más información en http://www.evildeadelmusical.com/
Hablamos de Evil dead en el ExPERPENTO impreso de noviembre- diciembre de 2012: