Stereozone presenta «Rage Warriors IV»


Entrevista R. Muñoz
Fotografías cortesía de Cuestión de Medios

Todo lo que nos cuentan los de Stereozone en esta entrevista, concuerda con lo que hemos escuchado en Rage Warriors IV, un disco que nos explica, canción a canción, que se trata de una banda con una sensibilidad musical muy clara y que no hace concesiones. La propuesta es un “esto somos y si os gusta bien, y si no os gusta, poned una radio fórmula para pasar la mañana”. Y saben lo que hacen, porque lo hacen muy bien. Desde el instante en el que empieza a sonar, la potencia invade el espacio, hasta el punto de que podemos imaginar a la banda sobre el escenario. Es muy difícil enlatar la pasión, quizás lo más difícil en el lanzamiento de un disco, y ellos lo han hecho.

«…no creo que seamos muy clásicos ni puristas. Nuestras influencias siempre decimos que vienen del grunge de los 90’s hacia adelante, y no nos importa para nada experimentar y probar cosas nuevas».

Nada más poner a rodar el disco la sensación es que sois bastante puristas, aunque defendéis que os movéis entre el rock alternativo y el rock clásico… ¿Me equivoco?

Creo que en cuanto al sonido sí que somos bastante puristas en ese sentido. Siempre intentamos que lo que sale de los amplis sea lo que se escuche en los discos, no buscamos ni abusamos mucho de post-producción en el estudio. Básicamente lo que escuchas en el CD es lo que vas a escuchar en un concierto, somos un grupo más enfocado a la contundencia, al directo. En cuanto al estilo no creo que seamos muy clásicos ni puristas. Nuestras influencias siempre decimos que vienen del grunge de los 90’s hacia adelante, y no nos importa para nada experimentar y probar cosas nuevas.

Tras un inicio muy muy potente llegamos hasta “Sucker punch”, con una intro muy salvaje y muy larga que genera un gran contraste con el desarrollo. ¿Vuestro hábitat son los directos? ¿Qué espacio ocupa el proceso de grabación del disco?

Definitivamente sí, como comentábamos antes, somos un grupo de directo, es donde nos sentimos más cómodos y donde creo que desarrollamos todo nuestro potencial. En cuánto a la grabación del disco, Rage Warriors IV ha sido algo totalmente diferente a todo lo demás, ya que es la primera vez que no nos producimos totalmente y se encarga alguien del exterior de la grabación y mezcla.

Sobra decir que estamos contentísimos con el trabajo realizado por Raúl Abellán, y anteriormente, de Dani y Álex Vallés en «Deathproof man». Así que ha sido una experiencia nueva, en la que hemos cogido todas nuestras ideas y las exprimimos al máximo antes de entrar al estudio. Una vez allí no estuvimos mucho tiempo dentro, aunque allí mismo las canciones evolucionaron y pudimos pulir algunas cosas más. Luego, al salir del estudio y volver a la realidad, las canciones siguieron evolucionando, y la gente que nos siga notará en los directos esas pequeñas variaciones o pequeños detalles que van haciendo nuestros temas cada vez más grandes.

Es un disco en inglés, ¿no limita el mensaje? ¿Es una forma de preservar la esencia de vuestro rock?

Somos un grupo al que más que el mensaje de una letra o el contenido de ella, siempre le ha importado más la música, preferimos transmitir un mensaje, tal vez más ambiguo, pero sobretodo más sincero, a través de un riff o un ritmo. Por otra parte, nuestras influencias siempre han venido de grupos extranjeros, así que desde un primer momento decidimos hacer temas en inglés, eso no quita que entre nuestros temas más viejos puedas encontrar alguna canción en castellano o valenciano.

No nos cerramos a nada y como hemos dicho antes nos gusta experimentar y probar.

“Bastard”… aquí se agradece que el título sea en inglés, la traducción suena muy bestia… ¿Nos habláis de ella? Me ha parecido que o bien es una venganza personal o bien es de contenido político… nos contáis.

En realidad ninguna de las dos, de hecho ¡la historia de esta canción está inspirada en Conor McGregor, un luchador de la UFC!, el cuál iba a ponerle título al tema. Al final acabamos poniéndole de título «Bastard» porque nos parecía un nombre apropiado, pegadizo y potente, pero no contiene ningún mensaje escondido ni nada por el estilo. Muchas veces buscamos títulos atractivos para nuestras canciones o temas, pensamos que no siempre tiene por qué ser el estribillo o alguna palabra clave que esté en la letra.

Vuestro anterior disco Positive/Negative, es una reedición. ¿Os sentíais en deuda con vuestras “viejas” canciones? ¿Qué novedades aporta el trabajo?

En ese momento sí, quisimos hacer algo a corto plazo y pensamos en darle un aire diferente a nuestras viejas canciones, ya que por medios, juventud, experiencia y calidad técnica podíamos darle una vuelta de tuerca, era como un disco de covers nuestras. En Rage Warriors IV encontrarás un salto de calidad importante, en el sonido, en la ejecución y en la composición de los temas, para nosotros es como un escalón más en nuestra carrera, tal vez uno de los más importantes hasta ahora, eso sí.

«Volviendo al tema de nuestra música, desde luego sí, «Titan» podría decirse que es la canción más íntima y personal del disco, aunque hablando de su letra, tal vez sea la que contiene un mensaje más político o social»

¿Cuál es el eje argumental del disco? Me ha parecido que hay un juego entre canciones más íntimas, más golfas y más sociales. En las primeras metería “Titan”, en las segundas “Brown eyes”… en las terceras había metido «Bastard», pero no…

Volviendo al tema de nuestra música, desde luego sí, «Titan» podría decirse que es la canción más íntima y personal del disco, aunque hablando de su letra, tal vez sea la que contiene un mensaje más político o social. «Brown eyes» desde luego suena más macarra y golfa, aunque la letra no deja de ser una canción de amor. Por otra parte tenemos «Bastard», que como comentaba antes la letra va de un luchador de la UFC, seguramente esta sea la que más concuerda hablando de música y letra a la vez, la más rabiosa. Después tenemos «Sucker punch» que es la que más contrastes tiene, y por supuesto «Ghost», que para nosotros es el tema más completo y redondo, y por eso lo elegimos como nuestro single.

Vuelvo a “Titan”, la siento muy, muy cuidada, como que se midiera mucho todo… desde la letra, a la melodía, a la propia forma. ¿Hay canciones en las que os dejáis más alma? ¿O todas las canciones llevan lo suyo?

Todas las canciones llevan lo suyo la verdad, por ejemplo en este caso, la letra la hicimos entre todos en el local de ensayo, así como la melodía de las voces. Es una canción más íntima por decirlo así, simplemente nos gustó la idea que sacamos y decidimos seguir trabajando en ella. Al final puede ser más tranquila o diferente, pero acaba sonando a Stereozone.

«Calavera» es una balada, y según mi playlist, la última canción. Es mucho más ambiental y experimental que las anteriores… ¿Nos anuncia un futuro o fue una propuesta que probasteis y os gustó?

La historia de «Calavera» es curiosa. Estábamos en el estudio de grabación, y mientras yo estaba grabando las baterías del último tema «Brown Eyes». Raúl le dijo a Charlie, el guitarrista, que si se sacaba un tema de la manga mientras acababa de grabar «Brown Eyes», grabábamos una más… así que Charlie se fue castigado al pasillo. Sacó su guitarra y nos trajo esta idea que se escucha al principio del tema. Luego nos dejamos llevar un poco y en quince minutos teníamos el tema estructurado, grabado y terminado.

«…los cuatro intervenimos en todo el proceso, hay mucho compañerismo en ese sentido. Siempre estamos abiertos a cambios, no solemos llevar ideas cerradas de ‘Guitar Pro’ y que no nos podamos salir de ahí».

¿Cómo es el proceso de trabajo del grupo? ¿Hay compartimentos individuales o los cuatro intervenís en todo? Letras, melodías, riffs, sensaciones que transmite el disco…
Generalmente las ideas las trabajamos en el local a partir de una idea que alguien traiga de casa, o algo que se nos ocurra al momento en el local. Siempre está todo muy abierto a cambios ya que partimos de un simple riff, una frase, un ritmo… Así que sí, los cuatro intervenimos en todo el proceso. Hay mucho compañerismo en ese sentido, y siempre estamos abiertos a cambios. No solemos llevar ideas cerradas de «Guitar Pro» y que no nos podamos salir de ahí.

La verdad es que los ensayos en los que nos ponemos a componer son casi improvisados. A lo mejor estamos tocando parte del tracklist, a uno se le ocurre una idea, nos agarramos a ella, y acabamos sacando algún tema nuevo. Son como grandes jams cada día, sabes como entras al ensayo pero no como sales. La verdad es que ensayar en Stereozone es bastante ameno y divertido.

¿Qué esperáis que suceda a partir del momento en el que lancéis el disco?

Esperamos sobretodo que guste, que guste a mucha gente, con mucha intensidad. Esperamos currar mucho, hacer muchos conciertos y ser escuchados en todos los sitios posibles.

En el ExPERPENTO de marzo-abril 2017 hemos publicado un extracto de esta entrevista. Mira: https://issuu.com/experpento/docs/experpento_marzo_abril2017_online/24

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