Texto de Reyes Muñoz
A lo largo de treinta años de carrera, The Pretenders sólo han lanzado nueve discos de estudio, lo que les ha bastado para ser considerados una de las bandas más importantes de la música contemporánea. Es más, sus tres primeros trabajos, en conjunto o de manera individual, entraron a destajo en el universo de la música simplemente perfecta.
Chrissie Hynde –líder de la banda– luce sus 57 años en el mapa de su cara, espejo de la convulsa historia de una banda que perdió a su guitarrista y su bajista –Pete Farndon y James Honeyman-Scott– demasiado pronto, víctimas de la pandemia que asoló a la new wave inglesa.Sobrevivieron Hynde y el batería Martin Chambers, que abandonó la banda para volver a ella en los 90.
Break up the concrete es el primer trabajo con temas nuevos que la banda saca en mucho tiempo- en 2002 lanzaron Loose screw, un disco que a pesar de las buenas críticas pasó por nuestras vidas sin pena ni gloria. Con este no sucederá lo mismo –espero– porque es especial. Suena a bar y a road movie. En él, la portentosa, sensual y elegante voz de Hynde vuelve a emocionar. Es cazallera en «The last ride» , limpia en «Love a mistery» y frágil en «One thing never changed» broche final de un disco grabado en diez días del que podemos decir de todo menos que es descuidado. Break up the concrete es un trabajo compuesto de once grandes temas.
Más información en http://www.thepretenders.com/