Xoel López: «Si mi rayo te alcanzara»


Entrevista de Vicen Martín
Fotografía de Fotografía (c) de Mónica Figueras

Tras dos décadas en la música, Xoel López está incandescente. Y la prueba la tenemos en Si mi rayo te alcanzara (2020), un disco que supone un cambio, o un racimo de cambios, en el rumbo de la carrera de Xoel López (al que de nuevo podemos escuchar como Deluxe en algún concierto). Desde que realizamos esta entrevista, han ocurrido muchas cosas: Xoel López sigue inmerso en una gira y va presentando temas del que será su próximo disco.

Ahora sí que se puede decir Xoel López se ha convertido en el superhéroe que lanza rayos a diestro y siniestro…

Me gusta, me gusta (risas). Pero realmente la intención del disco era otra. Nace en un contexto completamente distinto al de las olas y la pandemia, pero sí, la gente nos lo dice mucho. Estamos haciendo un montón de pequeños conciertos y la intención era esa, la de ir por ahí lanzando rayos y convertirnos en superhéroes. Como todo es tan difícil ahora, tenemos que ponerlo de nuestra parte. Y hacemos un triple esfuerzo. En nuestro caso, el esfuerzo no es algo que queramos evitar.
Y sobre el disco, el rayo es un elemento de energía, que además hace referencia a “El rayo que no cesa” de Miguel Hernández. La idea es que, después de tantos discos y después de tantos años dedicándome a la música, pues aún mantengo la llama, la energía. Y ahí está la idea de seguir dándolo todo.

Es verdad, no había pensado en Miguel Hernández. No me había acordado hasta que lo has dicho. Yo había pensado más bien en la expresión “que un rayo te parta”, pero en positivo.

Claro, más que partir a nadie con un rayo, se puede pensar en que un rayo te puede cargar de energía. Yo siempre hablo de la comunicación a través de la música. Comunicar es dar, dar parte de lo tuyo al otro. Comunicas tu visión de las cosas, tu esfuerzo a la hora de hacer canciones, discos, giras… Obviamente, el otro ha de estar dispuesto a recibirlo y a celebrarlo.
Es un disco muy enérgico, que tiene una ilusión extra e incluso que tiene más ganas de brillar que los discos anteriores. Todo en el disco tiene mucho que ver con la idea del título, “Si mi rayo te alcanzara”. Insisto mucho en que este es un disco que hay que escuchar entero. Es un disco complejo, vamos a decir que es un disco de subtítulos…

«Yo necesito siempre sentir que no se apaga la energía, que no se acaba esa magia».

Pero tú siempre has hecho gala, y no me meto todavía en los mensajes, de una creatividad a lo bestia. No sé si es que cada vez eres más sabio y te atreves más a meterte en berenjenales. Tu carrera está llena de evoluciones. Tampoco sé si te impones unos límites.

Yo creo que nunca pierdo el control absoluto. Soy curioso y no puedo evitarlo. Hay una parte que necesita evolucionar, porque me lo pide el cuerpo. Creo que uno tiene que ser consecuente con lo que es y esto no tiene nada de malo. Yo necesito siempre sentir que no se apaga la energía, que no se acaba esa magia. Para mí evolucionar, pasa por ahí. Digamos que evito la rutina. Para mucha gente la rutina es bienestar. Y creo que los puedo llegar a entender. Pero mi búsqueda siempre va por otros lados.
Hay una inquietud que me obliga a seguir viajando, a seguir caminando. Pero al mismo tiempo siempre intento tener la vista puesta atrás, en todo lo anterior. No tengo cambios radicales. Como tú decías, son evoluciones. Todo pasa por seguir con la llama encendida, por no dejar de divertirme. Y quizás en este disco hubo un mayor atrevimiento, unas ganas mayores de hacer un disco diferente.
Con los tres discos anteriores, yo sentía que cerraba una trilogía. Y la energía, la positividad, la luz es lo que define a este. También hago indagaciones más profundas. Voy a lugares más profundos que antes. Ahí te encuentras “Tigre de bengala” que es pura energía y baile. Tiene un tono inédito en mi carrera. Pero en el mismo disco te encuentras con “Joana”, o “El destello”, o “Pez globo”, que son canciones que bajan a las profundidades. En este sentido, creo que este es un disco con más aristas, con más dinámica. Llega más de un extremo a otro que los discos anteriores, y aún con eso, sigo siendo yo.
Todos los humanos somos muy complejos. En un mismo año, en un mismo día o en un mismo disco, en mi caso, puedo reflejar sensaciones dispares.

Me has dicho que esto es el inicio de algo nuevo. ¿No se engancha con “Paramales” o con “Sueños y pan”?

Este sería el principio de otra cosa. La trilogía tiene que ver con un viaje a América. A esos discos los engloba una experiencia personal. Y ahora hay cambios artísticos que tienen que ver con cambios personales, con nuevas etapas. Este disco se distancia de ese viaje de cinco años, de esa influencia americana que bañó a los discos anteriores. Este disco está escrito en Madrid, grabado aquí. Así que este sería el principio de otra cosa. Que te estoy diciendo esto y a la vez que te lo digo, hasta a mí me parece exagerado.

¿Es el inicio de otra trilogía? Me da la sensación de que antes de empezar tu ya tienes claras estas cosas conceptuales…

Bueno, ya se verá. Que sí, que lo haré mientras se pueda. Pero no sé a dónde me lleva todo esto, porque la idea mía es no parar nunca. Pero mira, ya he pensado en ponerme a componer en plan serio para otro disco. Estoy un poco confuso.

«Yo me tiro a la piscina y no sé si ahí me voy a zambullir en coca-cola o chapapote».

¿Hablamos del eclecticismo? Que nos salimos todo el rato y me hablabas de “Joana” y “Pez globo”… “Tigre de bengala” es probablemente el tema más ecléctico de tu carrera y por eso antes te preguntaba por los límites. Y llegamos a “Si mi rayo te alcanzara”, es como un resumen de todos esos colores que tiene el disco…

Yo ya me pierdo, si te digo la verdad. Creo que no tengo perspectiva. Hay músicos que dicen: “yo quería hacer esto y esto”… Como que tienen las cosas muy claras. Yo no. Yo me tiro a la piscina y no sé si ahí me voy a zambullir en coca-cola o chapapote. Me gusta improvisar, me gusta mucho cuando las cosas me salen sin querer.
Y sí, es verdad que en este disco hay más atrevimiento. La gente, con “Si mi rayo te alcanzara”, me ha dicho que es muy diferente a todo, pero también me han dicho que me acerca a Deluxe. Y si lo pienso, sí, es una melodía muy “deluxiana”, pero con unas referencias y una producción distinta. ¡No tiene guitarras! y con Deluxe eso no pasaría en la vida. De hecho, creo recordar que la única guitarra del disco es la de “Tigre de Bengala” y que algo grabé para “Pez globo”.
Yo no toqué instrumentos para este disco y eso también es una rareza. “Si mi rayo te alcanzara” es pop, es casi infancia, no sé. Hay momentos de este disco que me llevan a la infancia, a la playa, a un polo de limón y a la brisa marina. Pero es una producción muy actual. Yo he hecho cosas muy retro y este no es el caso.

«Creo que ahora me siento más libre».

Mi siguiente pregunta tenía que ver con eso que decías de Deluxe. Te iba a preguntar por los cambios esenciales en tus inquietudes sonoras desde Deluxe.

Yo creo que han cambiado mucho. Mira, hay una cosa que no sé explicar. Creo que ahora me siento más libre. Lo noto mucho cuando canto, que juego más, me siento menos contenido. Antes siempre sentía que si hacía las cosas de una manera, eso era así y lo tenía que llevar hasta el final. Ahora estoy en el estudio y cambio palabras e incluso, si me apetece, cambio hasta la melodía. Me siento con una libertad que no tenía hace cinco años, por ejemplo. Incluso te digo: hasta hace dos años.
Si en algo he cambiado es en esa libertad, que repercute en tomas cada vez más descaradas, o más sentidas, o más profundas, o más tristes… Sin ningún complejo, o sin ningún miedo, o sin ninguna presión, me dejo llevar cada vez más.

 

Reconstrucción

La revisión de un clásico que cumple 12 años y en la que participan 7 viejos amigos que, además, acompañaron a Xoel en la recta final de la banda: «Son tiempos confusos. Uno no sabe qué hizo ayer, hace una semana… o hace 12 años. Un mensaje y un sí unánime propiciaron, aun en la distancia, nuestro granito de arena: Reconstrucción.»

Xoel López. Loza, Chapo, Charlie Bautista, Miguel Rivera, Tuli, Gato Charro y Juan de Dios, que además firma la mezcla, acompañan a Xoel López en este viaje al pasado (desde sus casas, eso sí), para regalarnos una revisión de uno de los grandes clásicos de Deluxe: Reconstrucción. Porque sin duda “es el mejor momento”. Un breve parón en el proceso de producción de su nuevo disco, que llegará en otoño y del que ya se pueden escuchar dos adelantos: Alma de Oro y Joana.

Igual esa es la sabiduría por la que te preguntaba antes…

Ojalá. Me gustaría creer que eso es así. En cualquier caso, la música siempre ha sido mi late motiv. Es decir, mi carrera ha sido una búsqueda. Ojalá llegue un día en el que sepa sentirme muy libre, tanto en la música como en la propia vida.

Hemos hablado un poquito del hilo que une todos los temas, que musicalmente y emocionalmente son muy diversos. Está el tema de la energía… el rayo…

Uff, yo no lo tengo muy claro. ¿Lo sientes tú así o te he hablado yo de ello?

Me ha parecido que me hablabas tú de ello. Pero igual estoy siendo pedante. El disco navega por emociones que van de lo luminoso a lo profundo… Y en el fondo, todas las canciones reflejan una búsqueda vital… Es que no sé si se entiende…

Te he entendido muy bien. Y te doy la razón. El disco es una búsqueda. En la última parte de “Pez globo” lo digo, de hecho. “El camino que era, es ahora campo abierto. Me agota su inmensidad”. Creo que eso resume el concepto del disco. Encontrar delante de mí un campo abierto me lleva a replanteármelo todo.
El disco tiene pensamientos muy dispares, algunos muy profundos. Cuando alguien tiene una vida estable, tiende a no complicársela. Pero yo ya he empezado una fase de búsqueda a todos los niveles. Y en esas pequeñas crisis personales aparecen los versos. Todas las canciones del disco tienen que ver con esa etapa de búsqueda y de experimentación.
Es un disco que surge de una fase experimental que se refleja en las canciones, las melodías, pero también en los versos. Unos dirán que son palos de ciego y para otros es un disco arriesgado, o un disco menos acomplejado. Para mí es un disco de búsqueda, de avidez de aventura, de nuevas experiencias y nuevos versos. No me fallaron las ganas…

«Si algo sentí en pandemia es que me cortaban las alas».

Pues escogiste un gran momento para estar ávido de aventura…

Jajaja. Tengo que decir que todo ello lo hice antes de la gran movida. Creo que sigue teniendo vigencia y la tendrá. Si algo sentí en pandemia es que me cortaban las alas. Estaba en una de las fases más expansivas de mi vida, en una fase muy vitalista y muy aventurera…

Tú te atreviste a sacar el disco… La mayoría, o lo sacaron antes de la gran movida, como dices, y no había más remedio que tirar para adelante, o lo retrasaron muchísimo. Tu pudiste elegir y no sé si lo sacaste porque ya estabas hasta el moño.

La idea, antes de todo, era sacarlo en junio de 2020. El retraso fue de cuatro o cinco meses. No era importante, creo. Podíamos haberlo aguantado, pero jolín, la gente estaba en jodida. Y pensé que si no podían ir a los conciertos, al menos, podían escuchar la música.

Es importante hablar del arte del disco.

Sí. Rebeca Losada es una diseñadora a la que yo admiro muchísimo. Tuve la suerte de conocerla hace muchos años y la colaboración ha sido muy natural. Yo tengo otro proyecto del que saldría otra entrevista muy bonita. Se llama Combo Viramundo. Es una especie de laboratorio musical y a través de él conozco a mucha gente, a muchos músicos. Hacemos versiones muy dispares que van desde salsa hasta a los Smiths. Ahí pasaron muchas cosas y este disco está empapado de ese proyecto. Volvimos a tocar en pequeños locales, me gustó ser uno más en un proyecto, que era algo muy coral. Toda esa idea coral se transfirió a “Si mi rayo te alcanzara”.
Pues la colaboración con Rebeca viene de ahí. Ella era la diseñadora de los carteles de Combo Viramundo. Venía recomendada por mi amigo David Quinzán, que también ha estado implicado en la composición de este disco. Yo no había compuesto con nadie hasta este disco.
Rebe era la persona perfecta para representar esta nueva etapa y hacer las portadas de los singles y obviamente del álbum. Y ahí está representada la poesía de Rebeca.
Otra cosa que define a este disco es que yo di libertad total a todo el mundo. Así que la portada es de Rebeca, la producción, casi entera es de Campi, la instrumentación es de otra gente. Yo no quería dejar mi impronta. Digamos que este disco parte de un momento muy, muy personal y al mismo tiempo, es un disco coral.

«Es curioso, ahora tengo la sensación de que en medio de esta idea de liberación, el rayo se me ha escapado y se ha vuelto incontrolable».

No sé si se puede cuantificar lo que hay de todas esas personas en este disco. Es decir, siempre has sido como muy de hacerlo todo y una decisión así es brutal.

Yo siempre fui productor de mis trabajos. En este disco yo quería todo lo contrario. Trabajé con Campi. Nunca había trabajado con un productor y me apetecía interesante intentarlo. Quería cambiar la fórmula, no me apetecía estar ahí encima de todo. Es verdad que lo siento como algo inevitable, e hice un poco de preproducción, pero con David Pinzán, que es el compositor que hizo conmigo las canciones. Me ha gustado mucho esa sensación de limitarme a comentar la producción, me ha permitido desarrollar otras ideas, hacer tomas de voz mucho más liberadas y frescas… y no estár con la cabeza en misa y replicando.

Te diré que, no sé si es por eso, porque no existe el peligro de la falsa modestia, que noto que te cuesta mucho menos que en otras ocasiones hablar del disco.

De hecho, lo que me pasa ahora es que salgo cantando sin tocar la guitarra. Sentía que la guitarra me pesaba un poco. Es curioso, ahora tengo la sensación de que en medio de esta idea de liberación, el rayo se me ha escapado y se ha vuelto incontrolable. Lo único que tengo que hacer es dejarlo marchar.

En redes:

NOTA A PIE DE PÁGINA

Los grandes cambios en ExPERPENTO han coincidido con entrevistas de Xoel López. De hecho, fue el protagonista de la última portada impresa en 2017. Cuando lo entrevistamos hace unos meses, ya sabíamos que íbamos a relanzar el papel. Pero la olas lo ralentizaban todo. Muchas veces tuvimos la tentación de subir la conversación a la web. Ahora nos alegramos de haberla aguantado durante meses.

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