Galician Army: «Nós»


Descargar ExPERPENTO 106 / Visualizar ExPERPENTO 106
Entrevista de Covadonga Carrasco
Fotografías de Nora Galván [c] cortesía de Promociones sin fronteras

A primera vista (o «leída» en este caso) podemos resultar exageradas al afirmar que lo que han hecho Galician Army es una brutalidad. Si ya los habéis escuchado, seréis conscientes de que nos quedamos algo cortas. La escena cultural gallega está en el top de cosas que dejan con la boca abierta desde hace eones, pero Alberto y Sergio aquí se han pasado el juego. Hablamos con ellos que lo tienen todo clarísimo.

La directora de ExPERPENTO me pasó vuestro disco con la siguiente frase: Toma, escúchate esto ¡qué vas a flipar”. Así, la introducción fue esa. Y eso hice… flipar.

Alberto: Pero para bien, ¿no?

Claro, claro… ¡Para muy bien! Es una propuesta que consigue algo que es muy complicado. Utilizar canciones que, ojo, ya tienen un bagaje, una personalidad y un cariño por parte del público no es fácil.

Alberto: Y esa es la idea, no nos cerramos a un estilo solo en el álbum, queríamos darle como un aura, que todo respirara de la misma manera.

La introducción para la gente que no os ha escuchado aún. Vosotros os conocéis de manera un poco casual. Os gusta lo que hace el otro y decís: «Venga adelante». Dicho así suena muy fácil, pero supongo que a la hora de trabajar no lo ha sido tanto. ¿O si?

Alberto: Podemos interpretarlo como un flechazo. Porque ya desde el primer momento como que teníamos la misma visión de la música y cuando nos conocimos, cada uno hizo su sesión por separado, pero compartimos muchos temas y a la hora de trabajar nos entendemos muy bien. Nunca hemos tenido ningún encontronazo grande, ni nada. Ya sabemos lo que va a pensar el otro.

Sergio: Si al final es como una relación de pareja y hay momentos en los que tienes que ceder, pero bueno, como dice Alberto, nos conocemos ya. Al final llevamos ya varios años, siete años exactamente, y si que es cierto que quitando algún momento de pues eso, típica discusión, en general nos llevamos muy bien y nos entendemos perfectamente a nivel artístico y a nivel personal, obviamente.

Luego hay una cosa que me deja un poco alucinada y que no sé si es porque yo a Galicia le tengo un cariño especial o qué… Pero lo que se hace allí no sale de otra parte de España. A nivel cultural Galicia está muy por encima de cualquier otro sitio. ¿Qué coméis? ¿Qué hacéis? Ahí hay algo que no queréis compartir con el resto. Contadme el secreto.

Sergio: Bueno, es que hay un número de festivales de música que es increíble. Nosotros siempre lo decimos, que tenemos muchísima suerte de haber empezado nuestra carrera en Galicia, porque igual este proyecto en otra parte de España no podría tener tanta salida. La mayoría de fechas que tenemos son festivales en Galicia, o sea, todas las regiones y alguna sala, pero sobre todo festivales este año. Y claro, eso en otra parte de España sería imposible.

Además, lo que vemos ahora que estamos ya más metidos en el mundillo y tratamos con otros artistas, es que hay muy buen rollo. Todo el mundo está dispuesto a hacer cosas con otros, apoyarse, colaborar y yo creo que eso ayuda porque nos retroalimentamos entre nosotros.

Alberto: Sí, sí, tal cual. No puedo añadir nada. Solo te diría que de primeras el gallego suele ser amable y afable, suele ser hospitalario…

De primeras…

Alberto: (Risas) Claro, ¡luego cada uno es como es!

«La primera vez que empezamos a hacer música estaba inspirada en películas, en escenas que se nos vienen a la cabeza».

Este disco es muy complicado de definir o intentar explicarle a alguien sobre lo que se va a encontrar cuando lo escuche. Más allá del “vas a flipar”, al oírlo, me vienen a la cabeza imágenes con una estética muy a lo Blade Runner. Me resulta un sonido muy cinematográfico. Igual es la edad…

Alberto: Sí, yo te diría que hay dos tipos de relación directa o real. La gente que es más mayor que nosotros, tal cual nos relaciona con el sonido de Vangelis, ese tipo de estética y luego los que son más jóvenes, de nuestra quinta, más pequeños, con Stranger Things. Son como los dos puntos de unión, dos referentes muy claros que nosotros teníamos presentes desde que empezamos el álbum y al final muchas veces es lo que escuchamos, porque yo, por ejemplo, en mi día a día casi siempre estoy escuchando bandas sonoras, casi, casi siempre.

Esa es otra de las cosas que llama mucho la atención. Este es un disco que se ve, yo estoy escuchando el disco y estoy viendo cosas. No es que esté loca y de repente vea cosas raras, sino que a mí me evoca muchas imágenes. Es un disco visual.

Sergio: Sí, como dice Alberto, a nosotros nos encanta escuchar bandas sonoras y si que es cierto que antes teníamos otro proyecto que retomaremos más adelante, que era un álbum conceptual y al empezar la pandemia fue como un poco la toma de contacto. La primera vez que empezamos a hacer música estaba inspirada en películas, en escenas que se nos vienen a la cabeza.

Hacer música más visual y con referentes más allá de los artistas actuales de electrónica. Y claro, nosotros lo que queremos con este disco, aparte de que sea un álbum bailable, porque es electrónica de baile, es que tú lo escuches y sientas cosas, que pueda ser interesante aunque estés en tu casa tirado. Que vayan más allá de lo que es la música electrónica de baile. Es guay que lo pienses, porque sí que es un poco el objetivo.

Esa es una de las cosas que también os hace un poco especiales, ¿no? Ahora escuchas a un grupo y te suena a otro y con vosotros no pasa, ni de lejos.

Nosotros tratamos con los referentes que tenemos. Claro que tenemos referentes electrónicos actuales que son tipo Fred o técnicas de Skrillex, o productores electrónicos un poco más modernos. Pero al final los referentes directos que tenemos son Pet Shop Boys o los que ya dijimos antes Hans Zimmer, Vangelis, todos estos. Entonces es como que tenemos mucho de todo y al final nuestra música prácticamente bebe de la composición de antes, por así decirlo. Antes no había los recursos sonoros que hay ahora. Ahora por ejemplo, coges una línea de cuatro acordes y puedes hacer una canción en nada, simplemente variando, cambiando sonidos y haciendo tal. Y antes era un poco más complejo y se cuidaba más. Eso es lo que tratamos nosotros también un poco, de unir esos dos mundos.

«A veces sin darte cuenta, igual te pasas media hora, una hora, dos horas y parece que no ha pasado el tiempo. Claro, el sintetizador  es terapéutico».

El otro día comentaba Iván Ferreiro en los encuentros de El País, que a él le encanta ahora este rollo de coger un sintetizador y ponerse a jugar, porque lo que le parecía era que haciendo esto, él inventaba la música. Luego se daba cuenta de que no, que eran notas de toda la vida, pero que durante unos instantes además le decía a Amaro: «Oye, que es que acabo de inventar la música, tío». No sé si al final un poco vosotros también estáis jugando a eso, a inventar la música.

Sergio: Sí. A ver, al final el usar sintetizadores es como un juego. O sea, es algo súper interactivo, así que es cierto que nosotros tenemos unos sintes básicos que llevamos a los directos, pero luego en lo que es el estudio trabajamos con software. Pero sí que las primeras ideas muchas veces salen al final de eso de experimentar y claro, es lo que dice Alberto, tu coges una nota, coges cuatro acordes que tocados en piano, en guitarra no te dicen nada porque es algo súper básico, pero lo haces con un sintetizador, empiezas a cambiar parámetros, a mover cosas y si que sientes como que estás creando el sonido y es divertido, es como un juego y a veces salen ideas que en otro instrumento serían impensables.

Alberto: Claro. Al final cuando estás tocando el piano, coges los tres o los seis dedos que utilices y lo tocas. Pero es que aquí, por ejemplo, como decía Sergio, nosotros trabajamos con software. Y claro, esos softwares son emulaciones de instrumentos de sintetizadores que ahora no podemos pagar. Pero esa emulación es como que tú coges esos cuatro acordes y esas cuatro notas, los pones en bucle durante 20 minutos y te pones a cacharrear y es tal cual, es como jugar. Me gustó la reflexión de inventar la música, no la había pensado, pero es así. Efectivamente.

Me resultó muy curioso cuando lo definió, porque además, otra de las cosas que dijo fue que todo el mundo debería tener un sintetizador en casa y jugar con él para ahorrar en psicólogos.

Sergio: A veces sin darte cuenta, igual te pasas media hora, una hora, dos horas y parece que no ha pasado el tiempo. Claro, el sintetizador  es terapéutico.

Todo esto de los sintetizadores que hasta hace un tiempo estaba mal visto, parecía que no estaba considerado como música… Había ahí como una especie de prejuicio: «Estos utilizan sintetizadores, no son músicos de verdad». Y parece que hemos tenido la suerte de que por fin las mentes se van abriendo…

Alberto: Las modas son cíclicas y esto al final fue una revolución de los años 70-80, cuando se empezaron a utilizar todos los cacharros. Luego se puso de moda el rock, que al final son dos guitarras, un bajo y una batería, como quien dice, es algo muy sencillo. Y luego volvió otra vez la electrónica, pero sin sintetizadores, todo con ordenador porque ya salían los ordenadores y cada uno podía tenerlo todo en el suyo. Con una pantalla y un portátil, podías hacer una canción normal y corriente y antes era impensable. Ahora yo creo que se le vuelve a dar un poco de valor a lo vintage, a lo retro, a lo de antes. El movimiento que surgió en los 70 y 80, que fue muy experimental, ahora vuelve a serlo, pero con conocimientos más actuales.

Sergio: Sí, también porque ahora yo creo que se le vuelve a dar más valor a tocar la música. Están saliendo varios artistas de electrónica como Fred Again, como decía Alberto, que ya no solo pincha, ya no hacen un DJ set como la que puede o podía hacer David Guetta, sino que meten cajas de ritmos, de samples, teclados y al final el rollo este de tocar la música, aunque hagas música electrónica, es algo que antes igual no se valoraba y ahora sí.

«El tema más complicado por lo que supone «Turnedo», por lo que supone la figura de Iván Ferreiro»

Centrándonos en el disco, en esta barbaridad que habéis hecho, porque coger «Turnedo» y hacer que te olvides de que es «Turnedo», que no estés escuchando una versión sino que la estés sintiendo como una canción completamente nueva, pero que al mismo tiempo te provoque todas las emociones que la origina… Me parece una fantasía.

Alberto: «Turnedo» fue un tema complicado. El tema más complicado por lo que supone «Turnedo», por lo que supone la figura de Iván Ferreiro, por lo que supone lo que tú decías, tal cual. Al final yo creo que los fans muy fans de un estilo de una canción suelen ser muy puristas.

Suele quedar raro cuando lo escuchas fuera de su esquema habitual. Y nosotros queríamos que esa canción o que ese tema estuviera en nuestros conciertos para cerrar con algo eufórico. Pero también queríamos algo para emocionarte, para transmitirte algo más allá, para que puedas escucharlo en casa también.

Sergio: Y queríamos hacer algo radicalmente opuesto al tema original. Precisamente eso, para que la gente que es ultra fan de la canción se olvide un poco de que está escuchando eso y que realmente tenga sentido escuchar nuestra versión y no sea como una adaptación sino como un tema nuevo.

La historia de este disco, que a mí es lo que me ha dejado con la boca abierta, es justo eso. Da igual cualquiera de los temas que, al escucharos, son canciones nuevas.

Alberto: Esa era la idea, hacer canciones nuevas. Partir solo de las voces y hacer temas nuevos.

Sergio: Como te dije antes, nosotros estábamos trabajando en un disco que empezamos en la pandemia que queríamos que fuera la carta de presentación de nuestro nuevo sonido. Pero claro, como realmente estamos empezando en el mundillo, necesitábamos vocalistas y bueno, era difícil conseguir gente de nivel, para conseguir plasmar lo que teníamos en la cabeza. Dijimos vale, pues vamos hacer remixes, pero que no sean remixes, que sean temas nuevos, como si empleáramos las voces de artistas. Y sí, era un poco, un poco es un poco la idea.

«A veces pierdes un poco la perspectiva, porque claro, nosotros hace muchos meses que sabíamos que íbamos a tener a Iván Ferreiro y a Xoel y no podíamos decir nada».

Habéis elegido unos temas que, ojo. Habéis ido a lo grande y os ha salido redondo. ¿En algún momento fuisteis conscientes de la que estábais liando?

Alberto: A ver, nosotros queríamos lo mejor de Galicia… No lo mejor, pero sí cosas que nos marcaran mucho y sobre todo, algo que chocara al principio. Porque si podíamos hacer un disco de diez temas y de diez artistas gallegos y de diez colegas, que no había problema, igual no llamaba tanto la atención como si hubiera un Xoel o un Iván Ferreiro o Luar na lubre, que aquí en Galicia es una institución. Y era la idea, que fuera un poco carta de presentación, pero que también fuera como un golpe en la mesa.

Sergio: Sí, a ver, claro. Es que llevamos mucho tiempo. A veces pierdes un poco la perspectiva, porque claro, nosotros hace muchos meses que sabíamos que íbamos a tener a Iván Ferreiro y a Xoel y no podíamos decir nada. Así que al principio, cuando nos dieron la noticia de que podían estar en el disco, fue una alegría enorme. A nosotros nos tocó un montón. Pero claro, luego estuvimos meses trabajando sin decir nada y al final ahora sale el disco y es como que no somos realmente conscientes. Ya lo tienes asimilado, pero a la vez es raro…

Somos unos genios y nos salen las cosas solas…

Alberto: ¡Ojalá! Fue un proceso duro. Además, la idea la tuvimos en septiembre, octubre y empezamos a llevarla a cabo a finales de octubre. Entonces, desde finales de octubre hasta que lo tuvimos acabado, era marzo. Todos esos meses tuvimos que sacar ocho canciones nuevas y las voces iban llegando a cuentagotas, porque lógicamente no todos los artistas tienen la misma disponibilidad, ni poseen sus pistas, ni pueden contactar tan rápido con el productor y decir oye, mira, ahí lo tienes.

Hubo alguna canción que además no había salido, hasta enero no salió… Entonces, claro, eso nos complicaba un poco las cosas y fue un proceso que costó asimilar porque fue todo muy rápido. Entonces ahora es como que ya está fuera y estamos como súper tranquilos, relajados. Pero el momento fue…, fue complicado.

Sergio: Dos semanas en las que solo podíamos trabajar en una canción porque únicamente teníamos las voces de esa canción, por ejemplo. Y claro, el hecho de no poder dejar respirar el tema… Cuando estás atascado no te salen las cosas, pasas a otra y como que vuelves a recuperar esa frescura. Aquí muchas veces no podíamos, entonces era estar una semana centrados 100% en un tema y si no te salían las cosas, tenías que seguir probando y probando hasta que saliera. Y a veces era complicado, la verdad.

¿Nos vais a obligar a ir a Galicia para poder veros en directo? ¿No hay ninguna fecha en el resto de España? Que por otra parte, excusa perfecta para hacerse un viajecito…

Sergio: Pues por ahora, se antoja complicado. Yo creo que en verano o nos sale algo así de última hora o en principio sí que estaremos solo por aquí. Esperemos que a final de año y creo que el año que viene seguro, empezaremos ya a movernos un poco. Con este disco sí que queríamos darnos a conocer fuera de Galicia, habrá que esperar a la repercusión que puede tener. Habrá que verlo.

Alberto: Claro, la aceptación de la gente que lo escucha es buena, pero de momento aún no se ha materializado en otras cosas. Buen feedback, pero hay que trabajar.

Ellos no lo saben aún, pero por aquí tenemos clarísimo que más vale que disfruten de este verano en Galicia, porque les espera una buena tunda de viajes en cuanto escuchéis todos el disco… Galiza Calidade.

Galician Army en redes:

Descargar ExPERPENTO 106 / Visualizar ExPERPENTO 106

Anterior Patti Smith: Three hits wonder???
Siguiente Javier Ruesga: en la piel de Sissi