Texto de Covadonga Carrasco
Estamos ante una película que habla de lo que son capaces de hacer los seres humanos, en la que la tensión se corta con un cuchillo y rodada en un blanco y negro que contrasta con la frialdad de lo narrado.
En un lugar cualquiera de la costa, Sébastien (Georges Babluani), repara el techo de una casa. El propietario, tras recibir una extraña carta para una cita que le promete ganar una suma importante de dinero, muere de una sobredosis. Sébastien recupera el sobre y decide suplantar su identidad y presentarse a la cita. Siguiendo las indicaciones, llega a un lugar espeluznante, donde un grupo de hombres apuestan la vida de seres humanos. Será en ese momento en el que Sébastien comprenderá el alcance de su decisión.
Comparada con la ópera prima de Alejandro Amenábar Tesis, por el suspense de la trama y el terrorífico mundo en el que se desarrolla, este inquietante thriller llega de la mano del joven debutante francés Gela Babluani. Hijo del director Temur Babluani, sus referentes son el cine soviético, grandes películas en blanco y negro y mudas, que descubrió en los cines de Tiflis. De ellas rescata, en 13 Tzameti la contundencia de las imágenes y la fuerza del montaje.
13 Tzameti llega a España tras cosechar grandes éxitos en Francia. Son numerosos los galardones que ha recibido hasta el momento, entre ellos el Gran Premio del Jurado y el Premio del Público en Sundance 2006, el Premio Dino de Laurentiis y el Premio Netpac al Director Revelación en el Festival de Venecia 2005 y el Premio a la Mejor Banda Sonora en el Festival de Sitges 2006.
