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Entrevista de Isabel Muñoz Diez
Fotos cortesía de Background Noise
«Es un disco de canciones que solo buscan ser eso, canciones».
_JUNO vuelve tres años después con _BCN747, en un viaje musical que mezcla lo analógico y lo digital, que acapara todas sus fases desde la creación hasta la presentación e invita a conocer el limbo entre la vida y la muerte en que se encuentran los componentes del dúo, Zahara y Martí.
Lo primero, ¿cómo definiríais este segundo disco?
Martí.- Diría que es un disco musicalmente luminoso.
Zahara.- Es más luminoso que el otro en cuanto a sonidos pero es un disco más cabreado con el mundo.
Martí.- Un disco un poco cabreado con el mundo y en el que hemos intentado hacer canciones que nos tocarán el corazoncillo. De hecho, las hemos creado como se hacía antes. Tuvimos la oportunidad de ver el documental de Peter Jackson, el getback de los Beatles, y nos quedamos con la cosa de hacer como ellos y darnos ideas sin ningún tipo de reparo los unos a los otros. Nos gustó el hecho de que se respetaban mucho todas las ideas y que hacían las canciones todos juntos en una habitación.
Fue ver el documental, sentarnos al piano y hacer una primera canción, así surgieron también las demás. De hecho empezamos a agendar sesiones de composición que se volvieron algo sagrado en nuestra semana, en las que nos sentábamos al piano, escribíamos cada uno nuestra letra en el cuaderno, después las compartíamos y de ahí salían la letra final y los acordes.
Zahara.- Es un disco de canciones que solo buscan ser eso, canciones. No hay nada claro detrás de ellas ni ninguna pretensión más allá que la de ser honestos y darle a cada una lo que necesita.
«Así como en el disco anterior sentías que observabas todo desde una habitación, en este la idea es que sientas que has estado de viaje con nosotros».
¿Qué tiene en común este disco con el primero?
Zahara.- Seguimos siendo los dos, que no ha entrado nadie. De hecho, ha sido un proceso aún más independiente del mundo de fuera y de más inmersión en nosotros. Por eso, además de tener en común el nombre, que es casi igual, también tienen en común que somos él y yo componiendo, pero esta vez lo hemos llevado a un nivel mucho más profundo, donde todas las canciones han nacido estando juntos. En ese sentido es como una evolución hacia la intimidad, que se ha multiplicado e intensificado.
Así como en el disco anterior sentías que observabas todo desde una habitación, en este la idea es que sientas que has estado de viaje con nosotros. Queríamos un disco inmersivo, a través de las fotos y la descripción de las imágenes. Todo lo que viajamos de alguna manera queríamos que formara también parte de quien escuchara el disco y que viajara con nosotros.
Martí.- En el primero te dejábamos ver por la mirilla de nuestra habitación y en este, pues nos hemos ido a ver mundo y ahora enseñamos las diapositivas para que veáis nuestros recuerdos de vacaciones, que en lugar de haber sido unas vacaciones ha sido más ver el mundo y darnos cuenta de todo lo que no nos gusta de ese mundo, que a la vez es también lo que no nos gusta de nosotros mismos.
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«_Juno es un lugar de desahogo».
Cuando sacasteis el primer disco, _BCN626, ¿os imaginabais ya un segundo o queríais centraros en ese primero sin pensar en el futuro?
Zahara.- Desde el principio hemos sabido que era para siempre. Nunca hemos tenido dudas con eso, siempre hemos querido que sea un lugar paralelo a todo. Ya con el primero pensábamos en cuando saldría el siguiente pero luego llegó todo lo de Puta, entonces _Juno quedó en standby, hasta ahora.
¿Diríais que _JUNO es para vosotros una terapia alternativa?
Martí.- Sí podría ser, yo lo veo más como como nuestro recreo, como el «ahora aquí jugamos según nuestras reglas y si quieres entrar a jugar, que sepas que va a ser así, que no van a haber sorpresas».
Zahara.- _Juno es un lugar de desahogo. En Zahara tengo una línea editorial. Llevar la carrera que llevo, que es mi música, que lleva mi nombre, en la que todo gira en torno a mí, también me lleva a planificar mis discos de una manera concreta, a veces presa de mi propia idea. En cambio en _Juno he tenido la posibilidad de crear un grupo e inventar un nombre, cosa que jamás me había pasado. Siempre he usado mi nombre, con él voy a todas partes y al final, resulta un poco desquiciante.
Me ha hecho mucha ilusión empezar un proyecto nuevo, con unas normas nuevas y donde en mi caso, mi ego tiene que gestionarse de otra forma, porque es algo de los dos, donde los dos creamos y todo sale de una manera natural, con normas completamente distintas a las que tenemos por separado. Aquí ambos tenemos la oportunidad de hacer de todo, ya sea tocar un piano, sacar un sonido, mezclar el disco y de todo lo que conlleva su creación, donde muchas cosas son bonitas y otras no tanto, como limpiar la calle de la sesión de Pro Tools que tengas montada.
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_JUNO un ejercicio de colaboración entre ambos.
Martí.- Sí, bastante. Obviamente hemos montado un grupo juntos porque tenemos un sentido estético y un gusto musical muy parecido entonces no es difícil ponerse de acuerdo.
Zahara.- Ocurre algo guay y es que nos gusta la misma musica pero de una forma muy amplia, tenemos un abanico de posibilidades enorme y, aún así, siempre coincidimos, por eso es un proyecto muy colaborativo. Cada uno puede tener sus ideas, ya sean buenas o malas, pero nunca mejores o peores que las del otro. Esas ideas siempre están a disposición de ambos, al servicio de la canción.
Con Martí he aprendido mucho desde que iniciamos este proyecto, sobre todo a comprender que una idea, por muy buena que sea, tampoco pasa nada si no llega hasta donde tú quieres, que no hay que obsesionarse con alcanzar la perfección con esa idea concreta y aprender a relajarse, a dejar ir. Todo eso ha llevado quizás a la facilidad con la que hacemos canciones juntos.
«También nos ha pasado que algún día hemos hecho algo increíble y nos hemos pasado los siguientes conciertos intentando rehacerlo y nunca vuelve a salir igual».
¿Improvisáis en todos los directos?
Zahara.- Hay estructuras que ya tenemos hechas y que son las canciones, sobre las cuales nos movemos, pero sí es cierto que tenemos mucho mucho espacio para reír, muchos ratos de improvisación en el sentido de que, como utilizamos máquinas y muchas veces se piensa que la electrónica viene como pregrabada de casa y que no ocurre en directo, digamos que nosotros todo lo generamos en directo, entonces es como que las cosas, en lugar de estar preestablecidas, de que tienen que tener una duración concreta, aquí nosotros decidimos cuánto dura, entonces depende del concierto o de la noche que tengamos.
Hay días que nos podemos explayar mucho, otros que lo hacemos menos y otros en que los arreglos son distintos. Acabamos tocando siempre algo diferente. También nos ha pasado que algún día hemos hecho algo increíble y nos hemos pasado los siguientes conciertos intentando rehacerlo y nunca vuelve a salir igual. De esa manera hemos ido descubriendo que nos gusta hacerlo así, aprendiendo a abrazar al fallo en directo y convertirlo en una posibilidad de declarar algo.
Martí.- Tenemos algunos amigos de la electrónica que nos dicen que estamos locos por hacer directos de esta manera pero yo creo que es bonito. Además, nos ponemos de lateral, entonces si en los conciertos hay freaks a los que les interesa lo que hacemos pues pueden ver perfectamente cómo lo hacemos.
Zahara.- Martí se arriesga mucho, quizás por la definición de su personalidad, y yo me atrevo a ir al precipicio porque está Martí, me da mucha tranquilidad, y sé que si me equivoco él va a estar ahí. Lo importante no es saber hacer todo y no equivocarse sino tocar la canción y disfrutarla.
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«Queremos que todos los sitios en los que toquemos se conviertan en ese limbo en el que nosotros nos encontramos entre la vida y la muerte».
¿Y sobre la puesta en escena de los directos?
Zahara.- La parte lumínica y el diseño del escenario lo llevan una empresa que se llama Somos Luz y que también han hecho mi gira de Puta. La propuesta es muy sencilla pero muy estética y acorde a todo lo que habla el disco y a lo que somos nosotros. Con la puesta en escena queremos transmitir un poco la historia de que nosotros nos morimos después de la aniquilación y nos quedamos atrapados para siempre en una rave a punto de terminar a las 7:47 de la mañana.
Martí.- Queremos que todos los sitios en los que toquemos se conviertan en ese limbo en el que nosotros nos encontramos entre la vida y la muerte, que el público sienta el lugar de forma especial y haga el viaje musical con nosotros.
El tema «Los feliz», para mí, es uno de los que más transmiten esa sensación de limbo.
Zahara.- Para mí es súper emocionante ese tema.
Martí.- De hecho, el principio lo hizo ella con un Prophet 5.
Zahara.- Sí, pero hasta eso está hecho por los dos, porque el sonido del principio surgió a raíz de que nos compramos ese sintetizador fantástico, que llevábamos tiempo queriendo tenerlo porque nos gustan los resultados que da en los discos y nos transmite mucha emoción. El día que llegó los dos estuvimos como locos trasteándolo y le supliqué que lo dejase en mi casa, entonces me dejó con ese sonido. De hecho, antes de irse se quedó delante de mí y me dijo «ya está, ya has hecho una canción», entonces esa intro es super especial, me parece super emotiva.
Martí.- La segunda parte, en la que entran unos melotrones, parece que no tiene nada que ver y es porque en un principio no tenía nada que ver, era una idea que grabamos antes de todo, cuando ni siquiera pensábamos en cómo iba a ser este disco.
Zahara.- Un día nos juntamos en su casa, los pasamos por una cinta, por un magnetófono, con un loop de cinta físico, cortando la cinta, pegándola y reproduciéndola, y pasándola luego al Pro Tools. Esa idea quedó ahí abandonada y nunca más la recuperamos hasta que, componiendo Los feliz, intentamos cantar encima de la intro. Cada vez que lo intentábamos, estropeábamos la intro, porque es que es perfecta en sí, sin nada, entonces veo a Martí que une esa pista con el loop, hecho no sé cuantos meses atrás, y que además encajaban perfectas. Fue mágico el hecho de cómo dos ideas que no tenían absolutamente nada que ver a priori en otros tonos al final cuadrasen a la perfección. Estaban predestinadas a juntarse.
« La idea es que el público está sentado pero no le obligamos a ello, la gente se puede levantar y bailar con nosotros y participar en nuestro desfogue».
Respecto los directos, ¿cómo los tenéis planteados tras la pandemia?
Martí.- Pues es que mira, a nosotros la pandemia nos vino mal como a todos, pero no nos vino tan tan mal porque en realidad nosotros ya queríamos hacer nuestros conciertos con el público sentado. Realmente fuimos de las pocas giras que ocurrieron durante la pandemia y antes de ella ya teníamos la idea de que nuestras representaciones fuesen así.
Zahara.- Este disco es bastante más animado y y un poco más bailongo, entonces la idea es que estos primeros shows, que son en auditorios y en teatros, sean como los de la anterior gira, con el público sentado. También haremos más festivales y conciertos de pie que en la otra gira y creo que la presentación encaja en ambos ambientes, pero sí es cierto que queremos que en los primeros conciertos se toque ese limbo del que hemos hablado, por eso los lugares que hemos elegido también son mágicos. La idea es que el público está sentado pero no le obligamos a ello, la gente se puede levantar y bailar con nosotros y participar en nuestro desfogue.