Entrevista de Reyes Muñoz
Fotografía cortesía de Sagrario Luna
Daniel Magallón dice, para presentar este disco «Esta vez hasta hemos ensayado». Si eso no es genio y figura… le preguntamos y responde. «Flamaradas» es el nombre del disco y del grupo. También es el alter ego de este músico que sigue su instinto. Nos topamos con un disco sobre el que nadie miente cuando dice cosas como que mezcla folclore y psicodelia. Estamos ante un trabajo diverso y coherente.
La boca busca el micro, en un ejercicio de cercanía que te envuelve desde la primera escucha. Para entender de qué habla, necesitaremos muchas, e incluso, cuando ya tarareamos con él los temas, sentimos que se nos escapa. No os perdáis Flamaradas, un disco en el que las alúas vuelan con la nostalgia. Buscadlo ahora mismo: lo necesitáis tanto como yo. Sobre
Flamaradas hablamos con él, con Daniel Magallón.
“Esta vez hasta hemos ensayado”. ¿Esto es síntoma de que comienzas a tomarte la música en serio o es una sobrada para excusarte de algo del pasado?
Hay parte de las dos cosas. No es que no nos tomáramos en serio nuestro trabajo pero nuestras grabaciones anteriores tienen un punto descacharrado que en este disco hemos intentado pulir. Por eso decimos que esta vez hemos ensayado. En el rock existe el mito de que “ensayar es de cobardes” y nosotros hemos ido siempre de valientes. También los productores han tenido parte de culpa en esta transformación. Nos han asesorado bien.
De cantautor tienes lo cuidado de las letras y la cadencia a acercarte al micro. ¿Hay un mensaje en este disco o eso es cosa de cantautores de antes?
Ostras, pues no sé qué decirte. Siempre intento que las canciones tengan algún mensaje. Lo que pasa es que como soy muy pudoroso me dedico a encriptarlo hasta tal punto que no se entiende nada de lo que cuento. Ese siempre ha sido mi trabajo con las letras tapar y desvelar al mismo tiempo algo que tenga que ver con las cosas que yo creo o siento.
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Se insiste mucho en tu naturaleza extraña como músico. Y sí, leer que haces folclore y haces sicodelia parece un oxímoron hasta que escuchamos “Agitando los brazos”. ¿Hay una búsqueda consciente del sonido distinto o no, solo sale?
Evidentemente todo nuestro sonido es buscado. Otra cosa es lo que nos sale, que muchas veces nada tiene que ver con lo que te imaginas. Y también ahí está la gracia, en encontrar cosas por el camino que sean significativas.
«Me encantan esos discos en los que se mezclan un montón de músicas si necesidad de que tengan nada que ver las unas con las otras. Quiero creer que en esa especie de mezcolanza sonora esta parte del futuro de la música popular».
No hay dos temas ni parecidos. Todos se unen por la profundidad de tu voz.
Siempre me han gustado los cantantes que están por encima de los géneros musicales. Quiero decir, esos músicos con una personalidad tan poderosa que da igual lo que toquen porque ellos en sí ya son un género musical distinto. Estoy pensando en gente como Nina Simone, Tom Waits o Lhasa de Sela. No quiero compararme, Dios me guarde, pero me encantan esos discos en los que se mezclan un montón de músicas si necesidad de que tengan nada que ver las unas con las otras.
Quiero creer que en esa especie de mezcolanza sonora esta parte del futuro de la música popular.
¿Cómo está grabado? Pongo como ejemplo claro “Cerca de ti”, aunque hay una constante. Por un lado se sienten unas bases cuidadas y por otro tiene mucho no sé si decir de directo, de poca producción…
Quizás porque los temas tienen raíces muy lejanas entre si, creímos que hacer un disco con un sonido muy próximo y con una paleta corta de instrumentos ayudaría a dar sensación unidad.
Eso no quiere decir que no haya habido producción. Más bien todo lo contrario. Conseguir ese sonido no es nada sencillo
¿Dónde quieres tocar? Te imaginas en un estadio o la ambición es no dejar garito sin flamarada…
De momento estamos tocando por salas y auditorios no muy grandes. En el tema festivales masivos de momento no entramos. Lo hemos hecho en el pasado, pero creo que es una cosa en el que nuestra propuesta se vulgariza mucho. En esos sitios tan industrializados hay poco espacio para cierta sensibilidad.
Ojo, que he buscado a ver que eran las alúas. Este tema, «El día en que vuelan las aluas» no da para ironías, creo. Hay otros que sí.
Las alúas son unas hormigas voladoras que solo salen de su agujero una vez al año. Y ese día van perdiendo las alas tras finalizar su único vuelo. Yo viví en una casa con un jardincillo y cada año veíamos salir las alúas y su reguero de alas sueltas. En esa casa crecieron mis hijos. Tomé esa imagen para expresar sensaciones de un tiempo que no volverá.
La cosa se desmadra a nivel sonoro en “La vía láctea descansa”, que es el último. ¿Es licencia para el último tema o es anuncio de futuras experimentaciones sonoras?
Es más una licencia. No teníamos claro que ritmo de batería poner. y los productores, Ferran Resines y Cristian Pallejà, le pusieron distorsión a unos ritmos africanos que nuestro batería había estado probando. Nos sonaba a algo Krautrock y nos hizo gracia.
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Más información en: http://www.elgenioequivocado.com/artist/flamaradas/
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Las entrevistas con Inra y Flamaradas ExPERPENTO de Diciembre 2017 – Enero 2018: https://issuu.com/experpento/docs/experpento_diciembre2017/30