Texto de Rober
ID Software vuelve a la carga tras 10 años con «DooM III», una nueva versión de un gran clásico. John Carmack y sus muchachos han desarrollado un sistema de representación 3D que sólo se puede clasificar de impresionante. Combina las últimas técnicas del campo con unos gráficos exquisitamente trabajados y con unos efectos de quitar el hipo.
El sonido también merece mención aparte, pues nos sumerge en un mundo de maquinaria en funcionamiento, pitidos electrónicos, gente con la que hablas, demonios que atacan… una maravilla digna del mejor film de Hollywood.
En cuanto al juego en sí, los acérrimos de «DooM» y «DooM II» pueden sentirse algo defraudados ya que el estilo de juego es diferente. En lugar de ser un mata-mata-hasta-que-estiren-la-pata, nos encontramos con una aventura en primera persona no exenta de mucha acción, pero sin llegar a los niveles desquiciantes de las dos primeras partes.
De todos modos las descargas de adrenalina serán igual de constantes que en las primeras entregas, pero esta vez el fuerte es la ambientación: en ocasiones nos los pensaremos dos veces antes de girar una esquina, brincaremos al sonido de una tubería al caer o sufriremos deseando que todos esos gruñidos y pasos que escuchamos no sean más grandes que lo acostumbrado.
La historia es un remake de la original, es decir, una megacorporación investiga en Marte tecnologías, entre la que se encuentra la teleportación. Cuando ocurre algo inesperado, abren un portal al mismísimo infierno y las criaturas que lo pueblan deciden venir a este mundo, convirtiendo a la gente en zombies… y cosas peores.
En DooM III tomamos el papel de un marine recién trasladado a la base de Marte donde se desarrollan los experimentos horas antes de que se desencadenen los acontecimientos. A partir de ahí nuestra misión principal será sobrevivir mientras intentamos obedecer las órdenes de nuestro capitán para coordinar las defensas contra el enemigo… como si no fuese bastante con sobrevivir.
¿Qué necesitamos para jugar?
Llegados a este punto nos preguntaremos las características de la máquina necesaria para mover este juego.
Evidentemente, será una máquina potente. Para poder jugar en un nivel aceptable de detalle, hace falta un procesador a 2Ghz mínimo, 512 Mb de RAM y una tarjeta gráfica como ATI Radeon 9000 o superiores o nVidia geForce 4 o FX. El nivel medio de detalle es espectacular, es dejar el término exquisito para el nivel de Ultra Calidad, sólo accesible para equipos de gama muy alta con tarjetas gráficas por encima de la ATI 9600 o equivalente en nVidia. La experiencia audiovisual bien merece la pena invertir en un buen equipo.
Mi conclusión es que «DooM III» es un buen juego que merece la pena jugar, si bien se hace bastante corto y el apartado multiplayer no acaba de enganchar como el de otras producciones de ID Software. A los forofos de la saga «DooM» les recomiendo jugar hasta el final, allí nos espera un viejo conocido…