Texto de Sandra Sánchez
Cuando el género zombie parecía muerto –nunca mejor dicho- los directores de cine de medio mundo están decididos a resucitarlo –nunca mejor dicho.
Una de las propuestas más originales viene de la mano de Sergio Caballero, a la sazón codirector del Sonar y responsable de su imagen. Finisterrae cuenta la historia de dos fantasmas –de los de sábana y agujeros en los ojos- que cansados de vagar por las instalaciones del Sonar y azuzados por su oráculo Garrel, deciden hacer el camino de Santiago. En Finisterre se supone que se convertirán en seres de carne y hueso. Los que la han visto aseguran que se trata de una película bella y cómica, que evoca a su manera La Cicatriz Interior de Lowell Freeman.
