Vicente Martín
Yo tengo una banda de rock y os aseguro que es muy real: el cantante llega con resaca a los ensayos, el guitarra está deseando escaquearse, hace mucho calor en el local, los amplis dan descargas eléctricas y nunca llegaremos a vender 5 millones de copias de nuestro primer disco, que es justo lo que hizo esta banda de pop virtual que se hace llamar GORILLAZ.
Esa naturaleza virtual es la que defienden y manifiestan orgullosos sus líderes 2D (Damon Albarn) y Noodle (Jaime Hewlett) a los cuatro vientos: “Todos los grupos buenos se destruyen por el éxito: los grupos de dibujos animados no son una excepción”.
De cara a este segundo LP se comenta que la composición ha recaído más del lado de Hewlett, mientras que Albarn se ha dedicado más a la producción junto con una nueva incorporación, Danger Mouse (Brian Burton), que se llevará más que elogios por su producción en el Grey Album. Burton fue un gran fan de Blur desde los comienzos y trabajar junto a Albarn es todo un honor.
Demon Days es más oscuro e intenso que lo fue Gorillaz (2001): ritmos elegantemente implacables, líneas de bajo consistentes, más colorido musicalmente, “como si alguien coge el primer álbum y le da color”, afirma 2D. Su primer single, Feel Good Inc., cuenta con unos artistas invitados de excepción, De La Soul. No es la única colaboración, la reputación de Gorillaz les ha permitido contar con una lista estelar de invitados: Neneh Cherry, Martina Topley-Bird, Roots Manuva, MF Doom, Ike Turner, Bootie Brown de los Pharcyde, Shaun Ryder, Dennis Hopper, el London Community Gospel Choir y el San Fernandez Youth Chorus.
Demon Days se presenta como una oportunidad a la imaginación y al buen gusto, a la melancolía bailable de beats hipnóticos, pero siempre virtuales.