GROUPER: The man who died on his boat


Texto de Fernando de Torres Valentí

Los temas del disco son descartes del álbum de 2008 Draging a dead deer up a hill.

Nos encontramos, no obstante, con una creación sublime de una atmosfera nebulosa, que llena nuestra cabeza, nos invade y se desvanece. No sobrecarga, ni nos aburre, ni nos deprime en una obvia búsqueda de la trascendencia. Produce lo contrario, un sentimiento de felicidad sin origen determinado. Usa dos «trucos». El primero, los ecos que flotan detrás de su crudo y lánguido modo de tocar la guitarra. Se puede percibir hasta el roce de su mano contra las cuerdas. El segundo, la voz: indolente, fantasmal, como de otra dimensión donde no existen los cambios emocionales. Y mientras, deja caer sus letras sugestivas. «I’m looking for the place the spirit meets the skin…»

Más información en http://www.kranky.net/

Lee el artículo en nuestra versión «papel»:

Anterior EELS: Wonderful, glorious
Siguiente Transición. Teatro María Guerrero