JAVIER SIERRA. LA CENA SECRETA


Es conocido entre el gran público por conducir el programa de televisión El otro lado de la realidad. En él desarrolla los temas que le apasionan y en los que ha basado su trayectoria profesional, temas misteriosos, relacionados sobre todo con enigmas del pasado. Director de la revista Más Allá y director editorial de Revista de Arqueología su labor siempre ha estado encaminada a las letras. Es autor de tres novelas y tres ensayos sobre enigmas de la historia y de la ciencia.

La Cena Secreta es su última obra. Con ella ha logrado el reconocimiento de crítica y público y ha sido finalista en el III Premio de Novela Ciudad de Torrevieja, el segundo mejor dotado económicamente tras el Planeta.

Su trayectoria profesional es impresionante: con sólo 20 añitos fue uno de los fundadores de Año Cero, desde 1998 es director de Más Allá, ha colaborado en Crónicas Marcianas y Herrera en la Onda, lleva su propio programa en Televisión… y encima le queda tiempo para escribir ensayos, libros… ¿es posible hacer tantas cosas a la vez y hacerlas bien?

La clave está en no hacerlas con prisa. Cada novela me lleva de dos a tres años de investigación. Escribo a mi ritmo, sin la espada de Damocles de los plazos, y eso redunda en un trabajo cerrado. En cuanto a la televisión, la radio o la revista, el secreto es fácil de entender: en todos esos medios, aunque con lenguajes y aproximaciones diversas, toco temas que están hermanados entre sí. Mi faceta periodística me permite estar en contacto diario con temas y enigmas que a menudo después salpican mi narrativa.

Vd. es un enamorado de los «enigmas del pasado»¿tan poco interesante es el presente que le hace investigar lo que ya ha sucedido?

Todo lo contrario. Lo que sucede es que muchas de las cosas que nos ocurren en el presente tienen sus raíces en nuestro pasado más remoto. Por eso me interesa. Por ejemplo: ahora que se habla tanto del cambio climático y de las consecuencias que podría tener para nuestra civilización, no está de más asomarse a lo que sucedió en este planeta hacia el 9.000 a.C., cuando se produjo la última glaciación. Cambiaron perfiles costeros, el nivel de las aguas cubrió islas y grandes territorios secos, vergeles se transformaron en desiertos y hasta creo que desaparecieron entonces algunas civilizaciones que hoy creemos míticas. En esa subida repentina de las aguas podría estar, además, la clave para comprender el mito del Diluvio Universal, presente en más de doscientos relatos antiguos de todo el mundo.

Entre sus personajes favoritos está Katherine Neville, considerada la precursora de la intriga histórica: ¿qué le debe La Cena Secreta a El Ocho?

A El Ocho le debe más una de mis novelas anteriores, Las puertas templarias, que combinaba, como Neville, una trama contemporánea con otra del pasado. La cena secreta si está en deuda con alguna obra no es con El código da Vinci sino con El nombre de la rosa de Umberto Eco. A fin de cuentas, su novela y la mía tienen como escenario sendos monasterios.

El punto de partida de La Cena Secreta es La Última Cena, de Leonardo da Vinci. ¿Qué le diría a aquellas voces que dicen que se ha subido al carro del éxito de El Código da Vinci, de Dan Brown?

El lector descubrirá enseguida que son obras muy diferentes. Dan Brown construye una novela policíaca que utiliza a Leonardo como excusa argumental. Mi obra, en cambio, se ambienta en época de Leonardo y el propio Da Vinci aparece «vivo» en sus páginas. Sin embargo, sí tenemos algo en común: nuestra fascinación por los acertijos y el ritmo que hemos impreso a nuestras páginas.

Agustín Leyre es el protagonista de su libro. Vd. le toma prestado el nombre, en femenino para presentarse al III Premio de Novela Ciudad de Torrevieja. ¿No le parece un atrevimiento tomar el nombre del fraile y feminizarlo para ocultar su identidad? ¿Qué habría dicho el viejo dominico?

¡Uy! Eso fue un error de la prensa. Nunca feminicé mi nombre. Me presenté como «Agustín Leyre» al premio, pero alguien, por algún error involuntario, difundió una nota de prensa llamándome «Agustina Leyre». Por supuesto, no lo tomé a mal.

Se ha alzado con el reconocimiento popular gracias al programa de Telemadrid «Al otro lado de la realidad». A todos nos atraen los misterios, pero ¿qué representan para usted todas estas cosas para que haya dedicado su vida a ellas?

Mi interés por los misterios nace del mismo germen que el de todos: de la curiosidad. Lo que ocurre es que frente a ellos decidí tomar una posición activa, investigarlos, desechar los fraudes o malinterpretaciones y abundar en los enigmas legítimos. A mí, saberme en un planeta tan lleno de asuntos sin resolver, me mantiene vivo y vigilante.

¿Duerme bien por la noche después de que le cuenten todas esas cosas?

Siempre he dormido bien. Y espero seguir haciéndolo

¿Cree en fantasmas?

De los vivos, por supuesto. De los muertos, no lo tengo tan claro

A la mayoría nos da terror el más allá… Usted cómo lo ve, ¿tipo Los otros, en la que los fantasmas están más perdidos que nosotros, o tipo Poltergeist, con seres del más allá deseando atraparnos?

Ninguna de las dos aproximaciones es correcta. Antes de abocarnos hacia interpretaciones sobrenaturalistas hay que descartar que los ruidos extraños en una casa, la desaparición de objetos o reaparición de los mismos en otros lugares, no obedecen a leyes naturales no formuladas aún, a confusiones de los testigos, o a otros asuntos de muy diversa índole. Investigar este tipo de cosas te obliga a mantener la mente abierta, pero a ser también muy cauto.

EL OJO ExPERPÉNTICO

La cena secreta de Javier Sierra

La aparición de ciertos personajes en la escena pública ha hecho que las ciencias ocultas -razón de ser de muchas investigaciones de los sabios del pasado- hayan sufrido un constante deterioro. Por ello, la apuesta de Javier Sierra por esta temática, parece, cuando menos una locura. Sin embargo, después de años de trabajo serio, ha conseguido dotar de credibilidad toda su obra y La Última Cena, novela que ha alcanzado el éxito entre la crítica, es muestra de ello.

Como no podía ser de otra forma, La Cena Secreta es una novela llena de misterios ocultos, una novela que, partiendo de una famosa obra de arte que últimamente está muy de moda en el mundo de la Literatura, intenta descubrir una serie de herejías contra la Iglesia del siglo XV en Italia. La lectura resulta muy amena gracias a la inclusión de enigmas y acertijos que hay que desvelar, siguiendo la estela de las obras de intriga histórica que en su día inaugurara Katherine Neville con El Ocho.
La Inquisición, los cátaros y las ambigüedades suscitadas por las obras de Leonardo da Vinci, lejanas a la ortodoxia religiosa del momento, construyen una trama en la que el lector se ve involucrado gracias a un planteamiento argumental que roza la investigación detectivesca. Todo parte de la lectura de la obra que Leonardo da Vinci está pintando en el refectorio del convento de Santa María de las Gracias, en Milán. Una Última Cena un poco peculiar que despierta las sospechas de la Inquisición. A partir de aquí se desarrollan curiosos acontecimientos que nos mantienen pegados al libro, sin poder quitar nuestra atención de él. Lo mejor, es que todos los apuntes de Javier Sierra están basados en hechos reales. Y como él mismo dice «Cuando termine de leer esta novela, ya no podrá ver la Última Cena con los mismos ojos».

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