MARTINADAx: 39 cafés y un desayuno


Texto de Lidia Herbada, autora de 39 cafés y un desayuno
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Yo, Martina protagonista del libro 39 cafés y un desayuno, en pleno derecho de mis facultades cedo el testigo y digo que tuve tantos cafés produciéndome hipertensión sólo por una razón: buscaba la diferencia.

En el mundo loco de los cafés, todos gritamos al aire: –Busco alguien normal– Y digo yo: ¿Qué es lo normal o lo anormal? Quizás lo primero es lo que se mantiene en la línea de Gauss de forma continua. ¿Pero acaso yo me quiero mantener como una funambulista saltando al vacío o sin embargo quiero tener bajo mis pies la seguridad del cemento? Creo que ni una cosa ni otra. Si una mañana nos dicen: «Han abierto una tienda nueva, podéis acudir ya que está repleta de ‘ropa normal y utensilios de cocina’ o sin embargo escuchamos: «han abierto nueva una tienda donde está repleta de ropa excéntrica estilo vintage tipo El Trueque de Adelita donde podemos encontrar incluso una muñeca ‘Mariquita Pérez'». Pensemos que tienda nos apetece trastear. A mi desde luego la diferente, la que me aporte algo a mi armario que no tenga. A una gran mayoría también le pasaría lo mismo Y es que somos así desde muy pequeños. Lo normal lo tenemos desde que nos ponemos el babi, ya en el momento que entramos en el recreo, nos pegan un chicle en el pelo, pero sin embargo nos apasiona encontrar ese chicle debajo de la mesa, y ver que tiene un sabor nuevo. Lo normal podría ser en lenguaje Barrio Sésamo a lo Avenue Q, que te propongan ir al cine un viernes típico-noche, pero yo prefiero una cita anormal, un cine sorpresa en un lunes caótico, ya que me gusta cerrar mi mente por vacaciones. La diferencia es lo que nos distingue.

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