Entrevista de Paula Bañuelos
Imagen cortesía de Raquel Carrillo
Más información: https://taquilla.microteatro.es/madrid/
Texto de Raquel Carrillo, Jorge Estrada y Antonio Perea
Dirigido por Enrique Meléndez
Con María Zabala y Fran Bas
En Microteatro Madrid. Loreto y Chicote 9. Madrid
«Del aula a la escena con Última Parada»
Charlamos con Raquel Carrillo, quien nos sumerge en los orígenes universitarios y la evolución de su última obra Última Parada, que combina el teatro con elementos televisivos, un área que Raquel domina con soltura.
Hemos sabido que Última Parada emergió de un proyecto durante tu máster. Cuéntanos, ¿cómo nació la idea?
Pues mira, estoy haciendo el Máster de Guion de Cine y Televisión en la Universidad Carlos III y, tenemos, una asignatura que es dramaturgia pero más aplicada al teatro. Nos mandaron hacer, como ejercicio de clase, un microteatro. Nuestro proyecto gustó y nos lo programaron en Microteatro por Dinero.
«Vamos a estar todo el mes de mayo, los martes y los miércoles por la tarde, repitiendo la obra cada 25 minutos a partir de las 6:30 h de la tarde hasta las 22:00 h de la noche».
La acción se despliega en un plató, un terreno que tú conoces bien. ¿Cómo influyó tu experiencia en la televisión para darle vida a este escenario de teatro?
Sí, tuvo bastante que ver porque el profesor, cuando empezamos a desarrollar el proyecto, estaba muy sorprendido con la idea. Decidimos enmarcarlo en ese espacio concreto. Propuse que fuera como un concurso de televisión, que a primera vista no tiene nada que ver con el tema de la obra, pero precisamente eso le daba originalidad a lo que queríamos contar.
«Es una reflexión sobre los errores que cometemos en la vida, presentado a través de un concurso televisivo donde el protagonista reflexiona sobre su comportamiento a lo largo de su vida».
La obra también aborda temas personales de manera cómica. ¿Cómo se maneja ese equilibrio?
La obra es una comedia con un fondo muy existencialista. Habla de las idioteces que cometemos en la vida y cómo estas nos ayudan a avanzar. Usamos el formato del concurso de televisión para hacer reflexionar al protagonista y al público sobre varios aspectos de la vida. Por eso se llama Última Parada; en el concurso que se desarrolla en la obra, el protagonista hace varias «paradas» revisando su vida hasta llegar a esa última parada crucial, que no os puedo contar para no hacer spoiler.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar a tres manos y bajo la dirección de Enrique Meléndez?
Enrique hizo un trabajo increíble. Mejoró el texto que habíamos trabajado entre Jorge Estrada, Antonio Perea y yo. Nosotros queríamos crear algo que tuviese profundidad, un poco filosófica sobre la vida, y eso nos hizo trabajar mucho, hurgando en todo lo que podría ser la obra. Y cuando una idea parecía loca o difícil de concretar, siempre encontrábamos la manera de hacerla funcionar, porque lo que no se le ocurría a uno, se le ocurría al otro.
Cuéntanos ¿Cómo ha sido el proceso de llevar estas ideas a la escena?
La verdad es que los actores, que no conocíamos de antes, nos impresionaron muchísimo cuando vimos la obra en escena. No sabíamos bien qué esperar, pero su talento y cómo llevaron a cabo sus roles fue sorprendente.
«Es un equipo fantástico el que ha levantado y puesto en escena la obra. Nosotros escribimos y ellos realmente la hicieron suya».
¿Hay algún aspecto de Última Parada que crees que dejará al público pensando o debatiendo?
Sí, definitivamente. Es una de esas comedias que, aunque te hacen reír, también te dejan pensando. Por ejemplo, a través del formato de concurso de televisión, exploramos las «paradas» o momentos de la vida del protagonista, que reflejan sus errores y aprendizajes.
«Es una reflexión sobre el éxito y el fracaso, y cómo aceptamos nuestros errores. Creo que el público saldrá del teatro debatiendo y reflexionando sobre sus propias vidas».
Hablando de los desafíos en la creación, ¿qué dificultades encontrasteis al escribir o durante la producción?
Como en todo proceso creativo, tuvimos nuestros momentos de atasco. Por ejemplo, escribimos tres finales distintos y al final optamos por una mezcla que resultó bastante bien. También, el desafío de sintetizar tanto contenido en una obra corta y hacer que cada momento contara, fue grande, pero creo que logramos hacer un viaje completo con principio, nudo, y desenlace en el tiempo que teníamos.
Siendo actriz y ahora más enfocada en la escritura y dirección, ¿cómo crees que tu experiencia anterior ha influido en tu trabajo actual?
Definitivamente, ser actriz me da una perspectiva más amplia sobre los personajes y los diálogos. Sabes cómo suena lo que escribes y te facilita las cosas al escribir. Me imagino cómo lo diría yo, y eso ayuda a que los diálogos y las situaciones fluyan más naturalmente en la obra.
«Observar cómo la gente que viene a ver la obra reacciona, cómo se ríen y se conectan con lo que hemos escrito, es realmente gratificante».
¿Hay algún nuevo territorio artístico que quieras o que tengas en mente?
Sí, realmente me encantaría hacer cine. Estoy muy interesada en escribir ficción, creo que es lo que más me gustaría explorar próximamente. Además de la escritura, también estoy considerando proyectos en la dirección.
También mencionas el trabajo de tus compañeros. ¿Cómo crees que vuestras experiencias en diferentes ámbitos de la industria audiovisual influyen en vuestros proyectos actuales?
Antonio Perea ha estado actuando desde muy joven, es muy conocido en México y Jorge Estrada tiene una gran experiencia en la industria audiovisual, trabajando con diversas productoras y como guionista. Nosotros tres, con nuestras variadas experiencias, hemos conseguido enriquecer el trabajo.
Para quienes estén pensando en asistir a Última Parada, ¿qué les dirías para animarles a no perderse esta obra?
Les diría que Última Parada es una obra muy entretenida y original que realmente sorprenderá al público. No es solo una comedia; tiene capas que invitan a la reflexión y ofrece una experiencia teatral diferente a lo que muchos están acostumbrados.