Santiago Ramos en el Despacho Oval


Fotografía y texto de David García (www.david-g.com)

Todo nos suena muy divertido, por mucho que la ficción en este caso se parezca tristemente demasiado a la realidad. El Despacho Oval de la Casa Blanca convertido en una casa de enredos. Un presidente de Estados Unidos inepto, que no quiere dejar el cargo. Una ayudante lesbiana. La Asociación Nacional del Pavo como fiel contribuyente presidencial. Sí, todo este conjunto forma parte de Noviembre, la obra de David Mamet que va a ser representada en el Teatro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, a partir del 15 de enero, en un reparto encabezado por el actor Santiago Ramos, con el que tuvimos la ocasión de charlar sobre este estreno.

Es la tercera vez que representas una obra de David Mamet, tras El Búfalo Americano, y Oleanna, ¿Qué tiene este autor para haberse encontrado tantas veces contigo?

Yo le descubrí a través de Fermín Cabal. Me trajo el texto de El Búfalo American y al principio no sabía qué me podría encontrar ahí, ya que la historia era un poco extraña, de tres colgados que están en una chamarilería y que quieren robar una colección de monedas. Y el resultado era un teatro potentísimo. Con muy pocos actores, mucha economía de medios, con un teatro desnudo, donde lo que importa es el conflicto de los personajes y los tejemanejes que se traen entre ellos. En el caso de Noviembre, la gran sorpresa para mí ha sido descubrir que Mamet es un escritor cómico increíble. Tiene las características habituales de Mamet, pero orientada a una comicidad maravillosa y perversa. La obra es de una perfección y una inteligencia matemática.

¿Qué puntos en común tiene Noviembre con otras obras de David Mamet?

Quizás el cómo sobrevivir una persona en apuros. Las picardías de los personajes. Este presidente de Estados Unidos es un inepto, pero está ahí porque le han votado, y lo que quiere es que lo reelijan. El dinero como algo que todos necesitan, y la estupidez de este presidente, que es de una ignorancia supina.

¿Qué es lo que más destacarías de la obra, lo que mejor puede atraer al público?

Yo creo que la comedia es diversión pura, es una fiesta teatral. Desearía estar mucho tiempo representándola y que se convir-tiera en la comedia del año.

En cuanto a la adaptación del texto original, ¿se ha respetado completamente o hay algún guiño a la situación española?

No, no hace falta. Tiene mucha importancia el día de acción de gracias, pero todo el mundo sabe qué es ese día.

¿Es una sátira sobre el poder o es una comedia que se sirve del poder para mostrar las miserias humanas, igual que podría haber utilizado otro pretexto?

Sobre el poder, y sobre un personaje en concreto, que es una persona muy limitada. No es Bush, pero se habla de la guerra, confunde Irán con Irak, habla con los israelíes, es una comedia también de teléfono. Es un juguete de diversión y de burlarse de que en el despacho oval hay un hombre que no debería estar bajo ningún concepto.

Charles Smith -el presidente-, ¿es un personaje que sólo se puede dar en las altas esferas del poder o lo podemos encontrar en todos los niveles de la vida?

A todos los niveles, pero es más grave que esté ahí, ya que decide guerras, invasiones, y muchas otras cosas para las que debería estar muy preparado y no lo está.

¿Nadie puede escapar al influjo del poder y todo lo que conlleva?

Bueno, yo creo que en Estados Unidos han sucedido cosas raras, pero aquí también, donde hay algún presidente que no me explico cómo llegó al poder. La democracia puede funcionar así, puede encumbrar a un necio.

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