Fotografía y texto de David García (www.david-g.com)
El popular actor Sergio Pazos, conocido tras su paso por Caiga quien Caiga y otros programas televisivos, reaparece ahora junto a su compañero de batallas, Tonino Guitián, protagonizando la obra de teatro, «Maté a un tipo». Una comedia negra escrita por el autor argentino Daniel Dalmaroni, y que narra las andanzas de una familia normal, que de repente se ve inmersa en un asesinato que cambiará lo que parecía ser una existencia convencional, para convertirla en una locura desternillante y enternecedora. Una increíble historia que puede verse el Teatro Arenal de Madrid.
«Maté a un tipo» es una obra argentina, que no se ha tenido que adaptar para el público español. ¿Tanto nos pareceremos a los argentinos?
No, la verdad que yo creo que no nos parecemos mucho a los argentinos. Tienen bastante mala hostia (risas). Yo creo que lo que tienen muy bueno los argentinos es que se saben reír muy bien de ellos mismos. Luego es un pueblo muy culto y bien preparado. De hecho hay una generación sensacional de nuevos creativos, y casi todos los que vienen aquí saben cantar, saben bailar, saben escribir… La escuela actoral argentina es también muy importante. Y aquí la verdad que somos más vagos. Hay mucho chorizo, mucho ladrón, los políticos meten mano a la caja y no pasa nada…
Pero la verdad que no hemos hecho adaptación ni nada, porque el texto es tan perfecto que lo único que hemos quitado son los giros argentinos. E incluso hemos seguido también con el título, «Maté a un tipo», aunque sea un tiempo verbal mal empleado.
¿En esta obra se demuestra que cualquiera puede ser un asesino?
Sí, seguro. Yo creo que todos tenemos algo de asesinos. Somos supervivientes, depredadores, tenemos la capacidad de matar y de destruir, nos hemos cargado casi todo. Y yo creo que como animales que somos, si nos sale la mala vena que tenemos que tener, en un momento dado nos puede apetecer matar a alguien. Pensarlo, eso sí. Todos llevamos un instinto asesino dentro.
Así, a bote pronto, ¿a quién te hubiera gustado matar?
Hombre, matar, matar… yo creo que a los que habría que matar, ni se lo merecen. Siempre nos metemos con los políticos, pero la verdad que nos están dejando una sociedad tan mala… no están enseñando todo lo peor…
¿Por qué piensas que el llamado «humor negro» tiene tanto éxito entre el público? ¿Es morbo, nos gusta reírnos de la muerte, de los temas escabrosos…?
Morbo tenemos, desde luego. También hay ciertas culturas donde la muerte se entiende de una manera muy natural. Los gallegos, los mejicanos… La muerte forma parte de nosotros.
¿Es más moralizante o amoralizante la obra?
Lo que sí demuestra la obra es que las estructuras familiares en ocasiones son una farsa, y la sociedad es muy hipócrita. Ellos son una familia que parecen de lo más normal, y al final no lo son. No se sabe quién está más loco… si el que le asesina, el que le encubre… y al final todo es una hecatombe.
¿Lo de meterse a productor, como has hecho en este caso, es necesario para sacar este tipo de proyectos adelante?
La verdad que lo más lógico hubiera sido buscar una coproducción, pero desde el principio lo pensamos así. También es cierto que hemos tirado mucho de amigos. El director, Juan Codina… Tonino, mi compañero… Hemos hecho una inversión, y esperamos recuperarla. Las subvenciones están bien, pero hasta un límite. Nos acomodamos a la subvención, y dejamos de lado la tarea del teatro, que debe ser despertar conciencias. El teatro es entretenimiento también, pero siempre tiene que haber algo detrás, sea comedia o drama. Es bonito tener un texto, y que no te tenga que decir nadie nada. Si me arriesgo yo, me arriesgo con todas las consecuencias.
Y eso que dicen que el teatro no está sufriendo tanto la crisis…
El teatro lo bueno que tiene es que sigue teniendo una energía especial. Pero los precios no ayudan y la crisis no ayuda, y eso hace que sea difícil meter gente en el teatro. Siempre están los grandes nombres con tirón, pero se resiste el público salvo los fines de semana. Los martes ya hay muchos teatros que no programan. No es que estemos en crisis, porque la gente sigue viniendo, pero es difícil. Nosotros hemos procurado tener unos precios asequibles, para ayudar a que la gente venga al teatro.