Texto de Iván Moreno
El quinteto toledano publica su segundo larga duración, posiblemente uno de los mejores del año. Si en el primer trabajo ya apuntaban buenas maneras (quizás falto de un mejor sonido, que no de buenas canciones) en éste no sólo las ratifican, sino que superan las expectativas creadas.
Con una producción impecable a cargo de José María Rosillo (partícipe en grabaciones de Sexy Sadie, Deluxe o Cooper, entre otros) y 11 temas en la onda Byrds, Beatles, Bowie…, consiguen un disco rico en matices sonoros del primer al último corte, sin perder un ápice de intensidad.
Predominan las bases rítmicas de guitarras y teclados combinadas con arreglos, orquestaciones y armonías vocales sin recargar el disco de elementos artificiales, consiguiendo así un resultado natural y un sonido compacto.
Destacan la fuerza desgarradora en guitarras y voces de «On my mind» (el mejor tema del disco), los cambios de ritmo en «I Ain’t down», los arreglos orquestales e interpretación vocal en la preciosa «Love our love», el ritmo que imprime el Hammond en Only the dark days o el guiño al pop-rock americano con slide guitar incluida en «Tears and years». Además, para cerrar nos guarThe Sunday driversdan una grata sorpresa con la canción que da título al álbum, con la inclusión de coros muy al estilo “beatleiano” en la que para muchos constituye su «Hey Jude» particular.
En definitiva un gran disco de pop sin concesiones de un grupo con un presente y un futuro muy esperanzador.
Más información sobre The sunday drivers en Mushroom Pillow